Con Malova y Quirino, la Sedena bajo el mando de Cienfuegos, contrató 10 empresas fantasma

CULIACÁN, SINALOA, 27NOVIEMBRE2018.- Se inauguró las instalaciones de la 3a Brigada de la Policía Militar, en ésta ciudad. Acompañado del Gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, el presidente también entregó a los elementos del Ejército la Unidad Habitacional Militar, la cual albergará a 3 mil 500 elementos de la Policía Militar y sus familias.
La instalaciones están ubicadas a las afueras de ésta ciudad, en la zona conocida como El Sauz.
FOTO: JUAN CARLOS CRUZ /CUARTOSCURO.

Durante la gestión de Salvador Cienfuegos como titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la dependencia contrató a 10 empresas señaladas como fantasmas por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en al menos seis obras de infraestructura realizadas en instalaciones militares en Sinaloa.

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Las compañías recibieron pagos por un total de 87.2 millones de pesos por proveer diversos bienes y servicios contratados en la rehabilitación del Hospital Doctor Martiniano Carvajal en Mazatlán, en obras de mejora en el Centro de Justicia ubicado en el campo militar 9-A en Culiacán y en la construcción de una brigada de la policía militar en El Sauz y en la instalación de un vivero.

También se usaron compañías de papel en la construcción de tres unidades habitacionales militares, una ubicada en Culiacán, otra en Mazatlán y la tercera en Guamúchil.

Los conceptos de las 135 facturas amparan la compra de sillas, mesas, colchones, señalamientos viales, estructuras metálicas, materia de papelería, cables y cortinas antibacterianas para un hospital, de acuerdo a la información proporcionada por la Administración General de Servicios al Contribuyente del SAT tras diversas solicitudes de información.

En los comprobantes fiscales también se consignan servicios de copias, viajes de grava y arena, retiro de escombro y suministro de cemento, así como la renta de retroexcavadoras, motoniveladoras y camiones de volteo.

Las 10 empresas fueron investigadas por el SAT tiempo después de prestar los bienes y servicios a la Sedena debido a que la autoridad fiscal detectó que estaban emitiendo comprobantes fiscales sin contar con los activos, personal, infraestructura o capacidad material para prestar los servicios o para producir o entregar los bienes que amparaban sus facturas.

Aunque se les enviaron diversos oficios para que presentaran sus alegatos de defensa, nunca lograron desmentir las acusaciones del SAT y finalmente fueron exhibidas en el Diario Oficial de la Federación como contribuyentes que simulan operaciones. Esto implicó que todos los comprobantes fiscales que habían emitido en el pasado fueran declarados inválidos.

 

Se disolvieron tras prestar los servicios

Cuatro de las compañías fueron constituidas en Culiacán, una en Mazatlán, dos en Jalisco, dos en Puebla y una en Ciudad de México. Además, al menos cuatro de las sociedades ya fueron disueltas, según las actas notariales consultadas en el Registro Público del Comercio.

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Dos de las firmas que ya se disolvieron fueron constituidas en Culiacán por el mismo notario José Antonio Núñez Bedoya. Las empresas denominadas Construcción y Diseño Nueva Era y Grupo Total Más y Compañía fueron liquidadas el mismo día: el 26 de enero del año pasado.

Además se crearon en 2013 con aproximadamente un mes de diferencia. Construcción y Diseño Nueva Era fue contratada por la Sedena para retirar escombro durante la construcción de un Centro de Justicia Reducido ubicado en el campo militar 9-A en Culiacán, una pequeña obra que tuvo una inversión de cerca de 5 millones de pesos.

 

COSTERITA-LOS HUIZACHEZ. Un tramo muy caro.

 

Grupo Total Más y Compañía fue contratado por la Defensa Nacional en los mismos trabajos realizados en el Centro de Justicia militar. Al menos 931 mil 644 pesos del presupuesto total de la obra, es decir el 18 por ciento, se destinaron al pago de 19 facturas a esta firma fantasma para que se encargara de retirar escombro, suministrar gravilla y arena y rentar maquinaria pesada a los ingenieros militares durante 2016.

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Este grupo empresarial no solo fue proveedor del Ejército en Sinaloa, también aparece en diversos listados del DIF estatal, a quien le brindó servicios de reparación del sistema de enfriamiento de una alberca en 2016 y mantenimiento de edificios públicos en 2015, mientras que en la Secretaría de Desarrollo Social del Estado se encargó de la reparación de vehículos, según un padrón de proveedores de 2016.

 

El mayor desvío en El Sauz

La obra más importante que realizó la Sedena en Sinaloa durante la gestión de Cienfuegos Zepeda fue la construcción de una brigada de la policía militar en el campo 9-F ubicado en la comunidad de El Sauz, en la sindicatura de Costa Rica. Los trabajos, que iniciaron en diciembre de 2017, tuvieron un costo final de 739.7 millones de pesos que fueron aportados por el Gobierno de Quirino Ordaz Coppel.

Adicionalmente también se destinaron 45 millones de pesos para construir un cuerpo de 7 metros paralelo al camino existente en el tramo Costerita-Los Huizachez. Según se justificó en el convenio firmado entre Sedena y Gobierno del Estado en octubre de 2018, este tramo era importante edificarlo porque se esperaba un tránsito terrestre considerable en esa zona en virtud de la cantidad de militares que estarían asignados al campo militar.

El 27 de noviembre de 2018, el entonces presidente Enrique Peña Nieto, en compañía del secretario Salvador Cienfuegos y el gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz, inauguraron el complejo militar de El Sauz construido en una superficie de unas 100 hectáreas.

Durante la ejecución de esta obra la Sedena contrató a Maratsa, que meses después de firmar los últimos contratos con la Dirección de Ingenieros Militares fue exhibida por el SAT como una empresa que factura operaciones simuladas o ficticias.

Esta compañía contratada en la construcción del complejo militar en El Sauz fue la que facturó el monto más alto de las 10 firmas usadas por Sedena en Sinaloa. Las facturas de Maratsa ascienden a un total de 65.6 millones de pesos.

La firma fue constituida en Culiacán el 3 de octubre de 2016 y tiene su domicilio fiscal en una vivienda deshabitada en la colonia Industrial Bravo.

Al consultar a los vecinos del sector dijeron desconocer que ahí operara alguna empresa de construcción o venta de materiales. Los dueños, según el acta constitutiva, son Jorge Adolfo Rodríguez Camacho y Patricia López Jacobo. El mismo día que formaron Maratsa también crearon otra firma denominada Raderser, que también reportó el mismo domicilio fiscal en la Industrial Bravo.

Esta empresa también ya fue declarada fantasma por el SAT y se disolvió desde mayo de 2018. Maratsa estaba en la mira del SAT desde principios de 2018. El 14 de diciembre de ese año se le notificó en su buzón tributario el oficio donde le detallaban las inconsistencias encontradas y le pedían remitir información para desvirtuar la acusación de que simulaba operaciones.

Sin embargo la empresa no consiguió aclarar su situación y el 5 de septiembre de 2019 fue exhibida en el Diario Oficial de la Federación como empresa fantasma en calidad de definitiva.

En el complejo militar El Sauz también se construyó un vivero, donde la Sedena contrató a Construcciones Térrica por viajes de arena y grava. Esta compañía, que fue señalada por el SAT como una entidad que factura operaciones simuladas, recibió pagos por 866 mil 458 pesos.

La constructora fue constituida en Ocotlán, Jalisco en enero de 2014. Según los contratos revisados su apoderado legal es Arturo Cajero Capetillo, que a su vez es el representante de otras tres empresas que también ya fueron señaladas como fantasma por el SAT.

 

HOSPITAL MILITAR EN MAZATLÁN. El mismo esquema.

 

Obras hospitalarias y habitacionales con facturas falsas

En la rehabilitación del Hospital Militar Regional de Especialidades ubicado en Mazatlán, que tuvo una inversión de 400 millones de pesos, la Sedena pagó 18.7 millones durante 2015 a Soligmed y a Ventas y Promociones Tomaky, ambas empresas fantasma. Tomaky, que recibió pagos por 6.3 millones de pesos a través de 16 facturas, fue constituida en la ciudad de Puebla en 2005.

En 2017 fue exhibida por la autoridad fiscal como simuladora de operaciones y en mayo de 2019 fue disuelta por acuerdo de sus socios, según el acta notarial consultada para este reportaje.

Esta firma parecía ser multifacética. En las obras realizadas en el hospital militar a cargo de la Defensa Nacional vendió sillas, mesas, colchones y un horno para pan, mientras que al Ayuntamiento de Silao, en Guanajuato, le prestó servicios de mercadotecnia y asesorías.

Además, el mismo año en que la autoridad fiscal la señaló como fantasma, también fue exhibida como una de las empresas que en el último año del gobierno de Javier Duarte en Veracruz recibieron pagos irregulares en publicidad oficial, según los resultados dados a conocer por el Órgano de Fiscalización Superior del Estado tras la revisión de la cuenta pública 2016.

Otras pequeñas obras donde la Sedena también usó empresas de papel fueron en los trabajos de mejora realizados en la Unidad Habitacional Militar de Culiacán, en la de Guamúchil y en la construcción de una barda en la unidad habitacional de Mazatlán.

Entre las contratadas estuvieron Distribuidora Ricali, Intelligent Publimarket y Larent Constructores. Esta última también ha sido contratista de Liconsa, a quien le prestó servicios de impermeabilización, mientras que a la Sedena le vendió accesorios metálicos.

Artículo publicado el 25 de octubre de 2020 en la edición 926 del semanario Ríodoce.

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