Héctor Melesio Cuen un día se sienta con Dios y al día siguiente con el diablo —metafóricamente hablando, pues en política nunca se sabe quién es quién, porque intercambian papeles—. El Partido Sinaloense, creado a su imagen y semejanza, tiene suficientes canicas para entrar al juego grande. Un partido local nadando con los grandes tiburones.

Por eso Cuen Ojeda lleva dos años jugando el juego de un amor esquivo, se deja querer y se niega a ser devorado por algunos de esos tiburones con los que logra sentarse a platicar. Un día está con el dirigente nacional del PRI y otro con la dirigencia del PAN. Luego, sale y cuenta una parte de ambas pláticas y filtra lo que a la estrategia del PAS conviene. Él sabe que no puede decidirse prematuramente, pero tampoco tardarse demasiado. Así son los amores esquivos, un juego peligroso porque puede llevar al desencanto completo o a que una mala lectura los lleve a precipitarse.

Del otro lado, también sigue la marcha. Ni PRI ni PAN estarán dispuestos a pagar mucho más de lo que valdría esa alianza con el PAS, pero como no existe una tarifa establecida todo dependerá de los escenarios. Por eso, no puede precipitarse en cerrar algún acuerdo de alianza ni tampoco esperar demasiado. Tendrá que hacerlo en el momento justo, en caso de que el juego llegue a su fin.

Héctor Cuen ya se equivocó una vez. Luego de lograr que el PRI lo llevara a la Alcaldía de la capital de Sinaloa, participó en la elección federal por un escaño en el Senado, abanderado por el PANAL. Quedó muy por debajo de sus expectativas, a pesar de una campaña maratónica y de recursos suficientes. Incluso Mercedes Murillo, su contendiente en el PRD, quedó por encima de la fórmula Cuen-Fernando González, el yerno de la entonces poderosa Elba Esther Gordillo.

Después Héctor Cuen aprendió, siguió la fórmula de la propia maestra y conformó su propio partido, el PAS. Siguió todo el procedimiento y un año después ya participaba en las elecciones y logró por vía propia tres escaños en el Congreso local. Luego, para mostrar fuerza, lanzó a cuatro de sus militantes a una campaña independiente por las diputaciones federales, eso es medio Sinaloa. No ganó ningún distrito, pero la sumatoria de esos votos la guarda como una prueba de la estructura de lo que llama trabajo diario en política y no politiquería.

Cuen atrae odios permanentes pero también complicidades: dentro del PAS no tiene un solo contrapeso, marca directrices y no hay quién discuta esa estrategia que, piensa el ex rector de la UAS, resultará infalible. Aun arrastrando el lastre de la sospecha permanente por la cercanía con la Universidad Autónoma de Sinaloa —como el PANAL con el SNTE, como el PRI con el gobierno federal, como Gerardo Vargas con Malova—.

Margen de error

(Pintados de azul) Mientras el PAN está cerca de una inminente alianza con el PRD —al menos—, la cúpula está molesta porque en una parte de la opinocracia se muestra a un Acción Nacional débil, sin aspirantes fuertes a la gubernatura, desdibujado. Desde ahí se hacen afirmaciones como que el PAN solo no ganaría la elección el año próximo y que lo mejor que podría pasarle es una alianza con el PAS de Cuen.

La misma dirigencia muestra la molestia en reuniones internas sobre un ambiente mediático en el que el PRI se roba todos los reflectores, donde el amplio número de contendientes muestra al Revolucionario Institucional con aspirantes de sobra, cuando el PAN solo cuenta con tres y con presencia muy focalizada.

Pero la dirigencia panista y los miembros de alcurnia en el PAN no van más allá de la queja por ese ambiente. No defienden la postura y permanecen enfrascados en una disputa interna de alianza o no alianza de candidato externo o un militante, que al menos en esta etapa no los lleva a ningún lado.

Mirilla

(Reactivos) Ante tragedias como la del trenazo de Mazatlán, donde un camión de transporte de personal es arrollado por un tren, el gobierno suele sobre-reaccionar. Es lo que más le conviene, muestra una solidaridad extrema. Y es que más allá de tratarse de un chofer que incumple a realizar un paro total en el cruce, hay también una serie de irregularidades que después de cada accidente pretenden mejor ocultarse en el velo de un accidente, que revisar a fondo cada asunto.

Especialmente el de los cruces de trenes por ciudades de Sinaloa, luego de que las vías fueron invadidas por bulevares principales. Se va del extremo, en el que se pretende la colocación de millonarios y sofisticados sistemas de cruce, hasta la negación total.

Unas semanas después se olvidará el asunto, en ese punto de Mazatlán se colocarán unas cruces, quizás una valla metálica, pero luego se olvidarán del asunto. Mazatlán sabe de eso. En 1996 ocurrió una situación aún peor: 34 pasajeros de un camión urbano murieron en un cruce similar al de Cerritos y 14 resultaron heridos. Casi 20 años después, ahí solo quedan las cruces y ningún cambio para un cruce peligroso y constante de automóviles.

DEATRASALANTE

(Los regalos) En un ambiente en el que cualquier especulación es válida, donde sobran las versiones, la navidad podría traerle el regalo silencioso a alguno de los aspirantes priistas. Si se mantiene el patrón de la decisión por el candidato en otro estados —Durango y Chihuahua, este año, pero también las definiciones de las elecciones locales de 2015—, entonces alguno de ellos o ella podría tener el anuncio debajo del árbol de Navidad(PUNTO)