Con el respaldo de la bancada del PRI, el Grupo Parlamentario de Morena abrió una ventana para empujar posibles reformas a las leyes orgánicas de las universidades autónomas en Sinaloa.
En el artículo tercero de la nueva ley estableció que toda consulta para modificar las leyes orgánicas será convocada por el Congreso del Estado conforme a los parámetros, lineamientos y metodología que este considere pertinente en pleno respeto a la Constitución.
El texto encendió los focos de alerta de la bancada de PAS, quien propuso que se cambiara la redacción para quitarle el timón de la consulta al Poder Legislativo con el siguiente texto, similar párrafo que aparece en la Ley General de Educación Superior.
“Cualquier iniciativa o reforma a las leyes orgánicas referidas en este artículo deberá contar con los resultados de una consulta previa, libre e informada a su comunidad universitaria, a los órganos de gobierno competentes de la universidad o institución de educación superior a la que la ley otorga autonomía, y deberá contar con una respuesta explícita de su máximo órgano de gobierno colegiado”.
La bancada del PAS cuestionó que la normativa que se incluyó en la nueva ley invadía esferas de competencia y a la vez omite la colaboración y/o participación de las propias instituciones de educación superior a las que la ley les otorga autonomía, para que éstas puedan participar en forma activa en el proceso de consulta.
Como argumento a su propuesta el PAS indicó que en legislaciones de educación superior en Puebla y Jalisco no contemplaron mecanismos así de invasivos para el desarrollo de consultas, y que eran en cambio referencias de un modelo que garantiza un pleno reconocimiento a la autonomía de las instituciones.
La discusión de la Ley de Educación Superior se incluyó dentro de un periodo extraordinario de sesiones. Desde un primer momento, la bancada del PAS manifestó su descuerdo en que se incluyera el punto en la orden del día.
Al inicio de la sesión, la coordinadora del Grupo Parlamentario del PAS, Alba Virgen Montes Álvarez, propuso que se retirara de la orden del día el tema de la discusión de la Ley de Educación Superior. El argumento era que no se cumplía con la normatividad del Congreso del Estado.
Una de las razones era que el dictamen que se iba discutir tenía apenas 12 horas de aprobado por la mayoría y que no se incluía el voto particular que la compañera de bancada, Elizabeth Chía Galaviz había expresado en el trabajo de comisiones.
Ante el pleno señaló que no entendían la premura que se quisiera legislar la iniciativa y advirtió que si se equivocaban en la legislación de esa iniciativa podrían traer consecuencias que no favorecían a Sinaloa, si se toma en cuenta que la educación es una palanca de desarrollo de una nación.
La moción fue rechaza por la mayoría del Pleno y sostenida en la orden del día de la sesión.
El segundo punto de rechazo del PAS fue cuando se propuso dispensar la segunda lectura de dictamen para que no se realizará la votación en esa sesión.
De nueva cuenta la líder de la bancada señaló que no comprendían el porqué de la prisa ya que consideraban que aún faltaba analizarse de manera más profunda.
Montes Álvarez insistió en que desde un día antes durante la reunión de las comisiones Unidas de Educación Pública y Cultura, Puntos Constitucionales y Gobernación, se estaba violando el proceso legislativo porque en la discusión participaron personas que no eran legisladores.
Agregó también que la propuesta de dictamen que se presentó al interior de comisiones unidas se hizo con apenas 24 horas de anticipación, aunque habían logrado analizar el documento y presentar 12 propuestas de modificación por detectar contradicciones con la Constitución federal y la Ley General de Educación Superior, y errores de redacción.
La propuesta también fue rechazada por la mayoría del Pleno del Congreso del Estado.
Un tercer momento de oposición del PAS fue cuando no se apoyó en lo general el dictamen.
De nueva cuenta el PAS insistió que el dictamen en las Comisiones Unidas había sido violatorio de la normatividad de la Ley Orgánica del Congreso del Estado porque no se había tenido tiempo suficiente para analizar, discutir y resolver.
El presidente de la Comisión de Educación Pública y Cultura, José Manuel Luque Rojas, sostuvo que el dictamen que se analizaba no era algo que se había hecho al vapor, sino producto de la realización de diversas reuniones y foros con representantes de las universidades.
El PAS insistió, entre otros puntos, en modificar el artículo 3, ya que consideraban que la redacción invadía esferas de competencia y omitía la colaboración y/o participación de las instituciones de educación superior con autonomía para que pudieran participar en forma activa en el proceso de consulta.
El otro párrafo del mismo artículo se proponía eliminar porque modificaba la normativa por la que se rigen las relaciones entre los trabajadores universitarios y las instituciones con autonomía.
Propusieron también modificar el artículo 10 porque consideraron que invade esferas de competencia en el tema de la participación dentro del proceso de autogobierno, el cual no era materia de la ley.
Se planteó también modificar el artículo 59 referente a los criterios del sistema de evaluación y acreditación de la educación superior.
Un total de 11 propuestas pasaron a Comisiones Unidas, para ser analizadas antes que el Pleno emitiera un voto en lo particular. Todas las reservas fueron rechazadas por mayoría en la Comisión que sesionó en un receso que decretó el presidente de la Mesa Directiva, Ricardo Madrid.
Ya en el Pleno, Morena, PRI, MC, PAN y los diputados sin partido votaron en contra de las propuestas del PAS, tras ocho horas que se prolongó la sesión ese día. Al final, Sinaloa tenía una Ley de Educación Superior.
Artículo publicado el 19 de febrero de 2023 en la edición 1047 del semanario Ríodoce.