La advertencia es tajante. Un accidente puede acabar con todo, considera Sandra Guido, directora de Conselva, al referirse a la existencia de minas de cianuro que están asentadas en la sierra de El Rosario.

La titular de esta agrupación ambiental consideró que las cuencas acuíferas deben protegerse y que el gobierno tiene que valorar la vocación agropecuaria contra una potencial vocación minera.

Esto, dijo, porque “el 30 por ciento del territorio sinaloense está concesionado a empresas mineras; y se desarrollan actividades mineras en los linderos de las presas Picachos y la Santa María; hay gente que tiene sus derechos”, indicó.

En el caso de la presa Santa María, asentada en El Rosario, comentó que próximamente están por operar tres minas de cianuro a cielo abierto en ese municipio, una muy cerca de la cabecera.

Sandra Guido mencionó que la extracción de cianuro por parte de las empresas Tres Tortugas, Oro Gold y Maloya, coloca a las fuentes de abastecimiento de agua en alto riesgo —tal como sucedió en Sonora—, pues hay poblaciones enteras que viven de ellas.

La ambientalista consideró que la reciente contingencia de derrame de sustancias químicas en la sierra de Concordia es una advertencia y debe solicitarse una auditoría a todo el sector minero en el estado.

Declaró que los actores que deben hacerse presentes y ejecutar acciones para evitar contingencias son La Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Minas bajo vigilancia: Arturo Flores

Entrevistado por separdo, el presidente munici.pal de El Rosario, Arturo Flores, informó que las minas que trabajan en el municipio han sido objeto de revisiones continuas, en las que incluso han participado regidores.

Pero no descarta tener un acercamiento con Semarnat y Profepa para que estas minas que tienen en la mira la extracción de cianuro, sean objeto de una vigilancia especial por parte de estas dependencias.

“Nuestro compromiso es con la ciudadanía; las empresas pueden trabajar, siempre y cuando estén apegadas a los lineamientos, nosotros no estamos de acuerdo en que se hagan cosas que no deben de ser”, aseguró.

Explicó que el procedimiento de algunas de esas minas para sacar el mineral es un método que le llaman “por flotación”, que no implica el uso de materiales tóxicos.

“Tengo entendido que la mina más grande, la que está por el lado de Buenavista, sí usa ciertos químicos para separar el oro o la plata, pero lo hacen bajo un proceso muy cuidado, e incluso ya se acercaron con nosotros para ver la posibilidad de hacer un centro de residuos para que los que se usan en la mina puedan ser depositados ahí como lo marca la ley y protocolos de seguridad”, dijo.

Para hacerlo requieren de permisos del ejido, el municipio y autoridades federales, agregó.

“Se nota el interés de la empresa de hacer los procedimientos de la mejor manera (…) siempre habrá quien defienda al sector minero y quien lo vea con recelo o preocupación, porque efectivamente, no podemos negar la realidad que ha estado ocurriendo en otras partes de República, inclusive aquí mismo en el estado, y nosotros tampoco quisiéramos que pasara en el municipio”, aseguró.

“No hay riesgo para El Rosario”: Conagua

El 17 de diciembre del 2014, el Centro de Investigación de Alimentación y Desarrollo, A.C. (CIAD) informó que los análisis hechos a cuatro muestras del agua del Arroyo Las Charcas, ubicado en la sierra de Concordia, arrojó como resultado que existe toxicidad por el derrame de 10 mil 800 toneladas de jales ocasionado por una empresa minera el 16 de octubre del mismo año.

Se determinó que los elementos tóxicos presentes son plomo, plata y zinc, que pueden representar un riesgo para los ecosistemas.

Ante la contingencia registrada en octubre, el alcalde sugirió a la población de El Rosario, abstenerse de consumir agua directamente del río Baluarte, tampoco usarla para el ganado ni tener contacto directo con ésta, en tanto las autoridades definían la gravedad de la situación.

Al paso de las semanas y ante la confirmación de CONAGUA de que no había riesgo, la alerta fue levantada y los rosarenses tuvieron de nuevo luz verde para usar el líquido de este cuerpo de agua.

Ante el anuncio del CIAD de que los límites máximos permitidos por las normas ambientales mexicanas han sido rebasadas, el alcalde se pronunció por el respeto a las instituciones, y creerle a Conagua cuando dice que no hay riesgo.