Es una decisión que solo puede tomar el Fiscal General de los EU, dice abogado de Zambada García
La posibilidad de que Ismael, el Mayo Zambada enfrente la pena de muerte en caso de ser encontrado culpable fue puesta sobre la mesa el viernes de la semana pasada, durante la segunda audiencia preliminar en contra del capo, aunque ahora faltaría que el Fiscal General de Estados Unidos haga la petición oficial para que sea considerada por el juez Brian Cogan al momento de emitir una sentencia.
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Si esto ocurre, sería la primera ocasión que un mexicano acusado por tráfico de drogas sea condenado a la pena máxima, pues, aunque han sido centenares de connacionales juzgados por narcotráfico y asociación delictuosa, nunca han sido sujetos a la pena de muerte, gracias al tratado de extradiciones que existe entre México y Estados Unidos, que precisa que a un ciudadano de este país no puede aplicársele dicha sentencia bajo ninguna circunstancia.
De acuerdo a la Constitución Mexicana, en el artículo 119 y el tratado de extradición entre México y Estados Unidos, en el inciso 8 se establece que “…la extradición podrá ser rehusada a menos que la parte requerida estime tener las garantías suficientes de que no se impondrá la pena de muerte o de que, si es impuesta, no será ejecutada”, se lee en el tratado.
En el caso de Zambada García sin embargo es diferente, ya que —a diferencia de otros narcotraficantes como Joaquín el Chapo Guzmán, Osiel Cárdenas Guillén, o Benjamín Arellano Félix—, el Mayo no fue extraditado, sino que fue detenido en territorio estadounidense.
Frank Pérez, abogado defensor de Zambada García, dijo que hasta el momento los fiscales no han solicitado la pena de muerte, aunque fue Breon Peace, fiscal federal del Distrito Este de Nueva York, quien mencionó al juez Cogan que uno de los cargos en contra del acusado podría dar lugar a la pena de muerte.
“Pero la decisión correspondería al fiscal general, quien hasta el momento no ha hecho tal solicitud”, observó Pérez, en un escueto correo electrónico enviado a esta redacción.
Según expertos, el cargo más escandaloso que enfrentaría el Mayo Zambada ante un posible juicio son tráfico de fentanilo, y para probar esa acusación, presentada por primera vez el 27 de mayo pasado, los fiscales deberán aportar evidencias contundentes al juez Cogan para determinar si lo sentencia o no a la pena capital.
“Los delitos imputados son tan graves como los que se presentaron a Joaquín, el Chapo Guzmán, con los agravantes del fentanilo y el tiempo transcurrido, puesto que el cofundador del Cártel de Sinaloa siguió cometiendo los crímenes hasta este año”, señalaron los fiscales al juez Cogan, luego que el Mayo, entró a la corte flanqueado por cinco agentes federales.
Otro conflicto que enfrenta el juicio es determinar si el abogado de Zambada García podrá representarlo durante el juicio, puesto que él también representó a Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo, quien colaboró con la DEA en varias ocasiones para, supuestamente ayudarlos a localizar a su propio padre mediante una serie de llamadas telefónicas que ayudarían a los agentes a rastrear el paradero del Mayo.
Ese nivel de cooperación haría que los fiscales llamen a Zambada Niebla a carearse con su padre, lo cual generaría un conflicto de intereses que impediría a Frank Pérez continuar representando a Zambada García, ante lo cual Cogan pidió más argumentos por parte del defensor para determinar si lo dejará continuar representando al Mayo. Frank Pérez, por su parte, prefirió no comentar sobre esa posibilidad.
Según explicó una persona familiarizada con el caso, lo que a continuación sigue es que se llamará a testigos a declarar y se presentarán todo tipo de pruebas en contra del acusado, aunque la defensa puede contrainterrogar a los testigos.
“Sin embargo, la defensa no puede oponerse al uso de determinadas pruebas y, de hecho, se permite presentar pruebas en una audiencia preliminar que no se pudieron mostrar a un jurado en el juicio”, dijo la fuente, quien solicitó no ser identificada.
Si el juez concluye que hay causa probable para creer que el acusado cometió uno de los delitos por los que es acusado, se programa un juicio. Pero si determina que la evidencia no es tan fuerte como para presentarle cargos al acusado, tendría que desestimar los cargos.
Hasta el cierre de esta edición, el Mayo permanece preso en el Centro Correccional Metropolitano, de Nueva York (MCC New York, por sus siglas en inglés). La próxima audiencia preliminar fue programada para el 15 de enero de 2025.
Artículo publicado el 20 de octubre de 2024 en la edición 1134 del semanario Ríodoce.