“Hubo suspensión de la obra porque hicieron trabajos sin hacer el trámite ante el INAH, hubo un acuerdo inicial, si, hubo trabajos preliminares en aras de que esto avanzara (la remodelación de la Casa del Marino, pero los de la Sedatu no han presentado proyecto”, asegura una fuente a Ríodoce.

El Patronato Pro Rescate de la Casa del Marino, capitaneado por Felipe de Jesús Hernández Ascencio, Mario Velásquez Salazar e Iván Hubbard Rentería, impidieron en octubre de 2013 que el ex gobernador Antonio Toledo Corro y expresidentes municipales de Mazatlán demolieran el edificio colonial.

La Sedatu sin realizar ningún trámite ante el INAH para iniciar los trabajos, por la vía de los hechos demolió el inmueble sentenciado a “muerte” por los ex presidentes municipales del PRIAN desde hace una década.

La demolición de la Casa del Marino ubicada en la avenida Paseo Claussen y calle Las Palmas, inició por el lado de la playa conocida como Los Pinitos, pero cuando el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se percató de los daños ocasionados por la Sedatu, inmediatamente detuvo la destrucción.

Durante 32 años, marinos de Mazatlán, lucharon contra viento y marea para salvar la Casa del Marino del abandono en que la tenían los gobiernos del PRIAN, que pretendían demolerla y convertirla en una plazoleta turística.

El 28 de agosto, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) informó que a través del Programa de Mejoramiento Urbano (PMU) rescata la Casa del Marino, un inmueble abandonado desde hace décadas para transformarlo en un museo y centro cultural, con una inversión de más de
71 millones de pesos, en beneficio de las familias mazatlecas.

Román Meyer Falcón, titular de la Sedatu, dijo que se intervienen en total 4 mil 470 metros cuadrados y este proyecto incluye la construcción de un Fuerte, espacios públicos que aprovechan la vista al mar, dos áreas de exposición permanente, un área de servicios, otra de talleres y una administrativa.