Malayerba: Casada

El joven la rondaba desde su bicicleta. Seguía sus pasos, la estela de sus perfumes, por el barrio: de su casa a la esquina, de la esquina a la tienda, de la tienda a la parada del camión. Lea también: Malayerba: Sigues tú El muchacho, de veinte años, le había puesto los ojos encima. Su […]