Aún cuando el empresario hotelero Ernesto Coppel atrajo los reflectores como iniciador de la controversia, en la campaña para prohibir las agrupaciones en las playas del puerto, se vieron envueltos una docena de hoteleros

La polémica por el intento de limitar el horario o lugares donde las bandas podrían tocar en las playas de Mazatlán la semana anterior, y que generó protestas de músicos y un enfrentamiento de estos con policías municipales, le dio la vuelta a México, pero también llegó a las planas de medios estadounidenses como The Guardian, The Washington Post, Fox News y hasta la revista Rolling Stone.

El problema comenzó el pasado 25 de marzo, después de que un concierto acústico que se realizaba ante turistas extranjeros en el Hotel Pueblo Bonito, fue interrumpido por la música de una banda que tocaba en la playa contigua. Al día siguiente el dueño del hotel, Ernesto Coppel Kelly, pidió en un video restringir los espacios y horarios para que dichas agrupaciones toquen en las playas, e incluso colocó un cartel que señalaba que quedaba prohibida la contratación de bandas en las playas ubicadas frente al edificio.

“Son un desastre en las playas de Mazatlán. No permiten que la gente descanse”, dijo Coppel en la grabación: “Tengo muchas quejas de cientos de turistas americanos que me dicen ‘no vuelvo a Mazatlán por el ruido’”.

Horas después de la publicación del video en sus redes sociales, decenas de músicos realizaron una protesta en el Malecón de Mazatlán y frente al hotel de Neto Coppel. En la avanzada los músicos se enfrentaron con policías municipales, que fueron enviados a controlar las marchas.

Al mismo tiempo, en redes sociales el tema se polarizó entre quienes acusaban una gentrificación del puerto, porque con la propuesta se privilegiaría a extranjeros sobre los habitantes locales, quienes consideraron que las bandas musicales son una tradición en el puerto y pidieron que quienes no gusten de ellas, vacacionen en otros lugares, y en el otro extremo estuvieron quienes apoyaron a la llamada “Alianza Antirruido”.

Aún cuando la presión cayó sobre Ernesto Coppel, en la campaña para regular la música de banda, estuvieron inmersos una docena de hoteleros.

Durante los siguientes días, el tema siguió escalando, y el lunes 1 de abril llegó a la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien dijo que, al manifestarse, los músicos mazatlecos estaban “defendiendo sus derechos”.

“El pueblo ahora está muy consciente y está defendiendo sus derechos”, indicó, “así se ganan la vida, y, además, esta es una tradición de hace mucho tiempo… y por eso protestaron y lograron que eso se revirtiera”.

“Lo que no es bueno es la violencia… pero las bandas de Sinaloa, o los músicos de las bandas de Sinaloa, tienen todo el derecho de protestar, pero nada de violencia”.

El gobernador Rubén Rocha Moya escribió en sus redes sociales que no compartía la propuesta de “prohibir a los músicos de Mazatlán realizar su trabajo honesto y digno, que les permita alimentar a sus familias”.

Ante el debate, que seguía creciendo, el alcalde de Mazatlán, Édgar González Zatarain, llegó a un acuerdo con los músicos, en medio de la Semana Santa. Declaró que los grupos y bandas que laboran en las playas del puerto, principalmente en la Zona Dorada, podrían continuar haciéndolo, con un permiso de por medio, con sus labores en diversas áreas y con horarios establecidos.

Y mientras en redes las críticas a Neto Coppel continuaban, este y el cantante Eduin Caz, líder de Grupo Firme, grabaron un video, en el que el segundo llega a la residencia del primero y le pregunta si las bandas podrán seguir tocando en Mazatlán, a lo que el empresario respondió: “claro que sí”.

La polémica que se prolongó más de una semana, ocupó espacios en casi la totalidad de medios nacionales como Proceso, El Universal, Reforma, Sin Embargo, Aristegui Noticias, Excelsior, La Jornada, y en noticieros de TV Azteca, Televisa, programas radiofónicos y medios de los diversos estados.

En Estados Unidos, The Guardian publicó el 1 de abril, “Que suene la música: bandas playeras de México salen victoriosas tras denuncias por ruido”. En el texto se define a las bandas que tocan en las playas de Mazatlán, como agrupaciones que crean “música que difícilmente propicia la reflexión o la relajación: piense en una polka frenética y veloz con muchísimos metales y tambores.”

El Dallas News tituló una nota al respecto publicada el 29 de marzo: “Ernesto Coppel y su pelea contra los músicos de banda en las playas de Mazatlán”, en la que hace también referencia al triunfo de las bandas”.

El 3 de abril, la revista Rolling Stone abordó el tema a partir de una pregunta: “¿Qué pasa con la música de banda en Mazatlán?”. Y relata la disputa que se ocasionó en las redes “entre los músicos de banda, los que disfrutan de la música sobre la arena y quienes consideran que solo se trata de ruido —usualmente se asocia a esta categoría con turistas extranjeros.”

“Aunque aparentemente la música de banda seguirá a salvo en Mazatlán, el debate entre residentes y visitantes continuará, avivado por quienes defienden que la música de banda es esencial a la identidad cultural de Sinaloa y un atractivo para los turistas interesados en sumergirse en tradiciones locales”, concluye la publicación.

Aún cuando la mayor difusión del tema se concentró en el país y en algunos medios estadounidenses, el diario español El País también le dedicó un espacio con una nota titulada “Playas de Mazatlán: ¿cuándo la música se convierte en ruido?, en la que abordó todas las aristas ocasionadas por la polémica.

Artículo publicado el 07 de abril de 2024 en la edición 1106 del semanario Ríodoce.