Este martes, el presidente Andrés Manuel López Obrador rinde su Segundo Informe de Gobierno, en el que destaca que las acciones tendentes a mantener una austeridad republicana, le han permitido beneficiar a los más pobres a través de programas sociales.
Sostuvo que desde antes de asumir el cargo como presidente de la República fue elaborando un plan de desarrollo que surgió de muchos años de recorrer el territorio mexicano, valorando las potencialidades y los recursos naturales.
“Así fue como llegamos a la conclusión de que eran mayores las posibilidades de cambio que las de estancamiento o decadencia, y que hacer realidad la transformación, dependía en primer lugar, enfrentar el grave problema de la corrupción, de contraponerle la virtud de la honestidad que es la mayor riqueza de nuestro pueblo, con esta convicción, desde que tomé posesión del cargo, empezó a llevarse a cabo una política diferente”, indicó.
López Obrador recordó al inicio de su discurso, que el primer día, él y su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, se trasladaron en un automóvil normal a la sede del poder legislativo para rendir protesta, “sin el aparato del Estado Mayor Presidencial ni la acostumbrada parafernalia de poder, posteriormente aquí en Palacio Nacional atendí a jefes de Estado, invitados especiales, y en el Zócalo capitalino me dirigí al pueblo para prometerle no mentir no robar, no traicionar y dar cumplimiento a cien compromisos básicos”.
“Sabíamos qué cambios debía hacerse y comenzamos la obra de transformación, se ajustó el marco legal con reformas constitucionales de gran importancia, la corrupción, el robo de hidrocarburos y el fraude electoral se convirtieron en delitos graves, se creó la Guardia Nacional, se canceló la condonación de impuestos, se garantizó la posibilidad de realizar consultas populares , se aprobó el procedimiento de la revocación del mandato, se eliminó el fuero al presidente para que pueda ser juzgado por cualquier delito como cualquier otro mexicano”, enlistó.
De inmediato empezó el combate a la corrupción, y a poner en práctica una política de austeridad republicana, hemos ahorrado en dos años un billón, 300 mil millones de pesos en compras y contratos reduciendo al mínimo el robo de combustible , “el llamado huachicol, disminuyendo drásticamente la defraudación fiscal y otras malas prácticas dañinas que proliferaban en la hacienda publica en al antiguo régimen, la austeridad y la cancelación de fideicomisos y fondos que se manejaban de manera discrecional, deshonesta y en beneficio de minorías, también nos ha permitido liberar más presupuesto en beneficio del pueblo. Con esta fórmula de combatir la corrupción, gobernar sin lujo, ni frivolidad, hemos podido cumplir los compromisos de no endeudar el país, no aumentar impuestos, no subir los precios de los combustibles y lo mas importante, esta buena política económica fincada en la moralidad, nos ha permitido financiar programas sociales para el bienestar de nuestro pueblo en especial para los mas pobres y marginados”.
