Yuri Murúa, hijo del autor escuinapense, asegura que el autor escribió más de 30 libros; busca publicar correspondencia con Eduardo Galeano
En marzo de 2019 murió el escritor sinaloense Dámaso Murúa y desde entonces su familia se ha dedicado a difundir su obra, que va mucho más allá del icónico libro: El Güilo Mentiras.
Su hijo, Yuri Murúa, aseguró que es necesario revisar que su padre fue un autor polifacético, que escribía para desahogar lo que estaba en su cabeza.
“Él trabajó muchos años para gobierno y si llegan a leer sus libros, se darán cuenta de que habla mucho entre líneas de la política, su obra es mucho más allá del libro más conocido, que es El Güilo Mentiras”, indicó.
“De hecho, ahora en la colección que se acaba de publicar de ocho libros, desde mi punto de vista Colachi, es mucho más importante que ese. Esa obra está al nivel de un García Márquez o un Juan Rulfo, la narrativa en ese texto va describiendo la geografía sinaloense con un lenguaje campirano”.
Murúa añadió que es importante seguir difundiendo su obra; escribió 30 libros, algunos de ellos aún inéditos.
“Mi padre fue un escritor independiente, él se publicaba, tuvo amistad con muchos y grandes escritores pero nunca quiso fama ni nada, escribía para desahogarse”.
Trascender en la literatura
La obra de Dámaso Murúa trascendió con algunas obras en Polonia, Alemania y Francia. El interés de la familia, es que la nueva generación de jóvenes conozca sus textos.
“Sé que se han hecho algunas tesis sobre su trabajo, es importante que se siga leyendo. La agilidad mental que tenía para escribir no caduca, todo lo que está pasando ahorita desde que se jubiló, es lo mismo”.
“Hay un cuento que se llama Los últimos hombres sensuales viven en Sinaloa, el texto no tiene nada qué ver con el título,es un ensayo que hizo en una presentación de El Güilo Mentiras, en Bellas Artes, donde va describiendo lo que pasaba en el gobierno en esta época”.
Murúa detalló que la colección de ocho libros que publicó el Gobierno del Estado recientemente, incluye uno inédito de crónicas situadas en la Ciudad de México; describe los salones de baile, las cantinas, cabaret, lugares para comer, los sitios que recorría.
“Mi padre dejó cinco libros inéditos, entre ellos Flores de chapopote y está todo ese lenguaje del centro del país, a donde llegó a los 15 años”.
“Yo me he encargado de seguir moviendo su obra y este homenaje que le realizaron a través de Graciela Domínguez, me ha sorprendido mucho, porque además de los libros pusieron un busto, esas cosas no le gustaban a él, pero ahora con su imagen ahí, está resguardado por la honradez de Dámaso Murúa”.
Un escritor combativo
En 2016 Dámaso Murúa rechazó el Premio Sinaloa de las Artes, por no poder traicionar al hombre que siempre fue, a sus ideas y forma de ser.
“Cuando rechazó el Premio fue fiel a sus ideales y a los años que se lo dieron de nuevo ya estaba enfermo, optamos por recibir el dinero para seguir cuidándolo, si hubiera estado en sus cinco sentidos lo hubiera rechazado de nuevo, seguramente”.
El escritor trabajó durante algunos años como director de contabilidad en Banpesca, fue fundador junto con Jesús Silva Herzog del Infonavit y después le ofrecieron un puesto directivo en Hacienda y “lo rechazó porque dijo que se iba a quedar sin amigos y se decía que era demasiado honesto para ocupar esos puestos”.
“Todos esto lo contaba en sus libros, de hecho en el libro Vacum totoliboque, aborda el tema del narcotráfico, en otros habla mucho de la familia, de mis hermanos, de la vida”.
Correspondencia con Eduardo Galeano
Damaso Murúa escribió con frecuencia en medios como La Jornada y la revista Proceso. Su amistad con la élite cultural fue notoria.
Actualmente su hijo Yuri ha recopilado la correspondencia que tuvo su padre con el escritor Eduardo Galeano.
Durante seis meses rastreó los textos que se enviaban durante los años 60. La intención es publicarlas en formato de libro.
Artículo publicado el 26 de junio de 2022 en la edición 1013 del semanario Ríodoce.
