Acusan discriminación de las viudas de policías

El juicio contra Jesús Estrada Ferreiro por abuso de autoridad y discriminación de las viudas de policías empezó con declaraciones de las testigos.

La Fiscalía General del Estado acusa al ex alcalde de haber llamado “perras sin dueño”, “búsquense un mayate para que las mantenga y dejen de ser viudas” y que él no tenía por qué andar navegando viudas y huérfanos.

La FGE inició con declaraciones de las víctimas —son 70 en total— en la que narran la forma que ocurrieron las supuestas ofensas.

Las ofendidas narraron a la jueza Graciela Adriana Peraza que el 10 de septiembre de 2021 tomaron las cajas del Ayuntamiento para que el alcalde las atendiera y les diera una solución ante su negativa de homologar la pensión con el sueldo de policías en activo.

Mencionaron que al lugar llegó Estrada Ferreiro y tras dialogar con ellas y decirles que no había dinero para la homologación, se retiró y entre 10 y 15 minutos después volvió enojado y ahí fue donde las ofendió.

Días después, en una fecha que ninguna ha podido precisar, se reunieron en la sala de Cabildo donde al entrar les quitaron los celulares.

Durante la reunión, dijeron, el entonces alcalde las volvió al llamar “perras sin dueño”, “búsquense un mayate para que las mantenga y dejen de ser viudas”.

Las víctimas señalaron que fue hasta el 25 de marzo de 2022 cuando elaboraron la demanda en las instalaciones de la Asociación de Policías Caídos.

Narraron que la demanda la hicieron ellas solas porque ningún abogado las quiso ayudar porque no querían demandar al presidente municipal.

Un día después, la demanda fue presentada en la Fiscalía General del Estado, pero solo acudió a presentarla la líder del grupo, Andrea Félix.

En la sala de audiencia declararon que el 29 de marzo acudieron a la Agencia del Ministerio Público a ratificar la denuncia.

En el interrogatorio de los defensores de las víctimas reconocieron que en la denuncia y en la ratificación, no mencionan que Estrada Ferreiro les dijo frases como “son unas perras” o “búsquense un mayate”.

Manifestaron que la denuncia en ese momento era solo por la negativa de pago y que incluyeron las frases ofensivas hasta después, cuando un agente investigador que acudió a entrevistarlas les dijo que todo lo que el ex alcalde les había dicho era un delito y que “enderezaran” la denuncia.

Desde que inició el proceso penal, los abogados defensores han señalado que las declaraciones que contienen las ampliaciones de las denuncias son exactamente iguales, con las mismas palabras y frases y la narración tiene la misma estructura.

Una de las víctimas, Angelina “A” dijo que solo pedían al alcalde que les diera los que les correspondía.
“Aunque nos casemos con otra persona nunca vamos a dejar de ser viudas porque mi marido ya está muerto”, expresó.

Los defensores preguntaron cuántas veces había acudido a la Agencia del Ministerio Público y primero contestó que en ninguna ocasión y después de varias preguntas dijo que había ido una vez.

Otra de las víctimas, María Ofelia “H”, por preguntas de la defensa, dijo que cuando ratificó la denuncia la atendió un ministerio público cuyo nombre no pudo recordar, pero era un hombre.

Los abogados le mostraron el documento de la ratificación para “refrescar memoria” y le pidieron que leyera en voz alta la parte que estaba subrayada, que era el nombre del Ministerio Público que la atendió, y resultó que era mujer y no hombre.

La ofendida manifestó que cuando ratificó la denuncia solo estaban ella y el Ministerio Público, y la defensa le mostró el documento donde leyó que también estaba la firma de un asesor victimal público que supuestamente estaba en la ratificación.

Al preguntarle sobre la presencia del asesor, ella dijo no recordar su presencia.

Una víctima más, de nombre Pamela “M”, declaró que el alcalde “se ensañó con nosotras, no exigíamos lo que nosotras queríamos, exigíamos un derecho”.

Durante el interrogatorio lo abogados le preguntaron a qué hora había acudido a ratificar la denuncia y contestó no recordar, entonces le preguntaron si había sido durante la mañana, la tarde o la noche y dijo tampoco recordar.

Para “refrescar memoria” el defensor le puso a la vista el documento de la ratificación y ahí ella leyó que la diligencia empezó a las 12:30 y terminó a las 12:45 horas.

El abogado Gilberto Gastélum dijo que es imposible que en 15 minutos el Ministerio Público le haya explicado sus derechos y ella haya hecho la narración de lo que pasó el 10 de septiembre y en la otra reunión cuya fecha no está precisa.

El defensor manifestó que las testigos no estaban cooperando en el interrogatorio ya que cuando preguntan los fiscales “recuerdan absolutamente todo con detalles, y para la defensa no recuerdan nada”.

“Nunca se van a esclarecer los hechos con personas que están aleccionadas para no declarar”, expresó Estrada Ferreiro, quien también señaló que ocultar información es un delito.

Durante la audiencia del martes, el Fiscal, Juan Antonio Velázquez, estuvo objetando preguntas que la defensa hacía a las testigos y al momento de objetar daba la respuesta a la pregunta.

Estrada Ferreiro pidió a la jueza que apercibiera al fiscal porque frente a ella estaba aleccionando a las testigos al dar él las respuestas.

La jueza pidió al Fiscal que cuando objetara solo dijera el fundamento la objeción y no entrara en detalles de las respuestas.

Estrada Ferreiro también pidió a la juez que solicitara los fiscales que dejaran de hacer preguntas para hacer llorar a las víctimas porque las estaban revictimizando.

Manifestó que los fiscales las hacen llorar para impactar a la jueza y crea que es por las ofensas, pero las víctimas lloran porque los ministerios públicos les hacen recordar la pérdida de su esposo.

Artículo publicado el 08 de octubre de 2023 en la edición 1080 del semanario Ríodoce.