Dámaso Murúa Beltrán autor de El Güilo Mentiras falleció el pasado miércoles a los 86 años de edad debido a complicaciones de salud.
De acuerdo a Noticias Digitales Sinaloa el autor había sido internado desde el pasado lunes en el Hospital Los Ángeles en la Ciudad de México, donde murió.
El narrador y ensayista nació en Escuinapa el 13 de agosto de 1933 y radicaba en la Ciudad de México. Estudió Contaduría y Auditoría en el Instituto Politécnico Nacional.
El personaje de El Güilo Mentiras, un pescador mentiroso que narraba proezas que nadie le creía en el pueblo de Escuinapa, lo dio a conocer a nivel internacional.
Fue fundador de Salamandra (revista de Monterrey); director fundador de Albatros (revista de la UAS de Culiacán). Colaborador de Crisis (Buenos Aires), El Día, El Nacional, México al Día, y Salamandra. Premio de Cuento Puerto Vallarta 1984 por El tiburón larín.
A través de redes, su hijo Yuri Murúa confirmó el deceso. Señaló que el escritor padecía problemas de salud desde hace varios años.
Lo describió como “un contador de historias y de fabulas”, un “padre tan chingón, tan fuerte y tan integro en tus pensamientos. Gracias a ti conocí a gente extremadamente importante de la literatura, de la polaca, de la izquierda ‘tan agredida’ en este país Mi México querido”.
“Conocí por ti andar por este mundo, vagando, siendo una persona honesta, siempre preocupado por tu gente de Sinaloa y sobretodo de tu pueblo Escuinapa. Me platicabas las historias más locas y más maravillosas de esos personajes de tu pueblo Escuinapa, tan maravillosos de los cuales pudiste plasmar en papiros modernos sus locuras y sus aventuras”.
Mencionó que su padre dejó 30 libros publicados, cinco de ellos inéditos y más de 2 mil textos en varios medios impresos.
Añadió que su palabra queda en los libros, textos, “no te has ido, solo se fue tu cuerpo, tu inteligencia, tu conciencia sigue y seguirá por muchas décadas, tal vez siglos”.
“Sé muy bien que nos diste todo lo que un hijo espera de un padre: educación, honestidad, diversión, pero sobre todo integridad. Me imagino que ahora que has cruzado la puerta del umbral, el Güilo Mentiras, Galeano, el Juanón, mi tía Rita, Mi tía Ofelia, el Kiki, el Negro Silva, Monsi, Santana, mi tío Carlos, mi tío José, Lagunilla, Lope Saracho, Pilar, Berdegué, Huerta, el doctor Torres, Mi tía Carmela, etc, han de estar felices porque ya está el Cuentista, el narrador, el ensayista, el funcionario, el platicador, con ellos, ya me imagino la fiesta del siglo, camarones de la tambora, tamales barbones, de picadillo, tacos de camarón, lisas del tamburro a las brasas, frijoles de la olla, bocoles, carne variada, caldo de camarón, camarón seco para la cerveza que me imagino ya Sinaloa en estos momentos ha de estar sin cerveza por que el Güilo ya pidió toda la que estaba en bodegas para abastecer a Sinaloa, para tu llegada”.
Artículo publicado el 31 de marzo de 2019 en la edición 844 del semanario Ríodoce.
