Las fajas colombianas tienen repercusiones graves en la salud, que van desde daños en los órganos hasta la atrofia muscular irreversible.
El ejercicio, para algunas personas, es una tarea que se ha hecho imposible por sus ocupaciones laborales o simplemente por la falta de interés en practicarlo, esto ha orillado a que se tomen nuevas medidas para lucir delgado, sin hacer el sacrificio de la dieta o el ejercicio.
Las fajas colombianas se han convertido en una herramienta para lograr lucir una figura estilizada de un día para otro. La utilización indiscriminada de este tipo de prendas, se ha convertido en un escape de la actividad física y un deterioro más en la salud.
Utilizar fajas colombianas provoca que la presión a la que está sometido el tórax, dañe el funcionamiento normal del cuerpo.
“Todo lo que aumenta la presión va a tener repercusiones, porque estás forzando a una posición para la que el cuerpo no está diseñado, estás cambiando la fisionomía, la biomecánica; y en el caso de la columna, estás cambiando su forma natural”, explicó el traumatólogo Roberto Daniel Ayala Armenta.
La promesa de usar fajas colombianas, es que el usarla ayudará a que tu cuerpo tome una figura estilizada. Estas fajas pueden adquirirse sin prescripción médica, simplemente acudiendo a una tienda especializada. Ahí las vendedoras te recomiendan la utilices día y noche, además de ofrecerte cremas que ayudarán a optimizar la función de la faja.
“Los resultados dependen de ti”, es lo que te dicen en las tiendas cuando acudes a preguntar por estas prendas.
Además de las fajas, también existen en el mercado pantalones a los que también se les ha denominado colombianos, y tienen la misma función que las fajas: moldear el cuerpo mientras los traigas puestos.
Los daños que provocan las fajas colombianas pueden ser rozaduras en la piel por el uso prolongado, pero también daña los órganos de la caja torácica.
La presión que hace la faja, eleva los intestinos provocando que se presione el estómago, hígado y los pulmones. Al impedir el movimiento normal de estos órganos, el usuario puede padecer hipertensión pulmonar, miocardiopatía dilatada e hipertensión, además, provoca que la columna se rectifique, al forzar una posición que no es natural.
“La columna tiene una curvatura, la columna lumbar, que está diseñada para soportar las cargas, está hecha así curveadita para que sea de forma de resorte, entonces, al momento de rectificar la columna, entonces ya no puede defenderse de los impactos porque está recta, eso hace a la larga un desgaste de los discos, un desgaste de las facetas articulares, y un desgaste de toda la columna vertebral”, explicó el traumatólogo.
El daño que provocan las fajas colombianas no solamente es en los órganos. La presión a las que está siendo sometido el cuerpo al usar una faja, provoca que los músculos no trabajen de forma normal, ya que la presión la está ejerciendo la faja y no los músculos.
“Los músculos son nuestra faja natural”, explica Ayala Armenta, y agrega que si no trabajan de manera adecuada se van atrofiando y perdiendo el tono muscular que se tenía, al grado que después el usuario se haga dependiente de esta prenda.
“A lo mejor el paciente no lo siente en la primera instancia, pero a la larga sí produce efectos secundarios; y lo más importante es que provoca un debilitamiento de la pared abdominal y de la función lumbar”, agregó.
Cuanto más volumen abdominal es presionado, más grave es el daño provocado por la faja.
No hay estudios que comprueben que utilizar esta prenda por determinado tiempo moldea el cuerpo permanentemente, sin embargo, hay resonancias magnéticas que han demostrado el daño interno que provoca el traerlas, y las repercusiones que tiene su uso indiscriminado, llegando al grado de causar una atrofia muscular irreversible, si su uso se prolonga incluso por años.
