Malayerba: Botas de avestruz

Un día se dijo ya no más. Harto de los maizales secos, la pobreza galopante que le ardía en el estómago y sus viejos enjutos, decidió abandonar el jacal de San Pantaleón en pos de su sueño: ser narco. Había permanecido allá, en lo alto, deseando tenerlo todo. Comodidad, lujos, comida abundante y billetes a […]