Actuemos como comunidad

colectivo

Vamos a fracasar ante el Covid-19 si no dejamos de ser una muchedumbre de solitarios, egoístas, desconectados e individualistas.

Lea: Microempresas: otro México olvidado https://bit.ly/358sjUh

Vamos a fracasar si funcionamos como pandillas intolerantes a la diversidad, como rebaños violentos que ponen la etiqueta de enemigo con base en estereotipos y paranoias.

El problema que nos afecta a todos es la combinación de una pandemia global, una recesión económica mundial, el debacle del mercado petrolero, el descenso de remesas y una crisis de violencia criminal.

Fracasar significa miles de muertes, millones de desempleados, cierre de la planta productiva, mayor pobreza, conflictos sociales y más impunidad criminal.

Guillermo Cejudo, consejero académico de CONEVAL, sostiene que 68 millones de mexicanos tienen una fuente principal de ingresos altamente frágil ante esta crisis; y Gerardo Esquivel, subgobernador del Banco de México, asevera que al ritmo al que se están perdiendo empleos es posible suponer que para fines de abril se habrán perdido alrededor de 700 mil empleos en todo el país. Ambos especialistas ocupan esos espacios institucionales por propuesta del presidente López Obrador.

Si se hace realidad el pronóstico de descenso de 6.6 puntos del producto nacional, eso significará que estamos viviendo el inicio de la mayor crisis económica de la historia independiente de México.

Saldremos adelante si nos comportamos como una comunidad cohesionada, con valores y planes comunes, conducidos por un proyecto nacional

Una lección del Covid-19 es que el desempeño de los otros afecta desde la economía hasta la salud de nosotros.

La  múltiple red de contactos e interacciones entre los mexicanos debe ser organizada para que funcione ordenada, eficiente y eficazmente.

Debe haber una hoja de ruta, que señale metas concretas, tiempos, responsables y mecanismos de control y evaluación. Planeación y no rollo.

Tenemos un destino compartido. Necesitamos juntarnos, dialogar, confrontar opiniones y acordar acciones.

Es urgente trabajar para minimizar los impactos de las crisis actuales; reconstruir la economía; y lograr un país con una visión incluyente, con visión de futuro

Es muy importante construir un programa de emergencia económica para impedir que el cierre temporal se vuelva semi-permanente o estructural, evitar el quiebre económico de personas, de familias y de empresas.

Un plan del tamaño del que se necesita no es el anuncio unilateral de acciones de gobierno. Un plan robusto técnica y socialmente asigna un encargo y una labor a cada grupo social, le da un rol a partir de haber recabado ideas y conformado proyectos mediante un diálogo plural, amplio y respetuoso.

En Sinaloa 153 mil familias en situación de pobreza tienen su fuente de ingresos en estado vulnerable por la crisis del Covid-19 pero, incluso, 227 mil familias que no están en situación de pobreza también tienen ese problema con su fuente principal de ingresos.

En Sinaloa, por ejemplo, los miembros del Consejo Sinaloense de Hombres de Negocios, deben estructurar un programa de proyectos económicos grandes de inversión privada que faciliten la recuperación económica del periodo 20-21. Proyectos que también tengan como objetivo el abatimiento de la desigualdad, que ayuden a reconvertirse a la nueva economía digital, que incorporen en cadenas productivas a las microempresas y que integren a las zonas más atrasadas. Solos no se van a hacer, hay que esculpirlos con participación de los otros agentes sociales y políticos.

En Sinaloa, también, es imprescindible estructurar un programa de recuperación del turismo. Un programa que defina detalladamente lo que todos debemos hacer, que no espere que espontáneamente se recupere la actividad sino que proactivamente realice las acciones que provoquen la reactivación. Con calendario y objetivos.

En Sinaloa, además, es básico un programa especial para las microempresas que les den más oportunidades de negocio y más capacidades de generar riqueza. Ahí está la tercera parte de los empleos. Se requiere una amplia  acción pública y privada de capacitación, financiamiento, digitalización y vinculación con cadenas de valor. Ahí se define si hay mucho o poco en las mesas familiares.

No es tiempo de buscar enemigos y proponerse la eliminación del diferente, de llamar adversario a quien no se subordine al pensamiento único.

El tamaño del problema requiere una acción colectiva fuerte. Privilegiar lo público y lo común.

Necesitamos ser una comunidad, una agrupación humana cuyos miembros compartan una misma conciencia moral que les permita atar la suerte de unos a la de otros y cooperar entre sí.

Planear juntos.

Columna publicada el 26 de abril de 2020 en la edición 900 del semanario Ríodoce.

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email
  • 00
  • Dias de Impunidad
RÍODOCE EDICIÓN 1106
GALERÍA
Se desató el caos en los Emiratos Árabes Unidos después de que el país fuera testigo de las lluvias más intensas de los últimos 75 años, registrándose en algunas zonas más de 250 mm de precipitaciones en menos de 24 horas
COLUMNAS
OPINIÓN
El Ñacas y el Tacuachi
BOLETÍN NOTICIOSO

Ingresa tu correo electrónico para recibir las noticias al momento de nuestro portal.

cine

DEPORTES

Desaparecidos

2021 © RIODOCE
Todos los derechos Reservados.