Jehovana Ariselda Martínez Armenta en sus primeros actos como síndica procuradora impuesta por diputados locales implementó una “cacería de brujas” y ejecutó el despido de los siete empleados asignados a su oficina y a la Contraloría Social.
Antes de ejecutar el despido masivo, la burócrata se reunió con el alcalde, Manuel Guillermo Chapman Moreno en el despacho de la Presidencia Municipal, de donde salió para reunir a los empleados y comunicarles en seco que estaban a disposición de recursos humanos.
Aníbal Armenta, ahora ex Director de Contraloría Social y quien había ganado dos premios estatales por organizar grupos ciudadanos de vigilancia de la obra pública y los cuales detectaron vicios ocultos, reciclaje de productos pagados a precios estratosféricos y construcciones fantasmas confirmó el despido.
“Nos citó al despacho y nos dijo que estábamos a disposición de Recursos Humanos”, dijo.
Luego, Martínez Armenta se encerró en el despacho, mientras cerrajeros cambiaban las chapas de las puertas.
Antes, la funcionaria se había presentado en cabildo en donde los ediles le dieron la bienvenida y le desearon éxitos en su gestión durante los últimos meses de la administración, como protocolo.
Chapman, por su parte, ofreció trabajar en equipo para buscar el progreso y bienestar de Ahome.
La Síndico Procuradora agradeció el gesto.