La noticia de la captura de un supuesto culpable del asesinato de Javier Valdez Cárdenas significa algo importante pero no lo es todo, solamente un paso hacia la verdadera impartición de justicia, según explicó Maureen Meyer, integrante de la Oficina de Washington sobre Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés).
La directora para México y Derechos de Migrantes de WOLA explicó vía telefónica que la captura de Heriberto “N” significa más un reto para el gobierno mexicano hacia la verdadera impartición de justicia.
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“Creo que por un lado la detención de una persona que puede estar involucrada en el asesinato es importante pero no lo es todo. Creo que lo que ha preocupado tanto en este caso como en la mayoría de los casos de asesinatos de periodistas es justamente la lentitud de las investigaciones, y en la mayoría de los casos se quedan impunes, que nunca se investiguen quiénes son los responsables tanto de ataques y amenazas como de asesinatos de periodistas en México”.
WOLA, como organización, ha trabajado durante muchos años sobre la situación de los defensores de derechos humanos y de los periodistas en México, siguiendo de cerca diversos mecanismos de protección así como el seguimiento de lo ocurrido en el país. Y tras 11 meses de impunidad, Maureen Meyer explica lo que ella considera el reto para la justicia mexicana en el caso de Javier Valdez.
“Creo que lo importante de este caso y otros es que no solamente es investigar quiénes fueron los responsables directos sino quién mandó a autorizar este asesinato. Como en los otros casos, estas personas, en la mayoría de los casos los periodistas han sido asesinados por el trabajo que están haciendo de investigación en México y es importante ir al fondo de quiénes son los que están autorizando o presionando a que ataquen a periodistas o en el peor de los casos que los maten”.
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El asesinato de Javier Valdez ocurrió el 15 de mayo de 2017, año en que en el país se registraron 12 casos de homicidios de periodistas. Según un informe de Reporteros Sin Fronteras, durante ese año se contabilizó 39 casos en el mundo, es decir, un tercio ocurrió en territorio mexicano.
El elevado número de atentados debe ser combatido desde un marco legal efectivo, y por ende, la procuración e impartición de justicia son el reto para el gobierno de México, según insistió Maureen Meyer, quien señala de paso que de esclarecer al 100 por ciento el caso de Javier Valdez, sería una muestra de un compromiso que a la fecha parece no existir.
—¿Qué significaría para la justicia mexicana que esclarecieran este caso al 100 por ciento?
—Creo que sería una muestra del compromiso que en el gobierno mexicano para la libertad de expresión en el país y asegurar la protección de periodistas que actualmente no existe. Creo que si el gobierno se compromete a por lo menos dar resultados en casos tan llamativos y que tanto han tenido la atención internacional como lo es el caso de Javier Valdez, es una señal de que el gobierno sí tiene el compromiso con la libertad de expresión y de investigar estos ataques.
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“Vale la pena resaltar que no se ha visto en todos los otros casos y en este caso, un compromiso verdadero del gobierno de asegurar que todos los casos, todas las amenazas y todos los asesinatos sean investigados”.
—Este sexenio se ha caracterizado por la cantidad de atentados a reporteros, periodistas y defensores de derechos humanos.
—Sí. Se ha expandido bastante estos ataques en el gobierno de Peña Nieto, y esto justamente muestra por un lado una falta de compromiso a apoyar a la libertad de expresión en México, a los periodistas, a la defensa de los derechos humanos y también los vacíos en el sistema de justica para asegurar que sí están llevando investigaciones de fondo y sancionando a quienes están cometiendo estos delitos.
Las agresiones contra periodistas en el país se han incrementado de forma alarmante, mientras que la impunidad prevaleciente en los casos de asesinatos es de 90 por ciento.
Según un informe del Programa de Agravios a Periodistas y Defensores Civiles de Derechos Humanos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Desde el 2000 a la fecha han sido asesinados 131 periodistas en México (entre ellos 13 mujeres), 20 se encuentran desaparecidos desde 2005 y han ocurrido 52 atentados contra instalaciones de medios de comunicación a partir de 2006. Por ello, según explica Maureen Meyer, la impunidad no puede seguir como una constante, y concluye.
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“Resaltar que lo más importante para prever más ataques y más asesinatos y eventos tan desafortunados como lo fueron el asesinato de Javier Valdez y de Miroslava Breach y otros, es justamente llevar ante la justicia a los responsables, como señal de que estos delitos no deben quedar en la impunidad y hasta el momento el reto del gobierno mexicano es demostrar que sí tienen el compromiso de asegurar que la impunidad no es lo que perdura en todos los casos”.
Artículo publicado el 29 de abril de 2018 en la edición 796 del semanario Ríodoce.
