A través de comunicados, La CONAGUA y PROFEPA descartaron la presencia de tóxicos en el arroyo Pánuco, Concordia, derivado del derrame de jales de la mina Dos Señores, el pasado 16 de octubre.
La Comisión Nacional del Agua concluyó que no hay toxicidad ni riesgos para la vida de seres humanos, animales y vegetales a consecuencia de lo anterior.
Rafael Sanz Ramos, director técnico del Organismo de Cuenca Pacífico Norte de la CONAGUA, dio a conocer que la dependencia federal realizó diferentes muestreos aguas arriba y aguas debajo de la zona del derrame, en los cuales, tras los estudios de diferentes parámetros, se descartó la concentración de materiales tóxicos o metales pesados, como cromo, cadmio, níquel y arsénico.
Añadió que de forma adicional, se verificaron los valores de compuestos orgánicos, mismos que también resultaron apegados a la norma oficial.
Destacó que se continuará con el protocolo y durante los próximos días se hará un tercer muestreo para tener garantía total de la no toxicidad en ningún punto del arroyo Pánuco.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, por su parte informó que el muestreo realizado a los jales derramados por la empresa Minera Dos Señores, no rebasa los límites máximos permisible establecidos en la NOM-052-SEMARNAT-2005, por lo que no se consideran peligrosos.
Precisó que los resultados del muestreo realizado el 20 de octubre, arrojan que tampoco son peligrosos como potenciales generadores de drenaje ácido, en términos de lo establecido en la NOM-141-SEMARNAT-2003.
Los análisis, desarrollados por un laboratorio de pruebas acreditado y aprobado de acuerdo a la Ley Federal de Metrología y Normalización, revelan que los jales derramados no son peligrosos por movilidad de metales, ya que la concentración en el lixiviado no rebasa los límites máximos permisibles.
Cabe destacar que, a 14 días de ocurrido el incidente, personal de la PROFEPA verifica en campo los trabajos de limpieza que efectúa la empresa Minera Dos Señores por el derrame de aproximadamente 10 mil 800 toneladas de jales, los cuales recorrieron entre 0.9 y 1.4 kilómetros, afectando el arroyo Las Charcas o Pánuco.
Se estima que se han recolectado cerca de ocho mil toneladas de material, mismas que se han depositado en una presa secundaria, así como en una nueva presa que está autorizada.
La Delegación Federal de la PROFEPA en Sinaloa informó que, dadas las características del sitio, desde el pasado 22 de octubre, la recolección de material es menor en comparación con los primeros días, debido a que se realiza de forma manual ante la imposibilidad de usar maquinaria o equipo motorizado.
Desde ayer, inspectores de esta dependencia federal se encuentran en el lugar afectado, supervisando los trabajos efectuados por personal de dicha empresa.
Como parte de las labores de la empresa minera realizadas en respuesta a la emergencia, se construyó una serie de bordos a fin de contener los sedimentos derramados al arroyo (jales) y filtrar las aguas que circulan en dicho lugar.
En total se construyeron, bajo la vigilancia de la PROFEPA, 18 bordos a lo largo de 7.5 kilómetros de cauce y a partir del séptimo bordo se observa agua con aspecto típico de “agua rodada”, de la cual la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reporta que los valores de contaminantes se encuentran por debajo de lo establecido en la norma.
Asimismo se desvía, aguas arriba, el arroyo Las Charcas, utilizando un túnel antiguo para ayudar a disminuir el caudal y así facilitar la realización de las medidas y obras que se llevan a cabo en la zona.
