La estadística local de COVID-19 ha ido menguando en Sinaloa. Al menos las cifras oficiales así lo retratan, con una incidencia de alrededor de 800 casos activos en el estado y un promedio de 113 nuevos contagios y cuatro decesos al corte del jueves 24.

El comparativo inmediato anterior es con el mes de febrero de este año que cerró con un promedio diario de 586 casos y un registro de 12 decesos cada 24 horas. Los pacientes activos rondaban entonces más de 2 mil 600 pacientes.

Además, la ocupación hospitalaria poco a poco se fue holgando. De una disponibilidad de apenas arriba del 90 por ciento hoy día, al cierre de esta edición, están disponibles el 99 por ciento de las camas para pacientes con el coronavirus en Sinaloa.

Sin embargo esos son los datos oficiales locales. La Secretaría de Salud de Sinaloa no se ha caracterizado durante la pandemia por ser la más transparente en el manejo de su estadística, llena de rezagos y aclaraciones.

Con el cambio en la titularidad de dicha dependencia el panorama se ha mantenido. Por ejemplo, el informe del martes 22 de marzo reportó apenas un nuevo contagio en todo el estado. Hasta ese día el promedio diario era superior a los 120 casos cada 24 horas.

El reporte previo a ese martes registró 23 nuevos contagios y el posterior 72 casos.

La tendencia es marcada de ese modo cada día posterior al fin de semana o algún día de asueto. Durante este mes los días 7, 14 y 22 de marzo, todos seguidos a un fin de semana y de asueto, reportan apenas cuatro, siete y un caso de manera respectiva.

En contraparte todos esos días mantienen una alta incidencia en casos sospechosos, todos arriba de 2 mil 200 casos. Pocos se confirman y menos se reportan. Al corte del 22 de marzo, el índice de positividad en Sinaloa está arriba del 40 por ciento.

Es decir, si actualmente existen esos 2 mil 200 sospechosos del virus, alrededor de la mitad se convertirán en casos positivos.

Sin embargo la estadística sí observa una tendencia a la baja en casos sospechosos. Tomando como parámetro enero, ese mes dejó un 70 por ciento de positividad y esta ha caído al 43 por ciento.

Aún con estos datos, Sinaloa permanece como una de las 10 entidades con mayor cantidad de casos activos en el país, teniendo a Mazatlán y Culiacán como grandes aportes a la pandemia activa en México.

Las camas vacías

La implementación del color verde del semáforo epidemiológico de riesgo ya no tiene tanto qué ver con la cantidad de casos diarios sino de la ocupación hospitalaria. El estado le ha apostado a que, mientras los hospitales no se colmen, el resto de los lugares, sí.

Por ejemplo, en enero de 2022 la capacidad de camas inició en un 4 por ciento. En esa fecha se tenían habilitadas mil 570 camas y ocupadas 70 de ellas. El mes cerró con una ocupación del 17 por ciento.

Para febrero la ocupación volvió a caer a un 3 por ciento y al último corte esta se mantiene en un 1 por ciento con 18 pacientes internados en alguna de las más de mil 500 camas en el estado, siendo Culiacán y Ahome los que mayor cantidad tienen al momento.

Marzo estaría cerrando con un índice de hospitalización por debajo del 23 por ciento pero con una tasa de incidencia cercana a los 2 mil 500 casos por cada 100 mil habitantes.

El rosario interminable

Sin embargo, si bien los pacientes que son internados por el coronavirus cada vez son menos, los decesos no dejan de contarse.

Los fallecimientos han sido una estadística que mayores problemas en su manejo ha tenido por parte de la Secretaría de Salud de Sinaloa. Desde aquel primer desfase en julio de 2020 con más de 100 muertes registradas en plataforma en menos de 24 horas a una “administración” en los reportes.

El promedio diario al corte del jueves 24 de marzo va en 4 fallecimientos. La cifra ha bajado considerablemente con respecto a febrero, mes que dejó un promedio de 12 decesos diarios.

Pero esta cifra no es total. Si bien la estadística es oficial, diario se actualiza con subregistros.

Por ejemplo, el informe del 11 de marzo registró 24 fallecimientos, algunos ocurridos desde marzo del año pasado y otros entre noviembre y diciembre de ese mismo 2021.

Otro ejemplo surge también en viernes con el informe del 18 de marzo que registra 11 decesos, cuatro de ellos ocurridos entre enero y julio de 2021 y confirmados hasta entonces “por asociación epidemiológica y dictaminación”, para su posterior registro en plataforma.

En un cruce con los datos de la Secretaría de Salud Federal, Sinaloa ha acumulado 556 muertes entre el 1 de enero y el 24 de marzo de este año.

Para poner en contexto la realidad, noviembre y diciembre del año pasado dejaron, según datos de la federación, 85 y 74 decesos de manera respectiva mientras que en enero y febrero de este año se reportaron 243 y 279 fallecimientos.

La mayor contribución en fallecimientos viene obviamente con la ciudad más grande del estado, Culiacán, con más de 3 mil 500 muertes al corte, y más de 50 mil 700 casos confirmados, es decir, alrededor del 7 por ciento de los pacientes enfermos con Covid-19 en la capital, han fallecido.

Estas cifras mantienen a Sinaloa entre los estados con mayor letalidad por el virus SARS-CoV-2, con un 8 por ciento.

Artículo publicado el 27 de marzo de 2022 en la edición 1000 del semanario Ríodoce.