Como si tratara de un episodio “bono” en la vida de Joaquín el Chapo Guzmán, uno de los escoltas de su esposa Emma Coronel Aispuro durante el juicio del capo, fue arrestado el pasado miércoles 18 de septiembre acusado de poseer y distribuir cocaína a un grupo de proveedores que surtían droga en el condado de Queens, en Nueva York.

El presunto traficante de droga se llama Ishmael Bailey, de 36 años, un agente activo del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), quien era vigilado desde que terminó el juicio del esposo de su patrona. Entonces trascendió que además de su trabajo como agente policíaco, también ofrecía servicios de seguridad.

Agentes del NYPD empezaron a investigarlo; desde cuentas bancarias, llamadas telefónicas a personas que trabajaban para el Cártel de Sinaloa, correos electrónicos, así como a gente con quien se codeaba, determinando entonces que Bailey “podría estar relacionado con gente del crimen organizado que opera en Nueva York”.

En el expediente Q19634881, radicado en el condado de Queens, se explica cómo el sargento Jermaine Taylor, de la división de Asuntos Internos del NYPD, intensificó la investigación, determinando a las pocas semanas que era necesario montarle una trampa mediante agentes encubiertos que se harían pasar por narcotraficantes.

Posteriormente lo contactaron y le ofrecieron un pacto en el que Bailey se comprometía a proveer seguridad para la transportación de varios kilos de cocaína, dentro de la misma ciudad de Nueva York, a cambio de un pago de mil 500 dólares por cada kilo de droga que llegara a su destino.

“El 4 de septiembre pasado, alrededor de las 5:00 de la tarde, el acusado se encontró con el agente encubierto para cerrar el trato y mover los primeros 3 kilos de cocaína, para lo cual entregaron a Bailey un adelanto de 2 mil 500 dólares, mientras que los 2 mil dólares restantes serían entregados una vez completado el trabajo”, se explica en el documento, del cual Ríodoce tiene una copia,

Los agentes encubiertos siguieron empleando a Bailey durante las próximas semanas, en una afán por sacarle más información y determinar si la droga venía de una célula ligada al Cártel de Sinaloa, según informaron fuentes del NYPD, pues existía la duda de que hubiera brindado servicios a Emma Coronel gracias a conexiones con gente ligada a su esposo.

No fue sino hasta el pasado miércoles por la noche, cuando varias unidades del NYPD lo ubicaron en una intersección de Queens y lo arrestaron; le presentaron cargos por posesión, venta y tráfico de cocaína, además de ofrecer protección para el trasiego de droga.

“Es lamentable que un agente que tiene doce años como agente activo de la policía de Nueva York haya sido arrestado por este tipo de cargos; con esto decimos que en nuestras policías no habrá ningún tipo de tolerancia para este tipo actos”, dijo John M. Ryan, fiscal del condado de Queens.

Bailey ganó notoriedad cuando fue fotografiado y grabado en vídeo mientras escoltaba a Coronel Aispuro cuando asistía al juicio del Chapo Guzmán. Vestido siempre de negro y con gafas color oscuras, nunca se precisó cómo Bailey fue conectado o recomendado con la familia, si fue a través de las conexiones del propio capo o mediante sus familiares políticos, aunque está documentado por la DEA que Queens, Brooklyn, y Manhattan eran algunos de los principales centros de distribución que tenía Guzmán Loera cuando estaba al frente de su organización.

Compañeros y familiares de Bailey han dicho por su parte que lo que realmente ocurre con el agente en desgracia es una cacería de brujas, pues el hecho de ser afroamericano, y haber laborado con la mujer de un hombre como el capo, lo vuelve el blanco ideal para “acusarlo injustamente”.

Como parte del plan para defender a Bailey, sus amigos han creado una página en su nombre para juntar 7 mil dólares adicionales, y así sacarlo bajo fianza, la cual asciende a 25 mil dólares.

Gente conectada con el Cártel de Sinaloa que aparentemente suple de droga a distribuidores en Nueva York, dijeron que esa “plaza” es una de las más solicitadas del mercado, pues a diferencia de Los Ángeles, donde la coca se vende en 25 mil dólares el kilo, en Nueva York un kilo se vende hasta en 45 mil dólares, lo mismo que un kilo de heroína blanca, que alcanza el mismo precio, mientras que las pastillas de Oxicotina (fentanilo) alcanzan precios de hasta 20 dólares por píldora.

“No me extrañaría que (a Bailey) lo hayan conectado desde aquí. Porque la familia (Guzmán) no iba a poner a cualquiera, sino a alguien de toda su confianza”, opinó un operador del Cártel de Sinaloa, quien solicitó no se revelara su identidad.

Bailey tendrá su primera audiencia preliminar hasta el próximo 3 de octubre, y de ir a juicio y ser encontrado culpable, podría enfrentar una pena de hasta 15 años en prisión.

Artículo publicado el 22 de septiembre de 2019 en la edición 869 del semanario Ríodoce.