David Werner, el corazón de la sierra sinaloense

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En 1965 el biólogo llegó para promover la salud comunitaria para bajar la mortalidad entre los más desprotegidos

Hace más de 50 años David Werner escribió el libro: Donde no hay doctor, una guía para los campesinos que viven lejos de los centros médicos y desde entonces ha llevado la salud a los rincones más apartados de la sierra sinaloense.

Ha promovido un proyecto de medicina rural. Estableció una clínica en Ajoya, San Ignacio, en 1965 para ofrecer servicios incluso de rayos X, ultrasonidos, atención, farmacia, pero que cuando la violencia arreció y se volvió un pueblo, tuvo que trasladar su base a El Tablón Viejo, El Rosario.

De origen estadounidense, había llegado siendo profesor de preparatoria en las materias de biología y ecología, no le bastaba leer libros, hacía expediciones a la naturaleza.

Buscando áreas interesantes ecológicamente hablando. Fue un Año Nuevo, cuando vino de vacaciones a México. Se metió por la Sierra Madre y ahí se quedó.

Werner ahora, recuerda por qué: “Me impresionó más la amistad y bondad de la gente. Me invitaban a sus casas, me daban de comer, como extranjero para mí eso era muy raro, pero fue ahí donde me empecé a fijar que había problemas de salud serios. Había muchos niños con bocio, infecciones”.

Junto a un grupo de compañeros, Werner señala que llevaban botiquines y un librito con dibujos con medidas de prevención y tratamientos. Entonces mucha gente no podía leer.

Regresaron a Estados Unidos, pero su corazón se quedó en la sierra y en un ir y venir, finalmente dejó su casa en Palo Alto, California. Se volvió sinaloense.

“Me enamoré de Sinaloa, bueno de los campesinos que viven en la sierra, entre más lejos se vive de la civilización, más humana es la gente”.

Donde no hay doctor

David Werner nació en 1934. Es biólogo y educador, cuando le preguntan por su labor se define como el autor del libro más usado en el mundo, pero también como un defensor de la salud.

Nunca pensó quedarse para siempre, pero el abandono de la gente lo llevó a caminar cientos de kilómetros, integrando promotores para brindar atención.

No fue fácil. Narcotráfico, secuestros, estaban a la orden de día.

“Yo pensaba durar un año nada más aquí, pero me encantó y la gente me trató bien, a pesar de todo lo que sucedía. Caminaba por toda la sierra atendiendo problemas de salud, hasta que todo el pueblo tuvimos que salir de ahí”, recordó.

“Se hizo pueblo fantasma y me moví a la costa, pero hace unos meses se ha estado reconstruyendo el pueblo y la clínica ya está funcionando bien, otra vez, pero ahora con voluntarios de Mazatlán”.

Werner comanda programas de rehabilitación para discapacitados, hacen equipos y su programa se ha replicado en otras partes de Latinoamérica y del país.

“Mucha gente en el mundo, casi la mitad de la gente no tiene celulares, ni internet y no hay doctores a su alcance, quiero que la gente no muera, que tenga una atención digna, ese es el porqué de nuestro trabajo”, aseguró.

La salud, un lujo

La salud para Werner debería ser un derecho humano, de ser así, la mortalidad y la enfermedad, serían menores.

No se trata, dijo de un problema que solo existen en México. En Estados unidos, un país rico, la gente muere por no tener dinero para atenderse.

“El problema, es el sistema capitalista, cobran tres o cuatro veces lo que vale, los médicos, ¿cuánto ganan en comparación a quienes hacen la comida para ellos?, no hay comparación, no es justo”, apuntó.

“Es duro tener un familiar, enfermo, herido, y no tener con que pagar. La salud capitalista es un negocio para ganar y el costo de los medicamentos super altos también. La salud se volvió un lujo”.

Werner dijo que es reprobable que los médicos se hagan ricos a costa de la vida de las personas.

“La gran causa de bancarrota en las familias, es la salud, mucha gente se muere por no tener para pagar, por eso hay un montón de problemas de salud, en las familias”.

“Con mi libro, me interesó que la gente tuviera la información, y realmente la mortalidad ha bajado a la cuarta parte, en la sierra sinaloense”.

Por eso sigue firme, entrenando promotores de salud, entre los mismos campesinos, brindando información preventiva, ahí en la sierra sinaloense, esa misma que se ha vuelto su casa.

Recientemente se reeditó: Reportes de la sierra madre, las historias detrás del manual de salud Donde no hay doctor y la Universidad Autónoma de Sinaloa le otorgará el doctorado Honoris Causa, en reconocimiento a su labor.

Artículo publicado el 14 de mayo de 2023 en la edición 1059 del semanario Ríodoce.

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