El fraude de vivienda encubierto en México y revelado en EU

Cuando la empresa HOMEX se proyectaba como en su mejor momento, escalando en los negocios en México y Estados Unidos, expandiéndose a la India y Brasil, en realidad estaba tan débil que cualquier temblor la desplomaría. Pocos lo sabían, pero en la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), estaban por iniciar una investigación que duraría casi cinco años y que los llevaría a admitir a inicios de marzo que fabricaron un crecimiento, pero solo en el papel.

La SEC informó la semana pasada sobre un acuerdo hecho por HOMEX con la fiscalía estadunidense, luego de reconocer haber inflado ventas por más de 3 mil 300 millones de dólares, entre 2010 y 2013.

Pero en 2011 nadie sabía de ninguna investigación: Eustaquio de Nicolás, cabeza principal de la constructora de vivienda que partió de Culiacán a conquistar el mundo, figuraba entre los 50 empresarios más exitosos de México en el ranking que elabora la revista Expansión. Además, Enrique Peña Nieto se perfilaba sin contendiente a la candidatura del PRI y posiblemente a la Presidencia de México, y el mayor de los de Nicolás había sido su roommate en los tiempos de la Universidad Panamericana donde coincidieron. No podría proyectarse mejor el futuro de HOMEX, que se afianzaba como la principal constructora de vivienda social y media en México.

El 27 de febrero de 2012, HOMEX informaba sobre sus exitosos resultados del año anterior, en un comunicado que obligadamente tenían que rendir a sus socios como exigencia para cotizar en bolsa:

“Los ingresos totales por concepto de vivienda en el cuarto trimestre 2011 incrementaron 18.1 por ciento a 6 mil 276 millones, de 5 mil 313 millones durante el mismo periodo de 2010. El crecimiento en ingresos de vivienda de la División México para el cuarto trimestre de 2011 fue de 14.4 por ciento, derivado principalmente de un crecimiento del 34.6 por ciento en el segmento de interés social”.

Pero aun con la enumeración de los avances de la empresa, empezaban ya a admitirse algunos problemas, como una ligera reducción en la utilidad neta de 2011 con respecto a 2010, según ese mismo informe a los socios: “Para el año completo 2011, el margen de utilidad neta (ajustado por efectos no monetarios de paridad cambiaria) se mantuvo estable en 8.1 por ciento, al compararlo con 8.4 por ciento durante el año completo 2010”.

Investigados en Estados Unidos, intocables en México

Pero mientras a sus socios informaba sobre la “sólida posición de HOMEX dentro del sector vivienda en México y Brasil” en ese informe de inicios de 2012, y señalaba “la confianza del mercado en los nuevos proyectos de la compañía en relación a su división de infraestructura, así como también la perspectiva positiva de la industria de vivienda en México”, en Estados Unidos ya tenían en la mira a HOMEX, y apenas sumaba ocho años cotizando en la bolsa de valores de Nueva York.

Algo no terminaba por convencer a los fiscales estadunidenses que empezaron a investigar a la empresa en 2012, utilizaron una serie de imágenes satelitales para detectar si HOMEX realmente estaba vendiendo tantas propiedades como decían, descubriendo que las casas que “había vendido”, no estaban terminadas, incluso, algunas propiedades aún eran terrenos baldíos.

Esa realidad metió en un hoyo a HOMEX, pues estaba incurriendo en un fraude, lo que los acercó con fiscales estadunidenses liderados por Richard Hong, que obligaron a la empresa a entregar bonos por 400 millones de dólares a sus inversionistas estadunidenses, a lo que HOMEX accedió.

Pero con ese hueco económico en sus arcas, HOMEX no presentó la forma 20-F, que informa a las diferentes bolsas de valores en el mundo sobre sus estados financieros, particularmente a la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE), y la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), que eran quienes los enlistaban.

Fue así como siguieron el hilo de la madeja de una gran telaraña de corrupción, basada principalmente en estados de cuenta fraudulentos. Fue en Estados Unidos donde se develó, y no en México, luego que la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), informara sobre un acuerdo hecho por HOMEX con la fiscalía estadunidense, después de reconocer haber inflado ventas por más de 3 mil 300 millones de dólares, entre 2010 y 2013.

De acuerdo al expediente 17CV432-L-WVG, radicado en el Distrito Sur de California, HOMEX dijo haber vendido más 100 mil casas en su afán de atraer inversionistas e incrementar el valor de la empresa en los mercados internacionales.

En el reporte, fechado el pasado 3 de marzo, se explicó cómo HOMEX reconoció ante un juez federal el fraude y su intención de lograr un acuerdo con la fiscalía, y así evitar llegar a juicio, lo que implicaría que Estados Unidos podría decomisarle bienes a la constructora.

“Sin duda, se inflaron los números de casas vendidas un 317 por ciento, lo que hizo que también se inflaran las ganancias en un 355 por ciento, es decir, 3 mil 300 millones de dólares”, explica el documento, al cual Ríodoce tuvo acceso.

De acuerdo con las investigaciones, este fraude habría salido a la luz, al notar un ascenso meteórico de la compañía, que dijo estar vendiendo propiedades a diestra y siniestra, lo que hizo que el valor de sus acciones aumentara en los mercados internacionales, provocando que empresarios estadunidenses invirtieron cientos de millones de dólares en ellos.

Tuvieron que pasar cinco años para que el gobierno de Estados Unidos develara la gran cloaca de corrupción que encabezó la empresa inmobiliaria HOMEX, y que aun cuando la administración de Enrique Peña Nieto sabía lo que ocurría, hizo caso omiso sobre adeudos, bancarrota, y le otorgó concesiones para construir penitenciarias, créditos de Infonavit, y créditos bancarios.

Los débiles cimientos

Los hermanos de Nicolás —una familia de cinco hermanos, hijos de un inmigrante español— aplican en los negocios una agresiva filosofía inversa: primero marcan el objetivo final al que quieren llegar, por ejemplo ser la constructora de vivienda más grande e importante del mundo, y planteada esa meta recorren el camino desde el final hasta el principio, es decir hacía donde se encuentran actualmente; luego, van cubriendo uno a uno los pasos del camino, necesarios para llegar al objetivo final, que fue de donde partieron. Esa misma filosofía de los hermanos de Nicolás: Eustaquio, Gerardo, José Ignacio y Julián, la inculcaron a cada integrante de HOMEX, la empresa de vivienda que fueron construyendo desde Culiacán para el mundo cuando apenas eran unos jóvenes que rondan los 30 años.

Empezaron aquellos jóvenes con PICSA, Proyectos Inmobiliarios de Culiacán, que para el año 2000 ya no era pequeña sino grande y cambió su nombre a HOMEX. Dos años después decidieron entrar a la Bolsa Mexicana de Valores, y en 2004 estaban también en Wall Street.

Pero llegaron a Estados Unidos cuando lo que sería la burbuja inmobiliaria estaba por reventar. Los números de HOMEX empezaron una tendencia a la baja a partir de 2008: bajaba el precio de sus acciones y el número de accionistas.

Hace tres años, en 2014, luego de que se declarara en quiebra, Ríodoce publicó la débil posición de HOMEX:

“El desempeño y posición financiera de HOMEX se complicó todavía más con los cambios registrados en la industria de vivienda en México, entre otros factores, la formación del Registro Único de Vivienda (RUV) y el sistema de puntuación de CONAVI; la asignación desigual de subsidios entre vivienda vertical y horizontal; requerimientos adicionales para la autorización de hipotecas en diversas instituciones, entre ellas, INFONAVIT y FOVISSSTE, y la interrupción en la cobranza por el cambio de poderes federales durante el último trimestre del 2012.

“El saldo final: las cuentas por cobrar crecieron, y la existencia de dinero en caja disminuyó.

Para México, los directivos se planteaban nuevos rumbos para HOMEX, por ejemplo en la División de Construcción de Vivienda en México, la necesidad de cambiar la estructura de negocio para adaptarse a las nuevas condiciones del sector. Para la División Internacional, el panorama de crecimiento en Brasil era más conservador, por lo que también deciden posponer su entrada al mercado de construcción de vivienda en la India.

Para el 2013, la meta de HOMEX estaba centrada en reducir sus inventarios y cuentas por cobrar.

HOMEX ubicaba entonces dos caminos para sobrevivir. La oportunidad de crecimiento futuro con la División Turismo, la cual había tenía una operación precavida en tanto la economía mundial mejorara. La otra vía que ubicó HOMEX como salvadora fue la División Infraestructura, a la que se vio como un área prometedora.

Desde 2010, la División de Infraestructura se convirtió para HOMEX en un activo estratégico para la empresa.

Acabados finales

HOMEX a inicios de 2016 hablaba de que regresaría al mercado y que sus problemas más fuertes estaban resolviéndose. Pero en realidad estaban por empezar. Luego, tendrían que ser removidos de sus cargos el propio Gerardo de Nicolás e incluso vendieron parte de las acciones que poseían. Según la SEC, tienen el 17 por ciento de la empresa, y en octubre de 2015, ya bajo una nueva administración, HOMEX resurgió nuevamente, pero al tratarse de la misma compañía, el presidente Gerardo De Nicolás fue congelado para recibir cualquier tipo de pago.

Aunque no se precisa si Sinaloa fue uno de los estados donde se inventó la venta de casas, sí señala el documento a Guanajuato, donde fotografías satelitales facilitadas por la SEC exponen complejos enteros donde las supuestas casas siguen sin construirse, aun cuando HOMEX aseguró que las había vendido el 31 de diciembre de 2011.

Estas fotos, presentadas como evidencia, habría sido el detonante que llevó a HOMEX a la quiebra.