Toma de palacio, rudeza innecesaria, Genaro García
Muchos de ellos sirvieron al municipio durante 25 años, otros se jubilaron de manera prematura, y algunas más enviudaron cuando sus maridos murieron en la matanza de policías, en accidentes o por causas naturales, pero todos tienen una coincidencia: intentan pasar una mejor vejez, pero sus ingresos son insuficientes.
Por eso se organizaron en un grupo al que autodenominaron Guerreros Azules de Sinaloa. Guerreros porque se consideran de pelea, azules por el color de uniforme que portaron y de Sinaloa por el territorio que pisan.
Esa mañana entre calurosa al sol y fresca a la sombra, esperaron durante casi dos horas a que el grupo creciera. Algunos se dispersaron por los pasillos del palacio municipal de Los Mochis y otros se sentaron en las bancas a intercambiar impresiones cotidianas. Y largos minutos permanecieron parados sobre la acera sur de la calle Cuauhtémoc entre Ignacio Allende y Santos Degollado.
Los minutos agotaron la espera y cuando el grupo fue lo suficientemente compacto y llegaron el plazo, subieron al segundo piso del palacio. Allí, pidieron audiencia con el alcalde, Gerardo Octavio Vargas Landeros, pero se las negaron. Molestos descendieron, y en cuestión de minutos ya habían cerrado el crucero de Santos Degollado y Cuauhtémoc.
En esa posición aguardaron y hasta se enfrentaron verbalmente con conductores a los que vararon.
Bajo el rayo del sol, nadie los atendió.
Estos se replegaron de nuevo a las bancas, en donde se reorganizaron. Tras deliberaciones, se armaron tres grupos. Dos cerraron las puertas de los pasillos y el más grueso el acceso principal. En ese momento, ellos decretaban la toma del palacio.
Poco antes de una hora, las puertas de los despachos se abrieron. Y el alcalde, Vargas los recibió de buen talante, sin reclamo, sin roces. Allí, en negociaciones se creó la mesa de diálogo.
Tres días después, ya estaban reunidos de nuevo, pero ahora con el secretario de la comuna, Genaro García Castro. Él no resultaba un desconocido para ellos, pues había sido comandante de Tránsito, luego director de Vialidad, Director de la Policía Municipal y hasta Secretario de Seguridad Pública en Sinaloa, y ahora, era el segundo en el poder municipal, y por tanto, con facultad para responder sus demandas que están dentro del decreto 645: homologación salarial, seguro del retiro, quinquenios, retroactivo a enero, 70 días de aguinaldo y la incorporación de las viudas a estos derechos.
Yesenia Rojo Carrizoza, lideresa del grupo, aseguró que en la segunda reunión habían logrado acuerdos y esperaban que estos fueran avanzando conforme el tiempo y los recursos municipales se extendieran.
Dijo que el bloqueo de calles y la toma del palacio municipal fueron medidas que se tomaron en el acta pues los alcaldes tienen tendencia a desatender sus compromisos con ex policías sin tomar en cuenta que estos ya dieron lo mejor de sus vidas a la ciudadanía, y justo es evitar una vejez precaria.
Citó que Guasave, Sinaloa, El Fuerte, Culiacán y Mazatlán son municipios en donde la situación es tensa. “El Fuerte no tiene ninguna prestación, ni atención médica”.
Delfino Castro Cázarez de El Fuerte confirmó la versión de Rojo, asegurando que ningún policía tiene prestaciones seguras porque el alcalde, Gildardo Leyva Ortega las niega todas, y en caso de protestas, despide utilizando el sistema de control de confianza como justificación. “Es arbitrario, necio, y mal gobernante”.
Genaro García Castro, por su parte, aseguró que las protestas de sus ex compañeros fue “rudeza innecesaria, aunque tienen derecho a hacerla, pero este se pierde cuando hay interlocución de por medio y resultas las demandas que están en la facultad de los funcionarios. No podremos resolverlas todas, porque la Auditoría superior del Estado nos sanciona. Para eso hay que cabildear partidas especiales y modificaciones en los destinos de los dineros que los diputados deben de aprobar en el congreso. No es fácil ni rápido. Esperamos tener el auxilio del Gobernador para cumplir el decreto 645 que nos incrementó las obligaciones, pero sin dinero”.
García Castro aseguró que las demandas de los ex policías se están cumpliendo paulatinamente, sin tener razón en el argumento de que son desatendidas.
“Cuantas veces lleguen, serán atendidos”, y citó que, de ocho casos de viudas, cinco se resolvieron, quedan tres; las homologaciones salariales se están dando conforme las finanzas municipales lo permiten; los retiros se están agilizando pues se están dictaminando, primero, los rezagados, proyectándose que, para el cierre de la administración, nadie quedará afuera: Pero para cumplir el decreto se necesita mucho dinero que no se tiene. Allí, tendrán que esperar, porque es necesario cabildeo con diputados y con el gobernador, lo es un protocolo distinto.
Los policías reconocieron que con el secretario hubo entendimiento, y lo celebraron con una comida entre los azules.
Artículo publicado el 19 de noviembre de 2023 en la edición 1068 del semanario Ríodoce.
