El país, rezagado contra el COVID-19, se enfrenta a los riesgos de la tercera ola
El 24 de diciembre de 2020 México se convirtió en el primer país de América Latina en comenzar a vacunar a su población, pero los retrasos en la entrega de vacunas de Pfizer y las compra a otras farmacéuticas, así como la falta de aditamentos para envasar la de AstraZeneca, ha ocasionado que a la vuelta de dos meses, la estrategia nacional de vacunación contra el COVID-19 se haya rezagado, ubicando al país entre los últimos en cobertura.
El sitio OurWorld in Data (Nuestro Mundo en Datos) que coordina la Universidad de Oxford, elaboró una base de datos sobre los niveles de cobertura en vacunación por cada 100 habitantes, entre distintas regiones y países del mundo, y en el que México está entre los últimos lugares en el continente americano.
Hasta el 4 de marzo, en el país se han aplicado 2 millones 676 mil 35 dosis de la vacuna Pfizer, AstraZeneca y Sputnik, lo que de acuerdo a OurWorld in Data representa una cobertura de 2.08 personas por cada 100 habitantes, mientras que países que comenzaron sus programas de inmunización de forma posterior como Chile (22.34 personas por cada 100 habitantes), Brasil (4.58),Panamá (3.49), Costa Rica (2.94), Argentina (2.77) y República Dominicana (2.10), han logrado un avance más rápido en sus campañas.
En el continente Americano, uno de los más golpeados por la pandemia, México se ubica por arriba de Colombia (0.41), Bolivia (0.17), Guatemala (0.01), Venezuela (0.01) y Ecuador (0.24), estos tres últimos con datos actualizados hasta el 1 de marzo.
Chile es el país de Latinoamérica que mejor cobertura ha logrado, se sitúa sólo por debajo de Estados Unidos (24.95 vacunas aplicadas por cada 100 habitantes) y por encima de Canadá (5.75).
El sitio sólo toma en cuenta la aplicación de todas las dosis aplicadas.
El éxito de la campaña de vacunación en Chile, que inició un día después que la de México logrando una cobertura del 20.55 por ciento de su población (19 millones de habitantes), se debe a que las negociaciones para la compra de vacunas iniciaron desde mayo de 2020, que aseguraron 8 millones de dosis de al menos tres vacunas, un plan de vacunación que unió al sector académico, científico y privado, y una sólida infraestructura de vacunación. La meta del país es tener vacunado al 80 por ciento en el primer semestre del año.
Hasta el jueves pasado se habían inmunizado a 3.8 millones de chilenos con la primera dosis contra el coronavirus. El plan contempla vacunar a los grupos prioritarios durante el primer trimestre de 2021 (alrededor de 5 millones de personas).
En República Dominicana la vacunación inició el 16 de febrero, y en 17 días se han vacunado a 300 mil personas en una primera etapa que en total contempla 1.4 millones de personas entre adultos mayores, personal sanitario y profesores de preescolar y de primaria. El gobierno pretende vacunar al 80 por ciento de la población.
En Panamá la vacunación contra el COVID-19 comenzó el 20 de enero en una primera fase con una cobertura de 140 mil dosis que incluyó a todo el personal de hospitales y clínicas, y adultos mayores de asilos y casas hogares. El jueves 4 de marzo comenzó la segunda fase enfocada a adultos mayores.
En Costa Rica la vacunación comenzó también el 24 de diciembre en hogares de ancianos y a personal de salud. Hasta el 1 de marzo ha aplicado 57 mil 162 dosis.
En Argentina la primera vacuna se aplicó el 29 de diciembre del año pasado en una primera etapa también enfocada al personal de salud que atiende a pacientes con COVID-19. Hasta el momento se han aplicado 1 millón 430 mil 873 vacunas.
En Brasil la vacunación comenzó el 18 de enero. Alrededor de 5.8 millones de brasileños (aproximadamente el 2.6 por ciento de la población) habían recibido al menos una dosis de la vacuna COVID-19.
Al igual que México la mayoría de los países de América Latina han padecido también el desabasto de vacunas ocasionado por retrasos en la producción y acaparamiento de las grandes potencias, lo que ha reducido el ritmo en las campañas de vacunación.
En países como Argentina, Ecuador y Perú renunciaron los secretarios de salud debido al favoritismo en la aplicación de las vacunas. En México se han presentado casos en diversos estados, entre ellos Sinaloa.
En México el plan nacional de vacunación se vio interrumpido en enero, luego que Pfizer, la única farmacéutica con la que se concretó un acuerdo hasta ese momento, suspendió durante dos semanas el suministro de su vacuna. Fue hasta febrero que comenzaron a llegar los primeros lotes de la vacuna de AstraZeneca y Sputnik V, así como de Sinovac. De esta última arribó al país un cargamento con 800 mil dosis, las cuales no pudieron ser aplicadas debido a que no se contaba con la autorización sanitaria. La cual llegó apenas el pasado viernes.
Además diversos medios han señalado que hubo desabasto de filtros para envasar en México la vacuna de AstraZeneca, producida en Argentina, lo que ha retrasado su distribución.
El plan de vacunación
La secretaría de Salud federal informó que hasta el 4 de marzo, 771 mil 749 trabajadores de la salud de la primera línea contra el COVID-19 han sido vacunados, y de estos 573 mil 456 recibieron el esquema completo de dos dosis. Además 17 mil 427 maestros de Campeche, incluidos en la fase uno, tienen ya cobertura de las dos dosis, y representan el 99 por ciento del cuerpo docente.
Además 1 millón 295 mil 940 personas adultas mayores ya recibieron la primera dosis en todo el territorio nacional.
De acuerdo al plan nacional de vacunación, se estima que el personal de salud que atiende en la primera línea está integrado por un millón de personas, es decir que alrededor del 43 por ciento aún no recibe una segunda dosis, mientras que los adultos mayores de 60 a más de 80 años está integrado por alrededor de 14.4 millones de personas, es decir que hasta el momento han recibido una primera dosis apenas el 9 por ciento de ese grupo de la población.
La estrategia también contempla vacunar a enfermos crónicos, docentes que vivan en estados en color verde, y a las personas mayor de 16 años, hasta cubrir al 70 por ciento de la población total para lograr la “inmunidad de rebaño”, al 100 por ciento del personal de salud que trabaja en la atención de la pandemia y al 95 por ciento de la población a partir de los 16 años cumplidos.
Hasta el momento el plan no ha logrado cumplir ni la primera etapa de la campaña de vacunación, que proyectaba tener vacunados entre diciembre y febrero a 1.1 millón de trabajadores de la salud de la primera línea. En la segunda fase proyectada de febrero a abril se espera inmunizar a 14.4 millones de personas, entre ellos al resto de los trabajadores de la salud y personas de 60 años y más.
De abril a mayo a 12.7 millones de personas de 20 a 59 años, de mayo a junio a 16.2 millones de personas entre 40 y 49 años, y de junio de 2021 a marzo de 2022 a 49.2 millones de personas, que constituye al resto de la población.
Las autoridades mexicanas han dicho que la meta es vacunar al menos al 70 por ciento de la población en México en un periodo máximo de 18 meses, meta que podría no alcanzarse si no se acelera la compra de vacunas, mientras el país vive el descenso de la segunda ola de pandemia, que a un año ha ocasionado 186 mil muertes y más de 2 millones 100 personas contagiadas.
Artículo publicado el 07 de marzo de 2021 en la edición 945 del semanario Ríodoce.
