Jovana tiene el cabello lacio, los pómulos resaltados y una mirada cristalina de niña de apenas 16 años. Su foto y descripción se compartió al emitirse una Alerta Ámber, porque estaba en riesgo desde que fue vista por última vez la tarde del martes 3 de octubre cuando salió de la preparatoria de la UAS en Navolato, Sinaloa. Nadie la volvió a ver, la encontraron asesinada nueve días después a unos 15 kilómetros de la salida de la escuela donde fue privada de su libertad.
Una semana después de la desaparición de Jovana, el martes 10 de octubre, un hombre desnudo y descalzo, cubierto por cartulinas con leyendas de que se trataba de un ladrón, fue obligado a caminar por varias calles del centro de Navolato. Fue videograbado y fotografiado por automovilistas y transeúntes mientras lo exhibían por las calles. Los policías intervinieron hasta que el grupo armado lo permitió. Ya sin cartulinas, fue nuevamente fotografiado casi brotándole la sangre luego de ser nalgueado.Todo se subió a redes sociales. (En enero de 2015, en las mismas calles de Navolato, una mujer fue obligada por su esposo a marchar desnuda y atada por la plazuela).
La madrugada del jueves 12 de octubre, al salir de un antro de Culiacán, dos jovencitas son atacadas a balazos. Una de ellas muere y otra resulta herida. Los testigos refieren un pleito dentro del local Reyes —donde en otras ocasiones se han reportado riñas y hasta levantones—. En un video de una de las cámaras de vigilancia se aprecia parte de la escena: Una jovencita aparece corriendo intentando huir, pero es bloqueada por un hombre, luego la alcanza otra jovencita y se siguen tirando puñetazos. El hombre que la bloqueó saca una pistola y empieza a disparar, luego aparece otra joven corriendo, que es hermana de la primera y a ella también le dispara el mismo hombre. Todo pasa en solo 20 segundos. El agresor se sube a una camioneta del lado del copiloto y la mujer que estaba tramada a golpes con la jovencita asesinada conduce la camioneta. Huyen a toda prisa. En el estacionamiento del bar todos se quedan inmóviles, sin intentar ayudar a las baleadas o tomar un teléfono para reportar la emergencia.
Guadalupe, de solo 11 meses de nacida, ingresó al Hospital General de Mazatlán con 20 fracturas en el cráneo y muerte cerebral. La información aun es contradictoria, pero los médicos lo reportaron al Ministerio Público ante las sospechas de que no se trató de golpes circunstanciales al caer de la cuna. La bebé fue golpeada deliberadamente.
Margen de error
(Sobrevivir) Las cuatro pinceladas son solo de los últimos diez días en el paisaje reciente de Sinaloa: Una niña asesinada y tirada en un sembradío; una jovencita asesinada a balazos a sangre fría, en medio de una veintena de testigos; un hombre exhibido en pleno día y por el centro de la ciudad; y una bebé golpeada en la cabeza hasta provocarle la muerte.
No son encobijados, descabezados, encajuelados…y todas esas definiciones que hemos utilizado para que la violencia suene más violenta todavía. Dejó de ser suficiente muerto y pasó a ejecutado, luego mejor que asesino fue sicario. Se trata en estas pinceladas de una violencia que penetra a otros tejidos sociales, que se normaliza no solo porque somos capaces de trivializarla y dejar de sorprendernos, sino más peligrosamente porque la tenemos dentro de la casa, como un peligro del que nadie se salva, en cualquier punto de la ciudad.
La normalización quiere decir que sepultamos la empatía, dejamos de entender que Jovana puede ser nuestra hija. Y lo más grave de esta forma de sobrevivenciaen una tierra violenta, es que nos engañamos con que es suficiente separar el mundo violento de nuestro mundo pacífico como si fueran dos mundos distintos. Es el mismo mundo, la misma ciudad, la misma calle y hasta la misma casa. Desde hace mucho es claro que no basta con meterse en la casa para estar seguro, porque en algún momento tendremos que salir.
Mirilla
(Invadidos)Durante los últimos once años los gobiernos, las organizaciones del crimen y hasta los medios, pusimos la mira en la guerra contra el narco como un tema de combate a los malos. El gobierno libraba una guerra para el rescate de los ciudadanos, después de décadas donde el Estado dejó crecer el problema hasta que la metástasis invadió el cuerpo entero. Si en la guerra caían víctimas colaterales era un mal menor buscando un bien mayor.
La violencia paraliza, esa es la ventaja para las organizaciones criminales. Por eso los grupos de víctimas tardaron en integrarse y en cuestionar la estrategia que siguió el gobierno de Felipe Calderón y las réplicas fallidas en los gobiernos locales.
Lo peor vino cuando cada día de los últimos once años hemos perdido el tiempo preguntándonos cómo fue que caímos en este hoyo negro de la violencia. Perdió relevancia la opinión pública y no era posible la movilización y el cuestionamiento.
Paralizados. Callados. Encerrados. La pregunta fundamental era cómo salir del agujero negro, no cómo es que caímos.
Primera cita
(Otra generación) El tiempo nos alcanzó. Muchos expertos presagiaban que lo peor de este periodo violento en México, en proporciones de ciudades en guerra, se agravaría en la próxima generación. Niños, niñas y jóvenes marcados por un prolongado periodo de violencia exacerbada no formaría parte de un entorno sano.
Son los jóvenes justamente quienes han pagado más caro esta última década violenta. Las proporciones indican que los rangos de edad entre 14 y 25 años son donde se concentra el más alto número de víctimas y victimarios.
Deatrasalante
(5)Son cinco meses del asesinato de Javier Valdez Cárdenas. 153 días después las Fiscalías Estatal y Federal fortalecen el mensaje de que el crimen involucra al poder. Es sabido que todos los crímenes que involucran al poder, sea del narcotráfico, de los empresarios o del gobierno, se topa con una barrera que no se atreven a cruzar (PUNTO)