Nelda Ortega
El 23 de abril, durante la gira del presidente Enrique Peña Nieto en la reinauguración y modernización de la planta de tratamiento El Crestón en Mazatlán, Mario López Valdez insistió en su discurso respecto a la cobertura en el saneamiento.
“En agua potable traemos el 98 por ciento de la población con ese servicio, en alcantarillado traemos el 95 por ciento y en saneamiento el 94”, presumió el gobernador.
Ante Peña Nieto, funcionarios de los tres niveles de gobierno, iniciativa privada y medios de comunicación, habló de la existencia de 233 plantas de tratamiento.
“Nos permite poder presumir un poco que no hay nadie en el país que tenga más plantas de tratamiento en Sinaloa, tenemos 233 plantas, tratamos el 98 por ciento de las aguas negras, cuando a nivel nacional andamos un poco abajo del 50 por ciento”, dijo.
Y no ha dejado de insistir en el tema durante los eventos a los que es invitado para cortar el listón de obras relacionadas con este servicio, como el de la comunidad de El Conchal en Culiacán, el pasado 7 de mayo, donde entregó una planta de tratamiento, la número 82 en el estado, dijo.
Lo que sigue omitiendo Malova es que el inventario de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) es de 245 plantas de tratamiento, pero sólo están en operación 226, según el reporte obtenido por Ríodoce a través de una solicitud de información a la dependencia federal.
El gobernador también se reserva los números de las plantas de tratamiento que no funcionan y que la Conagua tiene registradas.
Son 19 plantas cuya infraestructura no es aprovechada porque fueron vandalizadas y no cuentan con equipamiento, entre ellas dos plantas de Angostura y una de Navolato que registraron daños a causa del huracán “Manuel” en el 2013 y que hasta mayo del 2014 seguían en la lista de infraestructura sin operar de la paraestatal.
Lo que estas plantas —que requieren rehabilitación— tienen en común es que no son tomadas en cuenta en los números alegres del gobernador, y menos ha existido en su discurso el compromiso, con fecha de por medio, para gestionar e invertir recursos en ellas.
A las omisiones del mandatario se le suma que las plantas de tratamiento instaladas operan por debajo de su capacidad instalada y para lo que fueron diseñadas, aunque el argumento recurrente tanto del gobierno del estado como de los municipios siguen siendo los gastos de operación.
Cobertura de 76 por ciento, no del 98
La falacia repetida una y otra vez por Malova de que en Sinaloa se cuenta con el 98 por ciento de cobertura, no coincide con los números de la Conagua.
Considerando el agua que se abastece a la población y a las coberturas de los servicios de agua potable y alcantarillado, la Conagua estima que la cobertura en el tratamiento es del 76 por ciento.
El gobernador sostiene que en agua potable la cobertura la tiene el 98 por ciento de la población, en alcantarillado el 95 por ciento y en saneamiento el 94; si sumara las plantas que no están operando y todas operaran de acuerdo a la capacidad instalada, tal vez le alcanzarían los números, mientras, la realidad difiere del discurso.