La estrategia del líder del Cártel de Sinaloa al aceptar ser juzgado en una corte de Nueva York, es evitar que en Texas lo acusen de asesinato
La transferencia de Ismael Zambada García, el Mayo, de Texas a una corte federal en Nueva York, obedece a una estrategia por parte de la defensa para que no juzguen al capo por cargos de homicidio en Texas, aunque ello implique que enfrente acusaciones por tráfico de fentanilo, dijeron fuentes familiarizadas con el caso.
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“Hay cargos que va a evitar en Nueva York y a los que tendría que responder en la corte del Distrito Sur de Texas, como es el cargo de homicidio, que bien podría valerle la pena de muerte y haría más difícil el juicio contra él, y por eso la defensa prefirió negociar con la fiscalía”, dijo una persona cercana a la familia de Zambada García, quien solicitó no ser identificada.
Frank Pérez, abogado de Zambada García, no respondió sobre esos señalamientos, aunque sí reiteró que el Mayo nunca ha negociado con el gobierno de Estados Unidos y que está dispuesto a enfrentar a los fiscales estadounidenses.
“Mi cliente está bien, y no está negociando con nadie”, dijo escuetamente el abogado.
Semanas antes, sin embargo, el pasado 15 de agosto, la defensa presentó una moción a la corte, argumentado que no había justificación para que su cliente fuera trasladado a Nueva York, cuando en Texas enfrentaba cargos desde abril de 2012, mientras que la acusación en Nueva York data de febrero de 2024.
“No existen argumentos para que sea llevado a otra corte”, dijo entonces el abogado, citando el código penal de Estados Unidos, que señala que, si una persona con orden de arresto es detenida en tal o cual distrito, ahí debe ser juzgado, y en este caso el Mayo fue arrestado muy cerca de El Paso, Texas, y que por eso ahí debía ser juzgado.
La petición de la defensa fue denegada, según se lee en el documento 1330 del expediente número 3:13-cr-00849, y unas horas más tarde después de la negación, la corte emitió un nuevo comunicado en el que señalaba que Zambada García aceptaba ser transferido a Nueva York, a la misma corte donde uno de sus antiguos socios, Joaquín el Chapo Guzmán fue juzgado y sentenciado a cadena perpetua.
“Hubo una negociación entre el abogado y los fiscales, pero desconozco qué tipo de acuerdos hicieron”, dijo la fuente entrevistada por este semanario.
Kathleen Cardone, jueza del distrito oeste en Texas, había precisado horas antes que Zambada García había concedido al gobierno de EU que fuera transferido y permanecer bajo custodia de las autoridades judiciales del distrito Este de Nueva York.
“Si el acusado no se opone a ser trasladado, yo no me opongo a que sea trasladado a otra corte”, dijo Cardone.
Mientras tanto, el Departamento de Justicia de Estados Unidos (USDOJ) empezó a robustecer desde el viernes de la semana pasada al equipo de fiscales que trabajarán el caso contra el Mayo, y que incluye a Andrea Goldbarg, una de las fiscales más duras del sistema judicial federal de ese país y 18 fiscales más que actualmente se preparan, reúnen pruebas, y seleccionan a un grupo de testigos protegidos que testificarán.
Los cargos
Aun cuando Nueva York pueda resultar “más fácil”, la realidad es que Zambada García enfrenta 17 cargos relacionados con tráfico de cocaína, metanfetaminas, fentanilo, heroína, mariguana, conspiración, asociación delictuosa, amenaza, lavado de dinero, portación de armas de uso exclusivo, y distribución internacional de más de 5 mil kilos de cocaína.
En el archivo se menciona a socios de la organización, como Jorge Milton Cifuentes Villa, quien testificó en contra de Joaquín Guzmán Loera durante el llamado “Juicio del Siglo”, y quien sería nuevamente llamado a carearse.
“Se tienen datos en donde Zambada García junto con otros envió, entre enero de 2004 y diciembre de 2008, casi 3 mil kilos de cocaína a Estados Unidos, y esto lo hizo con la organización Cifuentes Villa”, se lee en el documento.
El expediente también identifica a otro narcotraficante con quien el Mayo también habría hecho negocios, un capo identificado como Luis Agustín Caicedo Velandia Don Lucho, a quien Zambada García le habría comprado más de 100 toneladas de cocaína entre 2003 y 2010, hasta que Don Lucho fue arrestado y el Mayo haría negociaciones con otros cárteles colombianos.
La DEA también identificó que el Mayo aparentemente adquirió casi 100 mil kilos de cocaína, mediante negociaciones hechas con el cártel del Norte del Valle de Colombia. Los fiscales aparentemente tienen pruebas y testigos protegidos que, al igual que como ocurrió con Guzmán Loera, también testificarían contra él. Las fechas que el expediente señala datan entre septiembre de 2003 y enero de 2007.
El expediente no se detiene con acusaciones sobre tráfico de droga, sino que identifica la presencia de Zambada García como un narcotraficante “poderoso”, desde enero de 1989, que fue cuando agentes de la DEA por primera vez escucharon hablar del Mayo, luego que la generación anterior de narcotraficantes que incluía a Miguel Ángel Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca Carrillo, y otros, fueron arrestados después del asesinato de Enrique Kiki Camarena, y nuevos capos fueron identificados, incluyendo Zambada García, Guzmán Loera, y Amado Carrillo Fuentes, el Señor de los Cielos.
Hasta el cierre de esta edición, la corte del Distrito Este de Nueva York no había fijado fecha para una sentencia como tampoco se tenía una fecha clara para su traslado a Nueva York, lo que sí estaba ocurriendo es que el USDOJ estaba añadiendo personal a su ya ensanchado equipo de fiscales que estaría acusando a Zambada García de llegar el caso a juicio.
De decidir enfrentar al gobierno de Estados Unidos y ser encontrado culpable, el Mayo podría enfrentar un castigo de cadena perpetua, incluso la pena de muerte, además de que los fiscales buscarán confiscarle 14 mil millones de dólares, propiedades y otros bienes que el capo pueda poseer.
Artículo publicado el 08 de septiembre de 2024 en la edición 1128 del semanario Ríodoce.