Indiscutiblemente, el ver películas en una sala de cine tiene un encanto especial, inigualable e incomparable, con palomitas y refresco, compartiendo risa, llanto, miedo, desespero o lo que sea que provoque la historia, con los espectadores alrededor, aunque, a veces, sus comentarios se escuchen más que el mismo filme y revelen la trama. Sin embargo, una de las enseñanzas que se pueden tener a partir de la (pareciera) interminable pandemia por el coronavirus es que el cine en línea tiene sus ventajas y también puede disfrutarse.
Una de las bondades de ver películas por internet es la accesibilidad a cualquier cinta, sin importar de dónde provenga. Antes habría que esperar festivales, muestras, foros, el paso al VHS, DVD o Blue-Ray, para mirar algo más que la cartelera comercial. Ahora, solo es cuestión de pagar una mensualidad en alguna plataforma y el catálogo es, prácticamente, infinito. Ni mencionar las páginas donde no se paga, que dan muchas más opciones, por lo que, entre poder ver una película en línea (porque es la única manera de hacerlo) o ir a una sala a ver solo lo que se anuncie en las marquesinas, es preferible abrirse a los nuevos formatos y deleitarse con las historias, que finalmente eso es lo que cuenta.
En estas condiciones y por esas razones, si el 2020, más que otro año, abrió los ojos y convenció a los más escépticos (amantes del cine “tradicional”) de que el cine en línea también se goza y puede provocar múltiples emociones, el 2021 consolidó esa idea y cada vez es más frecuente escuchar “¿en qué plataforma está esa?” y ya no tanto “¿en qué cine está esa?”, porque ya es muy común ver películas en internet. A diferencia de antes, cuando la mayoría de las cintas en línea era las que ya habían pasado por las salas, ahora muchos estrenos se dan de manera simultánea “en el cine” y en las plataformas streaming o, incluso, solamente en estas últimas, por lo que la opción, sí o sí, es entrarle a lo digital.
Es verdad que las salas de cine están abiertas, pero es mentira que se sigue un protocolo que de seguridad para no contagiarse de COVID-19, tal cual recomiendan las autoridades (¿Estarán al tanto de que esto se cumpla? ¿Acuden a los cines a supervisar y cada cuánto?): más allá de cubrebocas, checar la temperatura y aplicar gel antibacterial en la entrada, una vez en la sala, es raro quien permanece con la boca tapada, sobre todo si hay comida de por medio.
Tampoco se respeta el dejar butacas vacías entre algunos espectadores y otros. Entonces, es preferible ver cine en casa. Al menos, es más seguro, y con las mega pantallas cada vez más baratas a las cuales se les puede poner un buen sonido, no habría mucha diferencia.
Por eso, lo mejor del cine del 2021 no es una selección de algunas películas, sino que la posibilidad de disfrutar de las historias sigue viva, sin importar el medio por el cual se transmitan. Así que, ojalá este 2022 venga recargado de más y mejores filmes, lo de menos es que se vean en una sala de cine (pero cumpliendo realmente con las medidas de salud sugeridas), en casa, por Netflix, Amazon Prime Video, Apple TV, YouTube, Claro Video, Filminlatino, MUBI o por televisión. Eso sí… bajo su propia responsabilidad, como siempre.
Artículo publicado el 02 de enero de 2022 en la edición 988 del semanario Ríodoce.
