El pueblo de El Recodo lloró y acompañó al son de la música de banda a su última morada a uno de sus hijos más queridos Aldo Sarabia García, quien dedicó gran parte de su vida a la música y estuvo 22 años con la Banda El Recodo.
Desde temprano llegaron a la funeraria Germán Lizárraga, líder de la Banda Estrellas de Sinaloa, así como su hermano Cruz, ambos hijos de Don Cruz Lizárraga, fundador de Banda El Recodo. También arribaron los cantantes Julio Preciado, y Julión Álvarez, así como familiares, compañeros de bandas, amigos y conocidos.
Fue a las 11:30 horas cuando el cortejo fúnebre partió entre aplausos de Mazatlán hacia El Recodo, su pueblo natal, y en su trayecto de cerca de 30 kilómetros la gente de los pueblos ubicados a la orilla de la carretera salió a despedirlo.
Al llegar al arco de entrada, como a eso de las 13:00 horas, niños, jóvenes y adultos que se congregaron desde antes en ese sitio, aplaudieron con fuerza, el arribo del féretro de madera de cedro, que contenía el cuerpo del músico asesinado.
Luego el ataúd, fue bajado de la carroza y llevado en hombros por familiares, amigos y compañeros de profesión, acompañado por centenares de pobladores e integrantes de Banda El Recodo, encabezados por su líder Poncho Lizárraga, hasta el cobertizo de esa comunidad, donde el párroco de Escamillas, Manuel de Jesús Ramos Rodríguez, ofició una misa de cuerpo presente.
Durante la homilía, que fue escuchada con atención por decenas de personas y habitantes del pueblo que no cedieron a las altas temperaturas y se mantuvieron bajo los rayos de sol, Poncho Lizárraga agradeció a nombre de la familia de El Recodo, las muestras de cariño para Aldo recibido en los últimos días.
“Queremos darles las gracias de todo corazón por todas las muestras de cariño que están brindando; que todo lo que han hecho, lo han hecho con mucho respeto”
“De parte de toda la familia de la Banda El Recodo de Don Cruz Lizárraga, pues queremos decirle a todos sus hijos, a sus hermanos, sus sobrinos, músicos que cuentan con el apoyo de todos nosotros, estamos con todos ustedes, y quisiera que le diéramos un fuerte aplauso a nuestro compañero Aldo Sarabia”, dijo.
La misa estaba planeada en la parroquia, pero se cambió de lugar debido al número de gente.
Luego el cortejo fúnebre partió hacia la calle Principal de dicha sindicatura. En el trayecto hizo una parada frente a la antigua casa de paredes de adobe crudo donde vivió al lado de sus padres, Aldo Sarabia, luego caminaron alrededor de 20 minutos hasta llegar al panteón, donde la música de banda retumbó hasta pasadas las 15: horas, con las melodías que le gustaban a Sarabia García.
Y justo cuando el ataúd era introducido al interior de la tumba, dos vocalistas de Banda El Recodo, acompañados de la Banda Playa Grande, cantaron “Nadie es eterno en el mundo”, para despedir a quien integró durante 22 años a la “Madre de Todas las Bandas”.
Fue entonces que las lágrimas en los ojos afloraron y los gritos de despedida se hicieron escuchar por algunos de los presentes como el de una señora que desde su ronco pecho vociferó: “Yo te quiero mucho Aldo”.
Un cura realizó la bendición de la tumba y llamó a la pronta resignación a los hijos y familiares del difunto. Descanse en paz Aldo Sarabia García.