La jornada del pasado domingo 5 de junio fue el resultado de una controversial reforma electoral que por primera vez se aplica en Sinaloa y que deja un amargo sabor de boca a representantes de partidos y especialistas
electorales.
La descoordinación entre los institutos electorales estatal y nacional (IEES e INE), órganos que por primera vez trabajaron de la mano en la organización de la elección local; los rigurosos procedimientos para la fiscalización impuestos por el INE; la limitada capacidad del INE para capacitar y supervisar a los funcionarios de casilla —que a su vez derivó en el retraso en la instalación de casillas y el tropezado funcionamiento del Programa de Resultados
Electorales Preliminares (PREP) —, son algunos de los sinsabores que deja el experimento político electoral en Sinaloa.
Al parecer de los representantes legales del PAN y el PRI en Sinaloa, el tema político electoral requiere de una urgente reflexión, autoanálisis e intervención, tanto de los órganos electorales como de los actores políticos, antes de que llegue el 2018 y el caos pueda ser mayor.
“Si en la experiencia ésta tuvimos que tragar un trago amargo, quisiera ver el escenario que se nos va a presentar en la siguiente elección homologada, van a ser diputados federales, senadores, presidente
de la República y además gobernador, alcaldes y diputados locales, híjole va a ser un pandemónium todo eso, imagínese nada más, no quisiera pensar la bronca en la que vamos a estar metidos los partidos
políticos”, alertó Javier Castillón Quevedo, representante legal del PAN ante el Instituto Estatal Electoral de Sinaloa.
INE e IEES, coordinación desorganizada A pesar de existir un acuerdo de coordinación entre el INE y el IEES para el proceso local de Sinaloa, Castillón Quevedo señaló que a la hora de ponerlo en funciones, ambos órganos no tuvieron claro hasta dónde alcanzaban sus facultades.
En este señalamiento coincide el representante legal del PRI, Jesús Gonzalo Estrada Villarreal, quien afirmó que se
presentaron circunstancias en las que el INE excedió sus facultades y se tuvo que recurrir a instancias superiores.
Estrada Villareal ejemplificó el caso de la paridad de género, una de las nuevas responsabilidades que se le dan al INE a partir de la reforma electoral, sin embargo para el caso de Sinaloa se trata de un tema que ha sido recientemente legislado.
Durante el proceso electoral, según detalló Estrada Villareal, el INE expidió un acuerdo que exigía paridad en las listas de representación proporcional impares, pero en Sinaloa se obliga la paridad horizontal y vertical de acuerdo a la ley local, controversia que provocó, luego de una impugnación, que el acuerdo del INE fuera revocado en inaloa.
“El INE lamentablemente expedía acuerdos que iban más allá de sus facultades, donde prácticamente pretendía
innaplicar la legislación local. Eso no es posible, es un atentado al sistema federal y por eso vimos resoluciones del Poder Judicial de la Federación que cuando se excedía el instituto en sus facultades se revocaron esos acuerdos”, destacó el abogado del PRI.
Otra dificultad del modelo híbrido fue señalada por Castillón Quevedo, al criticar la limitada capacidad del INE para organizar la elección local, actuando como si se tratara de un proceso federal.
Y es que uno de los resultados de la descoordinación que más incertidumbre generó, según planteó el abogado panista, fue el retraso en la instalación y apertura de las casillas, la reubicación de un centenar de casillas sin previo aviso y la tardanza de los paquetes electorales en su recorrido desde la casilla hacia los consejos electorales.
De acuerdo con datos del PAN, el 100 por ciento de las casillas se logró instalar hasta después de las 14:00 horas del domingo 5 de junio, mientras que según cifras del INE, actualizadas al 4 de junio, un día antes de la elección se sustituyó a un 19 por ciento de los funcionarios capacitados por el INE, debido a su rechazo de participar, dicha cifra se incrementó el día de la jornada pero hasta el momento no se ha precisado.
“La estructura con la que contaba el INE fue demasiado reducida para enfrentar el reto que se le había lanzado, integrar, ubicar y operar, esto repercutió en la instalación, se pusieron muy tarde las casillas, hubo mucha gente que se fue porque llegaron temprano a las casillas y no estaban listas. No tenemos manera de determinar cuánto nos impactó en abstencionismo por las casillas que no estuvieron a tiempo, pero esto sí fue por una falta de capacitación adecuada de quienes instalaron las casillas”, criticó Castillón Quevedo, al analizar el proceso con más bajo porcentaje de participación ciudadana desde el 2001.
Extenuante fiscalización
Ya con sanciones en el hombro desde la precampaña, los representantes de los partidos alegan que la fiscalización, el eje medular de la reforma electoral, pareciera estar diseñada para impedirle al candidato y al asesor financiero del aspirante, cumplir con las exigencias del Instituto Nacional Electoral.
Desde una plataforma digital que se colapsa a diferentes horas del día, hasta extenuantes requisitos que pusieron en aprietos hasta al más experimentado contralor, el nuevo modelo de fiscalización que nace con la reforma electoral requiere adecuaciones que lo hagan más flexible y dinámico, según la opinión de los abogados partidistas.
“Por ejemplo el registro de las precandidaturas en línea para efectos de la fiscalización fue un trabajo arduo en el que tuvimos que amanecernos durante días, en otros partidos no pudieron cumplir, otros cumplieron de último momento y ahorita ahí están con impugnaciones, este tipo de sistemas deben prever una operación más ágil y sencilla”, enfatizó el representante del PRI.
De acuerdo con el nuevo modelo de fiscalización, durante los procesos electorales se debe cumplir con la fiscalizaciónnacional, expedita, moderna y transparente.
Esto implica que durante el proceso que recién concluyó, los candidatos estuvieron obligados a registrar operaciones diarias y subir evidencias como facturas, contratos, fotografías, agendas de campaña, entre otros.
El sistema permitió al INE confrontar la información reportada y cruzarla con información del SAT, la Unidad de Información Financiera y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, además, la Unidad Técnica de Fiscalización del INE contó con auditores que revisaron los reportes de ingresos y egresos de los partidos y candidatos independientes.
Actualmente, la revisión de los informes está en proceso y una vez concluida se integrará un dictamen y propuesta de resolución que será votado y validado por la Comisión de Fiscalización para posteriormente someterlos ante el Consejo General del INE. Los dictámenes de la UTF tienen alcances hasta de anular una candidatura.
Hartazgo ciudadano.
Más allá de las adecuaciones legales que urge el modelo electoral y la autorreflexión que los órganos locales deberán hacer antes de que llegue el 2018, el exconsejero presidente del IFE en Sinaloa, Miguel Ángel Ochoa Aldana urgió a los partidos y candidatos electos a tomar en serio el hartazgo de la ciudadanía que rechazó participar en la reciente jornada.
Y es que el domingo 5 de junio participó sólo un 44 por ciento de los sinaloenses inscritos en la lista nominal, es decir sólo 908 mil 383 ciudadanos ejercieron su derecho a votar mientras que un millón 156 mil 125 sinaloenses prefirieron no elegir a sus gobernantes.
La cifra histórica colocó a Sinaloa en el segundo lugar de los estados que tuvieron elecciones con mayor abstencionismo.
Ochoa Aldana rechazó que esto se vinculé directamente con el modelo aplicado por el INE sino que se lo atribuyó al hartazgo ciudadano y la desconfianza hacia el sistema político electoral del país.
“La gente está ya capacitada, ya con cartas de haber aceptado el puesto, de presidente, de secretario y aun así no se presenta, ¿por qué? porque no les interesa, no tienen amor a la elección, no les interesa el resultado, están asqueados de que todo es lo mismo, no les da confianza el sistema, no le da confianza el proceso de la jornada electoral”, enfatizó.
Sin embargo, en lo que sí coincidió el extitular del IFE en Sinaloa con los representantes de los partidos, es en los retos que traerá la elección homologada del 2018, en la cual se fusionará el IEES con el INE, se dará la posibilidad de la relección en alcaldías y diputaciones locales pero también se podría presentar un abstencionismo aún más bajo de seguir por el mismo camino.
