Aún no hay avances del caso de Maximiliano Corrales, encontrado asesinado en abril; pintan un mural en su honor

El 21 de abril pasado, Maximiliano Corrales fue encontrado asesinado en las aguas del río Tamazula en Culiacán, la ciudad que había elegido para desarrollarse de manera profesional en la danza.

Días antes, la alerta de su desaparición había circulado por todas las redes sociales. Era un joven muy querido en la comunidad artística, pero la empatía fue más allá.

Tenía 27 años y su energía en el escenario no era casualidad. Max, era un artista de vocación. Nació en Cosalá en un mundo rodeado de arte, su padre Gregorio Corrales, es promotor cultural y maestro de danza.

En el escenario era fuerza y luz. Max era parte de la Compañía de Danza Joven y tenía muchos sueños. Familiares y amigos no han guardado silencio, porque hasta ahora, no ha habido justicia.

La fiscal Sara Bruna solo dijo que su asesinato se está investigando, pero han pasado 42 días sin Max.

Max en un mural

A Max se le han rendido homenajes, recordatorios y se ha pintado recientemente un mural en su honor, para que sirva como un recordatorio a la justicia.

El artista urbano Doctor Feis señala que, aunque él no tiene la capacidad de resolver el caso, sí puede inmortalizar su imagen y hacer patente lo que alguna vez le dijo el también periodista asesinado, Javier Valdez: ¡Que las paredes hablen!

En una céntrica calle de Cosalá está el rostro de Max. No es un típico retrato, ahí está siguiendo el guion de una danza, la de bramadores del jaguar.

“La idea con este mural es lanzar la voz de la trinchera con un mural homenaje. Yo no tengo la capacidad de resolver esta situación, pero sí de levantar la voz cuando se necesita”, dijo.

“Sin ser como un juez, hay ciertas muertes que te llegan, duelen, mueven, más cuando le truncan la vida a alguien que tiene toda una vida por delante y que aporta cultura, que se mueve de lugar donde nace para profesionalizarse”.

Doctor Feis señaló que este mural pintado como parte del programa Magia y Cultura, habla también de una luz que se apaga injustamente.

“Traté de no hacer un típico retrato, dándole luz, hablando de esta connotación del baile y de cómo se humanizan los jaguares en una danza”.

Max era un grandioso bailarín, así también quiso retratarlo.

Artículo publicado el 04 de junio de 2023 en la edición 1062 del semanario Ríodoce.