El hoyo en el que cayó Alejandra tenía más de un año abierto. Lo sabía el Ayuntamiento pero nunca lo tapó. Los vecinos lo habían reportado en varias ocasiones por el riesgo que representaba.

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La joven de 17 años intentaba salvarse de la corriente durante la tormenta de la tarde del pasado jueves 5 de septiembre, pero cayó al colector pluvial.

Alejandra se dirigía a entrenar con su equipo de voleibol Guerreras Tigres del colegio Sebec.

La institución educativa la describió como una “destacada deportista, excelente estudiante, ejemplar hija y querida amiga”.

En un video que circuló en redes sociales se observa la zona inundada y a Alejandra luchando contra el agua que corre hacia la entrada al colector.

La joven trata de llegar hacia dos mujeres que se encuentran sosteniéndose de un vehículo varado en medio de la calle para evitar ser arrastradas.

Alejandra se devuelve, debido a que su vehículo que estaba detenido en un poste, empezó a ser arrastrado por la corriente, pero de repente el boquete la succionó.

Las otras dos mujeres permanecieron agarradas a su vehículo durante varios minutos hasta que llegaron agentes policiales y las rescataron.

Después de que fueron rescatadas el nivel del agua continuó subiendo hasta alcanzar la altura del techo del carro.

Elementos de los cuerpos de rescate y las corporaciones policiales iniciaron la búsqueda, pero no pudieron localizar a Alejandra ese día.

El comandante del cuerpo de Bomberos, Adán Shinagawa Araujo, dijo que por las condiciones que había decidieron suspender la búsqueda durante la noche.

“Lo que se hizo fue hacer un recorrido sobre el colector pluvial, había la posibilidad de que estuviera el cuerpo atorado, en estas situaciones normalmente los colectores tienen esas características”, indicó.

A las 8:00 horas del día siguiente (viernes 6 de septiembre), más de 50 elementos de los cuerpos de rescate y corporaciones policiales se dividieron en 13 grupos y reanudaron la búsqueda por los drenajes pluviales de la zona y los lugares donde desembocan.

Alrededor de las 8:40 horas el cuerpo fue encontrado en el canal Recursos Hidráulicos, a espaldas de la Secretaría de Educación Pública y Cultura, aproximadamente a 2 kilómetros de donde desapareció.

De acuerdo con Shinagawa Araujo, la noche anterior no se hizo la búsqueda en el canal porque el nivel del agua no lo permitió.

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“Con un nivel de agua como el que teníamos muy superior al de hoy, el canal estaba casi al ras, no había condiciones para la búsqueda”, señaló.

El hoyo donde cayó la joven está en una boca tormenta por la que entra el agua a un colector pluvial de 3 metros de ancho por casi 3 de profundo que desemboca en el canal Recursos.

La loza que cubre el colector en esa zona se quebró tras un choque entre un tráiler y varios vehículos y quedó un hoyo de 2 metros cuadrados.

Desde entonces al menos tres personas cayeron en el hoyo pero no estaba inundado y fueron sacadas por vecinos.

Durante las lluvias fuertes la boca tormenta resulta insuficiente para que entre al colector subterráneo toda el agua que se acumula ahí y empieza a correr por arriba y se encharca.

Con el encharcamiento, la parte quebrada de la loza no se alcanza a ver y se convierte en una “trampa mortal”, según los vecinos, quienes el año pasado alcanzaron a rescatar a un joven que arrastró la corriente y lo llevaba hacia el hoyo.

En las lluvias intensas como la del jueves, el agua alcanza una altura de más de un metro.

Shinagawa Araujo explicó que más de 30 centímetros de agua fácilmente arrastran a una persona y más de 50 centímetros pueden arrastrar un vehículo.

En Culiacán, detalló, esos niveles de agua se alcanzan fácilmente en varias zonas debido a la cantidad de arroyos que la atraviesan.

“La ciudad tiene 26 arroyos principales y cada uno tiene al menos de tres a cuatro arroyos afluentes y cada uno representa un riesgo”.

Ciudadanos reparan falla

Mientras rescataban el cadáver de Alejandra, albañiles y arquitectos llegaron a la zona donde cayó la joven y empezaron a demoler la loza dañada.

Personas que pasaban por el lugar gritaban “ya para qué”, “hasta ahorita vienen”, “a qué chingados vienen ya”, y los automovilistas tocaban el claxon y gritaban, mentaban madres y hubo hasta quien gritó “asesinos, eso fue un homicidio culposo”.

Los mismos vecinos criticaban que hasta después de que falleció una persona estuvieran reparando la loza porque creían que era personal del Ayuntamiento que al fin estaba atendiendo las quejas que habían presentado.

Pero no. Los albañiles y arquitectos eran ciudadanos que decidieron hacer lo que el Ayuntamiento no hizo.

El arquitecto Francisco Monárrez dijo que decidieron reparar la loza conmovidos por la muerte de Alejandra y para evitar que ocurran otras tragedias, aunque el Ayuntamiento los puede multar.

“Es por nuestra cuenta, esto que lamentablemente pasó hay personas que nos tocó y yo estoy muy conmocionado y quiero aportar a que no vuelva a pasar otra tragedia más”, dijo.

Comentó que la reparación tendría un costo menor a los 2 mil pesos.

“Empezamos a hacer la reparación y en la forma del concreto me doy cuenta que tiene mucho tiempo que se rompió, lo único que estamos haciendo es repararlo para garantizar que una persona no vuelva a caer, no queremos una víctima más”, señaló.

Mencionó que a la loza le faltaban casi 2 metros cuadrados de concreto por el que fácilmente pueden caer dos personas hacia el colector.

Dijo que si fue quebrada durante un accidente como aseguran los vecinos, la póliza de seguro de los vehículos debió cubrir la reparación de la loza.

El arquitecto pidió al Ayuntamiento que investigue al responsable de los colectores y a quien no atendió la queja que presentaron los vecinos.

“Debe haber sanciones, no es posible que este lugar que ya estaba reportado, no lo hayan reparado, es más probable que a uno como constructor lleguen a querer a extorsionarte a que reparen estos problemas”, expresó.

Sí había denuncia: alcalde

El Alcalde Jesús Estrada Ferreiro reconoció que había una denuncia por el hoyo en el colector pluvial.

“Yo no me di cuenta de cómo fue que está abierta esta parte de la banqueta, es un respiradero para la alcantarilla si no lo hubiéramos mandado a reparar, sí había una denuncia y aunque no se atendió correctamente respondo por las consecuencias jurídicas que se haya hecho, no voy a negar la responsabilidad al Ayuntamiento de Culiacán”, dijo.

Mencionó que se investigará de quién fue la omisión de no atender el reporte de que estaba abierto ese hoyo en la entrada al colector pluvial.

Señaló que además se investigará si el negocio de lubricantes ubicado en la zona donde la joven cayó al colector, tiene autorización, ya que al parecer está sobre el cauce del agua.

Aseguró que el municipio iniciará una revisión de alcantarillas y colectores pluviales para detectar los que estén abiertos y cuáles requieren reparaciones; y de las personas que construyeron junto a los arroyos.

Culiacán está plagado de personas que están invadiendo lechos de los arroyos, lo cual puede hacerse siempre y cuando haya factibilidad de que el agua se desfogue correctamente, mencionó.

Artículo publicado el 8 de septiembre de 2019 en la edición 867 del semanario Ríodoce.