Quirino anuncia inversión millonaria para nuevo hospital, entre reclamos de medicamentos y mejoras laborales del sector salud

Con la misma capacidad y material humano pero con un costo de mil 200 millones de pesos, Culiacán tendrá nuevo Hospital General (HG). El actual, inaugurado en mayo de 1990, es obsoleto, dijo el gobernador Quirino Ordaz Coppel.

El Hospital General “Bernardo J. Gastélum” abrió sus puertas en mayo de 1990 y a 28 años de su fundación dejará de funcionar. En contraparte, los Servicios de la Salud de Sinaloa acusan un severo caso de desabasto de medicamentos e insumos, así como malestar entre sus trabajadores por las precarias condiciones laborales.

Durante la mañana del lunes 26 de marzo, mientras las puertas del HG de Culiacán permanecían cerradas, Quirino Ordaz Coppel realizaba un recorrido de inspección. Detrás de él, micrófonos y cámaras. El anuncio estaba listo para ser revelado.

Y las interrogantes que surgen de la noticia son muchas. Son mil 200 millones de pesos para un nuevo hospital y unos Servicios de Salud endeudados y que trabajan a marchas forzadas. Deudas con proveedores, un Hospital Pediátrico de Sinaloa en crisis y desabasto generalizado, son el panorama.

Y apenas un día después del anuncio, decenas de trabajadores de contrato de la Secretaría de Salud se manifestaron en el Patio de la Unidad Administrativa. La demanda son las bases. Son más de mil 200 trabajadores que laboran en condiciones de precariedad, con un salario mínimo y sin seguridad social ni prestaciones.

Pero el nuevo Hospital General de Culiacán, de más de mil millones de pesos no va a requerir mayor personal que el que ya se tiene.

Sin quitar el dedo en el renglón
“Desde ya hace algunos años se había planteado la necesidad de tener un nuevo hospital general aquí en Culiacán. El hacer un hospital, por ejemplo, de mayor cantidad de camas que te implicaría también mayor contratación de personal, incrementar el gasto operativo también para medicamentos y eso es recurso, precisamente, que ha venido afectando mucho al sector salud, el que no se tienen los recursos para pago de nómina, para pago de materiales y lo que queremos es sobre todo dar mucha calidad”, dijo el gobernador Quirino Ordaz.

Pero la historia se remonta al sexenio de Mario López Valdez, quien a través de los Servicios de Salud de Sinaloa adjudicó la “sustitución” del HG de Culiacán a la empresa Promotora y Desarrolladora Mexicana de Infraestructura en Salud (Prodemex). Con el numeral EA-925006998-N53-2013, la empresa tenía previsto invertir en un principio mil 982 millones 711 mil pesos en la construcción, equipamiento y contratación de seguros bajo el esquema de inversión público-privada, donde Banobras aportaría mil 586 millones y el resto la empresa ganadora del contrato.

Además de la construcción del nosocomio, Prodemex solicitaba la operación del mismo durante 25 años. Este hecho generó aún más suspicacia en la sociedad civil sinaloense, bajo la sospecha de que se comprometerían recursos públicos durante ese tiempo.

En marzo de 2015, el ex gobernador López Valdez se aferró a la construcción de los nuevos hospitales, tanto en Culiacán como en Mazatlán, ambos bajo el esquema de inversión público-privado. Ahí, Malova explicó que era una necesidad, era una cuestión “de vida o muerte”.

Entonces se creó el foro “Análisis Público Privado para el Desarrollo Social de Sinaloa”, donde participaron 14 panelistas. El resultado para Malova fue mayor descontento y finalmente los hospitales no fueron construidos.

A casi cinco años de distancia, el actual gobernador anuncia que el nuevo HG de Culiacán contará con el mismo número de camas, y una de las diferencias es que tendrá más del doble de superficie de construcción que el actual, es decir, se edificará en una área de 25 mil metros cuadrados, exclusivamente con recursos públicos.

El nuevo hospital de Quirino

Desde temprana hora sus puertas estaban cerradas. Sobre la acera de la calle Juan Aldama, un conserje comenta que el aviso era que cerrarían desde el miércoles 28 y no ese mismo lunes 26. La gente se asoma por las ventanas polarizadas, no ve nada, ni un solo letrero y se marchan.

Son usuarios que acuden a consulta al HG de Culiacán, que atiende a más de mil usuarios de todo el municipio de manera diaria. María Esther, originaria la comunidad de Las Puentes, de la sindicatura Benito Juárez, localidad conocida como Villa Juárez, acudió a sacar cita de control oftalmológico.

Se trasladó casi una hora de camino después de que el martes 20 de marzo durante su consulta en el Centro Médico de Villa Juárez, le solicitaran unos estudios. Ella es paciente diabética, tiene 50 años y es ama de casa. Pero en el HG no hubo quien la atendiera. Sus puertas estaban cerradas.

Casi una hora después, el gobernador hizo su arribo al nosocomio. Le abrieron las puertas e ingresó a inspeccionar los pasillos del recinto. Detrás de él reporteros gráficos y camarógrafos documentaron la visita. Luego, en el auditorio atiende a los reporteros. La noticia se le hacía nudo en la garganta, y la suelta.

“Como lo he señalado desde el inicio de mi administración, la prioridad más relevante, más sentida y que mayor rezago ha presentado precisamente en las carencias que tenemos en equipamiento, en infraestructura, en el abasto de medicamento es en el sector salud”, explicó a medios.

Quirino se ensancha y señala que el sector es mucho muy sensible. Dice que la gente lo reciente mucho y que la población se ve afectada precisamente cuando no se tienen los elementos indispensables, “cuando no se tiene el equipo adecuado o la infraestructura como es el caso del Hospital General de Culiacán, se encuentra totalmente deteriorada”.

Y luego el anuncio. “Por eso es que anuncio el día de hoy que hemos obtenido, hemos logrado recursos públicos, cien por ciento públicos para lograr y obtener la construcción de un nuevo hospital general en Culiacán. Es una inversión estimada en 1 mil 200 millones de pesos, será un hospital totalmente nuevo aquí en Culiacán, en un terreno propiedad de Gobierno del Estado, está exactamente a la salida de la carretera Culiacán-Imala”, indicó el mandatario.

Lo que Quirino Ordaz no pudo explicar fue el destino del “Bernardo J. Gastélum”. El inmueble, ubicado en la colonia Antonio Rosales, dejaría de funcionar una vez terminado el nuevo HG, sin embargo, el uso que se le daría no pudo explicarlo: “Ya valoraremos, este es terreno propiedad de Gobierno del Estado, así es que se valorará cuál será el mejor uso, precisamente para el mismo”.

Dijo que la construcción del nosocomio será con recursos federales, por lo que la edificación del mismo tendrá que ajustarse a las especificaciones de la federación. “Vamos a aprovechar el buen equipamiento que tenga, hay equipamiento que se ha venido adquiriendo, seguiremos adquiriendo equipamiento para el propio Hospital General y todo eso se va a sumar al nuevo hospital. Lo que haga falta se va a comprar, se va a tener un hospital moderno, un hospital como lo merece la ciudadanía de Culiacán y esto refuerza precisamente el que para nosotros, para mi administración, el sector salud es prioritario”.

A este nuevo HG en Culiacán se le suma el que se encuentra en construcción en Mazatlán con inversión de 475 millones 988 mil pesos, proyecto que lleva a cabo la constructora Ingeniería y Control de Objetos SA de CV.

Y en contraparte, la promesa de un nuevo Hospital Pediátrico de Sinaloa (HPS) se queda suspendida junto con el desabasto generalizado en los Servicios de Salud. Quirino anunció que el nosocomio dejó de ser Organismo Público Descentralizado (OPDL) para convertirse en parte de los Servicios de la Salud de Sinaloa. Desde enero de este año, la crisis al interior del mismo se ha acrecentado.

Apenas el viernes 23 de marzo, autoridades del HPS se reunieron con el gabinete de Ordaz Coppel y acordaron un nuevo rescate financiero. Esta vez por 7.5 millones de pesos. Ese mismo día usuarios del nosocomio se quejaron de desabasto.

Desconfianza, el común denominador
ante la falta de transparencia en administraciones anteriores y el tema de las inversiones Público-Privadas que hubo en el pasado sexenio, empresarios y asociaciones ciudadanas se han pronunciado respecto a la construcción de un nuevo Hospital General en Culiacán.

Para el líder de Parlamento Ciudadano, David Moreno Lizárraga, la construcción del nuevo HG ha generado opiniones favorables porque no endeudarán al estado, pero también opiniones que generan sospecha, debido a que será un hospital de la misma capacidad que el actual.

“La gente no confía cunado se anuncia que éste ya está obsoleto, cuando que, volvemos a los argumentos anteriores en el sentido que hay hospitales que tienen 50 o 60 años, el Hospital Civil de aquí de Culiacán que ha sido transformado… hay otros en Guadalajara y México que no están declarados como obsoletos, nadie los ha dejado caer en su mantenimiento, en su evolución necesaria”, señaló.

“Parece ser una insistencia en invertir un recurso mientras todavía el día en que andaba el gobernador en el Hospital General, la gente le estaba reclamando no un nuevo hospital, sino medicamentos, no estaba reclamando instalaciones equis, zeta o ye, está reclamando medicamentos e insumos básicos sin embargo se insiste en la cuestión de la inversión en una nueva obra”, añadió.

Por otra parte, el presidente de Coparmex en Sinaloa, Enrique Pun Hung, espera que esta administración sea más transparente en el uso de los recursos para la construcción de los hospitales de sustitución.

“En su momento cuestionamos la falta de transparencia del procesos de los Hospitales Generales de sustitución, mismo exhorto que realizamos en este momento para que esta obra fortalezca el sistema de salud de Sinaloa, sin afectar las finanzas del estado ni la confianza en las autoridades”.

Artículo publicado el 1 de abril de 2018 en la edición 792 del semanario Ríodoce.