En busca de ocho alcaldías y diputaciones por mayoría en 2018: Héctor Cuén
El PAS tiene en la mira ir por más. No le basta haber logrado colocarse como la segunda fuerza política en Sinaloa. Está metido a todo vapor en consolidar su estructura para 2018 y no cometer los errores de la última elección. El foco de atención está centrado en la defensa de cada una de las casillas. Pretenden consolidarse en los terrenos del otrora impenetrable “voto verde”, pero ahora van también por obtener los sufragios de las ciudades.
En la primera participación electoral en 2013, el PAS estimaba alcanzar 100 mil votos, pero alcanzaron 124 mil. En la segunda ocasión, en 2016, la pretensión era llegar a los 250 mil votos, una cifra que se antojaba irrisoria, pero fue alcanzada. Ahora para el 2018 están seguros que irán seguramente por más de 300 mil votos, lo que los lleva a pretender repetir en las alcaldías con gobierno pasistas, y buscar obtener triunfos en San Ignacio, Navolato, Elota, Sinaloa e incluso probar fuerza en Culiacán.
En la primera elección obtuvieron tres diputaciones y 29 regidurías, en la segunda cosecharon seis diputaciones y 49 regidurías. En la primera participación electoral el PAS no obtuvo una presidencia municipal, pero para la segunda obtuvo tres: Cosalá, Angostura y Mocorito.
El crecimiento explosivo que ha tenido el Partido Sinaloense es algo que no se esperaba, admite su fundador Melesio Cuén Ojeda, quien ha llegado a contar más de 130 mil militantes afiliados.
Como “inexplicable” por el número de votos obtenidos por el PAS, es que no se haya obtenido diputaciones por mayoría. “El año que viene vamos por diputaciones por mayoría definitivamente. Estamos preparados para ello”.
Los mayores logros electorales del PAS están en los terrenos del llamado “voto verde”, ahora trabajan en las ciudades como Guasave, Los Mochis, Mazatlán, entre otras.
Al perder la batalla jurídica que emprendieron ante el INE y los tribunales para tener la posibilidad de postularse a los puestos de elección federal que se disputarán en 2018, el PAS está dispuesto a abrir las puertas para sostener alianzas con todos los partidos políticos que tienen registro nacional.
A nivel de dirigencias nacionales, el PAS ha tenido buena acogida, asegura Melesio Cuén, quien lleva el timón del Partido Sinaloense desde su fundación. Explica que las resistencias locales al PAS por parte de los dirigentes de los otros partidos políticos, obedecen a que temen que sean desplazados sus liderazgos.
Aunque no descarta alianzas con ninguno de los partidos, el primero en ser citado como posible es el Frente Ciudadano con México, integrado por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, especialmente por la cercanía lograda con Dante Delgado.
La resolución de con quién se hará alianza, en la que no descarta tampoco a Morena ni al PRI, no se ha tomado porque no se quiere asumir la decisión de manera temprana.
Buscar participar por la Senaduría es una de las metas electorales. De hecho el propio Melesio Cuén Ojeda revela que hasta la noche del pasado miércoles 11 de octubre, se analizó junto con su equipo jurídico la posibilidad de registrarse como candidato independiente. Tenían lista la organización civil e incluso los requisitos del SAT. Estaba a un paso de tomar la decisión, pero finalmente pesaron más las desventajas que tendría para el PAS, la decisión que su fundador y presidente estatal dejara el partido, ya que uno de los requisitos ineludibles era renunciar a la militancia de un partido político.
“Estuvimos a punto de dar la sorpresa” porque se quería medir contra otros competidores y entrar al debate”, confiesa.
Para alcanzar sus objetivos de penetración en electorado, el PAS ha trabajado todos los días del año. Durante cinco años, desde su fundación, su estrategia ha sido ganar simpatías y acercarse a la gente, al realizar más de 60 programas de contenido social. La consigna ha sido sembrar mucho para tener la posibilidad de cosechar. La meta: Estar en los lugares en donde se toman las decisiones más importantes.
Pese a que al PAS se le acusa de ser un partido que tiene su estructura basado en la población universitaria, docentes, trabajadores administrativos y estudiantes, el líder estatal del Partido Sinaloense asegura que ese es un mito, ya que aquellos que participan en la tareas partidistas son amigos que ha cosechado a lo largo de 40 años de trabajo en la UAS. En realidad, refuta, son los otros partidos como Morena y el PRD, la mayor parte son universitarios en sus tareas.
“Han querido deslegitimar un trabajo que nosotros estamos haciendo con la gente”, para tratar de dar a entender que el PAS cae en actos de corrupción, declara.
“Aquí debe quedar claro que el PAS no es una sola persona”, también se están preparando nuevos cuadros, responde cuando se le inquiere sobre su papel de gran decisor en los caminos del partido que fundó.
“Cada vez que participo hacen una investigación, me han acusado de enriquecimiento inexplicable, todo es mediático en el marco de la campaña. Por eso he sido un hombre polémico. Me han querido desacreditar con calumnias. Yo siempre he demostrado que no tengo cola que me pisen, esa es la realidad. Yo si ando en las calles, en las colonias, nunca la gente me ha faltado el respeto”.
De corazón el PAS quisiera ir solo en la contienda electoral del siguiente año, pero como jurídicamente está imposibilitado para competir por los puestos de elección popular federales, insistirán en la alianza, con el argumento de que los otros partidos también necesitan los 300 mil votos para ganar en el 2018. Ahí está el ejemplo del Estado de México.
El capital político del PAS como segunda fuerza,es necesario para otros partidos. “Ya demostramos los votos que tenemos”, remata Cuén Ojeda.