Malayerba: La rendición

Cuando jaló el gatillo tuvo un presentimiento y se preguntó en silencio: no será esta mi firma final, mi sentencia de muerte. Lea: Malayerba: Viajero La víctima quedó casi en cuclillas. Un hilillo de sangre que se iba haciendo gordo emanaba de su cabeza, muy cerca de la nuca. Las botas tipo militar rodeándolo. Los […]