Malayerba: El encajuelado

Hacía frillito. Y era su segunda vez. La primera se había ido impune. Y pensó que su contrincante ni cuenta se dio. Diez de la noche. Muchos clientes en el expendio de la cervecería. Algunos también lo eran para él. Lea también: Malayerba: El gangoso y el sordo Chicles, cacahuates, dulces, cigarros. Era su surtido. […]