Dos grandes problemas tiene nuestro país: la corrupción y la injusta e insultante distribución de la riqueza. La publicación reciente del Coneval y del Informe OXFAM-México documenta este último problema.
La corrupción está en todas partes y se da a todos los niveles, además es antiquísima y, lo más probable, es que siga campeando en el futuro, pero más grave aún que dicho fenómeno social y cultural, es, por ejemplo, la impunidad, es decir, la falta de castigo a los corruptos. ¿Por qué hay impunidad? Porque en los hechos no opera el Estado de derecho.
Los documentos citados coinciden en una cosa: en México hay millones de pobres y unos cuantos ricos.
Lo peor de todo, es que gobiernos van y gobiernos vienen, décadas pasan y pasan y la cantidad de pobres no deja de crecer. Simultáneamente, la riqueza de unos pocos, tampoco deja de crecer.
El Informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval), que es un organismo ciudadano, es claro: en el país hay 53.3 millones de mexicanos afectadas por algún grado de pobreza (el INEGI dice que son más, en fin). ¡Casi la mitad de la población! El resto son clase media, clase media amolada, y clase media amolada y media. Y algunos miles de ricos, algunas decenas de millonarios y unos cuantos multimillonarios.
¿Y qué pasa con los informes de Presidentes de la República, Gobernadores, Jefes de Gobierno, Ayuntamientos y Legisladores locales y federales, que siempre dicen que todo va viento en popa, a favor de los más? ¿Todos nos mienten? Parece que sí.
Por su parte, el Informe de OXFAM-México, que es integrante de un movimiento global que se ha dedicado a promover la equidad en el mundo, parece desmenuzar los datos de la pobreza y la riqueza en México. Dice cosas como las siguientes:
En México, el 10 por ciento más rico, concentra el 64.4 por ciento de la riqueza;
En 2012, cada uno de 145 mil personas cuentan con una riqueza personal de al menos un millón de dólares, sin contar el costo de sus casitas;
Entre todos ellos, los 145 mil, su riqueza ascendía a 736 mil millones de dólares;
Todos ellos, otra vez, los 145 mil angelitos, que equivalen al 1 por ciento de la población total del país, concentran el 43 por ciento de la riqueza del país;
En los países ricos, lo más que acumulan los más adinerados, es el 29 por ciento de su riqueza nacional;
En México, desde hace un par de años, hay 16 multimillonarios. No aumentan. Lo que sí aumenta es el tamaño de su riqueza: En 1996, los 16 acumulaban 25 mil 600 millones de dólares. Para 2014, ya lograron acumular 142 mil 900 millones de dólares.
En 2002, la riqueza de 4 mexicanos ilustres —Carlitos Slim, Germán Larrea, Alberto Bailleres y Ricardo Salinas Pliego— representaba el 2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB: riqueza producida en un país durante un año). Para 2014, dicho porcentaje ya representa el 9 por ciento del PIB. Es decir, mientras el PIB mexicano crece a razón de 1 por ciento, ¡el de aquellos cuatro angelitos se multiplica por cinco!
¿Por qué desigualdad tan insultante no genera protestas? Porque las millones de víctimas no están ni informados ni organizados políticamente. Ese es el principal trabajo a realizar por la izquierda mexicana.
Twitter: @riosrojo