En la campaña electoral del 2006, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) planteaba la necesidad de modernizar el sector energético sin privatizar la industria eléctrica ni el petróleo. Con la llegada del PRI al gobierno de la presidencia de la república, una de las primeras reformas que impulsó Enrique Peña Nieto fue la de privatizar el sector energético. Hoy tenemos gasolina, diésel y gas más caro, pero eso no es todo, ya se rumora un nuevo gasolinazo para los primeros días del año entrante.
En los últimos años ha habido un gran debate nacional acerca de la conveniencia de producir la gasolina en México o importarla, y la decisión estratégica por parte de Petróleos Mexicanos ha sido privilegiar la importación de gasolina.
Al mismo tiempo, Pemex redujo considerablemente la producción de gasolinas, a tal grado que, al mes de septiembre del 2017, nuestras refinerías han producido únicamente el 35.6 por ciento de nuestro consumo de gasolina. Es importante resaltar que al mes de septiembre se alcanzó un mínimo histórico de producción de gasolina de 190.8 mil barriles diarios. A la vez, las importaciones de gasolina totalizaron, en el 2016, 11 mil 283 millones de dólares, lo que representa que sea en lo individual el producto que más importamos.
En el Proyecto de Nación 2018-2024 presentado por MORENA en su congreso nacional del 20 de noviembre de este año se manifiesta que es primordial recuperar la autosuficiencia energética, como un principio de seguridad nacional, volviendo operables las refinerías de PEMEX y, en su caso, evaluar la construcción de refinerías con capacidad de 300 mil barriles diarios o la instalación de biorrefinerías para la producción de biodiesel.
En términos de autosuficiencia energética, en México no hay nada bueno que contar.
La mediocridad se premia en México, pues el director de Pemex, José Antonio González Anaya fue ascendido a Secretario de Hacienda, cuando durante su gestión cayó la producción petrolera y se aprobó el gasolinazo.
Este Proyecto de Nación 2018-2024, en materia de energía, tiene como objetivo el rescate del sector energético a través de impulsar la producción nacional de energía, la generación de alternativas de energía renovables, el fortalecimiento financiero y operativo de PEMEX y CFE, con la finalidad de reducir la dependencia energética del exterior, para que el sector energético se convierta en una de las palancas de desarrollo de México.
El actual gobierno descuidó PEMEX, no le interesa modernizarlo y los resultados están a la vista:
– Se ha reducido significativamente la disponibilidad de petróleo y gas natural, pues en sólo cuatro años se han dejado de producir 455 mil barriles diarios de aceite y 593 millones de pies cúbicos diarios de gas.
– La exportación de petróleo se ha reducido 4.9 por ciento
– Las reservas de hidrocarburos en sus tres niveles han registrado las siguientes caídas: 1P (26.1 por ciento), 2P (32.0 por ciento) y 3P (41.3 por ciento);
– La duración de las reservas pasó de 12 a 10 años para petróleo, y de 5 a 4 años para gas.
– La producción de productos refinados cayó 20.3 por ciento.
– La producción de gas LP se ha reducido 22 por ciento; la producción de gasolina retrocedió 22.2 por ciento; la producción de diésel se redujo en 27.8 por ciento y, en el caso de querosenos y combustóleo, retrocedieron 24.4 por ciento y 16.6 por ciento respectivamente.
– En lo que toca a la producción de productos petroquímicos, éstos cayeron 16.8 por ciento.
De manera paralela ha crecido:
– La importación de gas natural (77.5 por ciento);
– La compra en el extranjero de gasolina (38.6 por ciento), diésel (40.6 por ciento), y otros productos (87 por ciento);
– La dependencia externa en gasolina es de (55 por ciento), diésel (56 por ciento), gas LP (23 por ciento), gas natural (58 por ciento), y otros productos (72 por ciento).
En términos de valor, los resultados se han magnificado, debido a que, junto con la caída en los volúmenes de producción y a los incrementos en los volúmenes de productos petrolíferos, habrá que agregar la disminución del precio del petróleo, lo cual da como resultado que:
– El valor de las exportaciones de petróleo crudo haya disminuido 67 por ciento;
– La balanza comercial haya pasado de un superávit de 20 mil 976 millones de dólares (mdd) a un déficit de 2 mil 376 mdd;
– En lo que va del sexenio, la inversión en Pemex se ha contraído en casi 11 mil millones de dólares, representando una disminución de 32.8 por ciento.
El desmantelamiento de PEMEX es grave, los actuales gobernantes tienen una gran voracidad y se asumen como empleados del imperio. Nos urge un cambio de gobierno, la oportunidad se presenta en el 2018; no la desaprovechemos.
Twitter: @riosrojo