El Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México realizó un homenaje simbólico al artista plástico Francisco Toledo, fallecido ayer jueves.
En memoria del reconocido creador se montó una ofrenda floral.
En el homenaje simbólico, ya que el maestro Toledo no quería actos oficiales y rimbombantes a su muerte, la gente tuvo oportunidad de llevar flores y ver parte de su obra colocada en el vestíbulo del recinto de mármol, publicó La Jornada.
Las primeras personas en llegar con sus flores fueron la joven Ana Morales y la señora Sara Rangel Estrada, quienes coincidieron en que “se fue un grande de México”.
“Me sorprendió la muerte de Toledo. En Oaxaca nos quedamos en la orfandad porque gracias a él tuvimos acceso a la cultura, el cine, la lectura. Luchó contra los transgénicos y recuperó el ex Convento“, compartió la oaxaqueña Ana Morales.
Mientras se escuchaba la música del Coro de los Madrigalistas, se acercaban las personas a ver una pequeña fotografía de Toledo junto a un perro xoloescuincle que después sería cambiada en dos ocasiones por un retrato más grande del artista realizado por Graciela Iturbide.
En el libro de recuerdos, el señor Raúl Navarro se tomó su tiempo para dejarle unas palabras a Toledo, quien fue su compañero en el Taller de grabado de Mario Reyes.
“Perdimos al más grande de la plástica mexicana. Fue un hombre bueno, tranquilo y defensor de las buenas intenciones y de los buenos proyectos“, expresó Navarro.
El público y admiradores de Toledo desde las 13:00 horas llegaron al recinto de mármol donde también se colocaron canastas de maíz y algunos papelotes de colores con frases dedicadas al pintor tomadas de las redes sociales.
La señora Esperanza Hernández Rodríguez, de 79 años, llegó alrededor de las 15:30 horas a despedir al maestro juchiteco, a quien conoció por lo que sus hijos le platicaban.
