El otro ‘Jueves Negro’ que vivió Culiacán

CULIACÁN. Se repite el ‘Jueves Negro’.

Las fuerzas federales recapturaron a Ovidio Guzmán López y nuevamente el Cártel de Sinaloa toma de rehén a la capital de Sinaloa y a dos ciudades más, pero esta vez no logra la liberación del hijo del ‘Chapo’.

Dos años y casi tres meses después, las fuerzas federales recapturaron a Ovidio Guzmán López, en su territorio, la sindicatura de Jesús María, al norte de Culiacán, y nuevamente el Cártel de Sinaloa tomó de forma violenta la ciudad, reviviendo el “Jueves Negro” del 17 de octubre de 2019. Pero en esta ocasión no logró su cometido, pues el hijo de Joaquín Guzmán Loera no fue liberado.

La reaprehensión se realizó durante las primeras horas del jueves 5 de enero, previo a la visita a México del presidente de EU, Joe Biden, un día después de que se nombrara a un nuevo general en la Novena Zona Militar, en periodo vacacional y cuando la mayor parte de la población en Culiacán se encontraba aún dormida.

OVIDIO GUZMÁN. La recaptura que desata la furia de los ‘Menores’.

La recaptura, ¿Un hecho fortuito?

La versión oficial dada a conocer por el general Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional, es que la captura fue fortuita durante recorridos de vigilancia en Jesús María, aun cuando reconoció que durante seis meses previos, las áreas de inteligencia identificaron las zonas de influencia donde Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán Loera, realizaba sus actividades ilícitas relacionadas con el tráfico de metanfetaminas y fentanilo.

De acuerdo a dicha información, alrededor de las 4:30 horas del jueves 5 de enero, una patrulla de la Guardia Nacional y del Ejército realizaba recorridos al norte de la localidad de Jesús María, donde detectó 25 vehículos “sospechosos”, algunos con blindaje artesanal. Los militares los interceptaron y pidieron a sus ocupantes que descendieran para una revisión.

Como respuesta, los sujetos les dispararon y huyeron hacia la sindicatura, lo que inició un enfrentamiento.
Los agresores se refugiaron en tres domicilios de la comunidad, desde donde continuaron disparando a los militares, quienes al cabo de unos minutos los sometieron.

En el lugar fueron detenidas 18 personas armadas, una de las cuales dijo llamarse Ovidio Guzmán López, cabeza del Cártel de Sinaloa y que, de acuerdo a Sandoval, al identificarse el hijo del Chapo tenía la intención de que lo dejaran en libertad, lo cual no consiguió.

De forma casi inmediata, células afines a Los Menores, facción del Cártel de Sinaloa liderada por Ovidio y sus hermanos Joaquín Guzmán López, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, se agruparon y agredieron a los militares para intentar rescatarlo, utilizando para ello armas largas y ametralladoras calibre 50.

Sandoval detalló que, ante el riesgo de un posible rescate, enviaron aeronaves para apoyar desde el aire, y cuando se logró controlar la situación, aterrizó un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana en las inmediaciones de Jesús María, el cual trasladó a Ovidio al aeropuerto Internacional de Culiacán, donde una aeronave militar lo llevó a las instalaciones de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (Femdo), en la Ciudad de México.

Horas más tarde un video dio cuenta de su traslado al Penal del Altiplano, de donde su padre, el Chapo Guzmán se fugó el 11 de julio de 2015.

De acuerdo a información del Registro Nacional de Detenciones, Ovidio fue detenido a las 5:20 horas, tiempo local, es decir que desde que fue interceptado el convoy en el que viajaba hasta su aprehensión, transcurrió alrededor de una hora.

Durante los enfrentamientos en Jesús María, murieron siete elementos de las fuerzas armadas y nueve resultaron heridos. Diecinueve presuntos sicarios fueron abatidos.

A diferencia del “Culiacanazo” de 2019, en esta ocasión, el operativo se realizó de forma rápida y el traslado de Ovidio fue directo a la Ciudad de México, con lo que se evitó que fuera rescatado; además las autoridades blindaron la Novena Zona Militar y las unidades habitacionales de los militares, evitando el secuestro de elementos, como sí ocurrió hace dos años, lo que obligó a la liberación del hijo del Chapo.

LOS BLOQUEOS. Culiacán paralizado por el Cártel de Sinaloa. Foto: Aarón Ibarra.

Lo que no se evitó: bloqueos, balaceras y quema de vehículos en Culiacán y en el norte y sur de Sinaloa

Mientras que Ovidio era detenido en Jesús María y posteriormente trasladado a la capital del país, las fuerzas castrenses no evitaron que por segunda ocasión el Cártel de Sinaloa tomará de rehén a la ciudad de Culiacán, con bloqueos de vialidades, quema de vehículos y enfrentamientos.

A las 6:15 horas, la Secretaría de Seguridad Pública estatal envió el primer comunicado sobre lo que ocurría. Y 25 minutos después Cristóbal Castañeda Camarillo, titular de la SSP, publicó un tuit alertando a la población de permanecer en sus casas. Posteriormente el gobernador Rubén Rocha llamó también a los culiacanenses a resguardarse.

El llamado de las autoridades llegó tardíamente, pues la noticia de los hechos violentos se corrió como reguero de pólvora en redes sociales y grupos de Whatsapp, con decenas de videos de autos atravesados en vialidades o quemándose, convoyes de hombres armados y también los “fake news”.

Ya para ese momento el caos predominaba en la ciudad, el rumor sobre la detención de Ovidio Guzmán, crecía. Medios nacionales citaron a fuentes federales para confirmar la noticia, pero fue hasta las 11:45 horas, cuando desde la Ciudad de México, el gabinete de Seguridad confirmó que el hijo del Chapo había sido reaprehendido por segunda ocasión, y que ya se encontraba en la FEMDO.

“La madrugada del 5 de enero personal del Ejército y Guardia Nacional en coordinación con el Centro Nacional de Inteligencia, la FGR y la SSP de Sinaloa detuvieron a Ovidio ‘N’, presunto líder de la fracción de Los Menores, afín al Cártel del Pacífico”, dijo Luis Cresencio Sandoval en una conferencia en la que no se permitieron preguntas.

VEHÍCULOS QUEMADOS. Foto: Azucena Manjarrez.

“Esta detención representa un golpe contundente a la cúpula del poder del Cártel del Pacífico”, agregó.

La noticia de la detención de Ovidio y el hecho de que ya se encontraba en la capital del país no menguó la reacción violenta del Cártel de Sinaloa. Los bloqueos continuaron hasta ya entrada la noche.

La Sedena contabilizó nueve en la ciudad, principalmente en la zona norte, en el bulevar Pedro Infante y Juan M. Zambada, Pedro Infante y Manuel Sarabia, Rolando Arjona y Lola Beltrán, carretera México 15 en la zona de Espacios Barcelona, en la carretera Eldorado-Campo El Diez, bulevar Enrique Cabrera y Rotarismo, calzada Heroico Colegio Militar y Constitución, bulevar José Limón y plaza Sendero y bulevar Sánchez Alonso y Diego Valadez.

En redes sociales se dio cuenta de un número mayor de vialidades bloqueadas. En la calzada Heroico Colegio Militar, colonia Las Huertas, Infonavit Humaya, Bacurimí, en La Costerita, en la zona del Jardín Botánico, la Feria Ganadera, entre otras.

Para realizar los bloqueos, los delincuentes despojaron a ciudadanos de 250 vehículos, de los cuales 51 fueron incendiados, según el gobierno estatal. Grabaciones difundidas en redes sociales muestran que sujetos a bordo de carros y motos interceptaron a los automovilistas y los obligaron a bajar para posteriormente llevarse las unidades.

Choferes de camiones urbanos denunciaron además que los delincuentes colocaron ponchallantas para obligarlos a detenerse. Algunos intentaron escapar, pero debido a que tenían las llantas desinfladas abandonaron las unidades en distintos sectores, como en la Calzada Heroico Colegio Militar, en la colonia Sinaloa, donde un camión de la ruta Prepa-Huertas fue dejado a la orilla de la carretera con las dos llantas del lado del conductor ponchadas.

El bloqueo en la carretera Internacional México 15 dejó varados durante horas a decenas de automovilistas. En Ceuta pobladores apoyaron con alimentos y alojamiento a los afectados.

A la par de lo que ocurría en las principales vialidades, se registraron agresiones contra personal militar en la zona de la plaza Sendero y en la terminal de almacenamiento y reparto de Pemex, así como en Quilá, dos en el Varejonal; ahí un agente falleció y tres resultaron heridos y otra en Jesús María, donde un elemento quedó lesionado.

En esta ocasión, las células del Cártel de Sinaloa no secuestraron soldados como ocurrió durante el “Culiacanazo”. Tanto el cuartel de la Novena Zona Militar como las unidades habitacionales de la Sedena, que este año reforzaron sus bardas perimetrales y colocaron casetas de vigilancia, fueron blindadas desde las primeras horas.

EL PENAL. Nuevo intento de fuga

Nuevo intento de fuga y ataque al aeropuerto

En este segundo “Jueves Negro”, y en un intento por evitar el traslado de Ovidio, los grupos armados se dirigieron al Aeropuerto Internacional de Culiacán, donde dispararon a un avión de la Fuerza Aérea Mexicana que había aterrizado con militares para reforzar en las tareas de seguridad. Un elemento resultó herido.

Trabajadores del aeropuerto grabaron el ataque. En el video se escuchan los disparos que dan en el casco de la aeronave, mientras quienes filman gritan de asombro.

La Sedena reportó también ataques a las instalaciones del aeropuerto, sin embargo, no lograron su cometido de rescatar al presunto delincuente, dado que se logró su neutralización.

Dos aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana que participaban en estas actividades tuvieron que realizar un aterrizaje de emergencia, sin que se presentaran afectaciones en el personal que transportaban, pese a que habían recibido un número importante de impactos en las aeronaves.

ATAQUE AL AEROPUERTO.

Un avión comercial de Aeroméxico que estaba a punto de despegar hacia la Ciudad de México también fue agredido, no se sabe si fue ataque directo o todo ocurrió en medio del fuego cruzado. Pasajeros, refugiados entre los asientos, grabaron el momento en que se escuchaban las detonaciones.

Fotografías mostraron cómo al menos una de las balas impactó en un costado de la aeronave, sin que ninguna lograra herir a alguna persona. El vuelo finalmente fue cancelado.

Ante los hechos violentos, el Aeropuerto Internacional de Culiacán canceló todos los vuelos durante el jueves y hasta el viernes.

Como en 2019, en el penal de Aguaruto se registró un intento de motín. En el patio de las instalaciones se inició un incendio, y se escucharon múltiples detonaciones. En esta ocasión no hubo evadidos.

La violencia de las células del Cártel de Sinaloa siguió hasta caer la noche en la ciudad, donde además se registraron actos de rapiña, con robos a tiendas de autoservicio y a un tráiler que posteriormente fue incendiado.

LA RAPIÑA.

Cristóbal Castañeda Camarillo, secretario de Seguridad Pública, informó que por el robo a tiendas de autoservicio 26 personas fueron detenidas, de las cuales 25 fueron puestas a disposición del Ministerio Pública por los delitos de robo y portación de arma de fuego.

Policías son atacados… por militares

Durante el también llamado “Culiacanazo 2.0”, ocho policías estatales resultaron lesionados, cinco de ellos durante ataques del propio Ejército.

En tres grabaciones que se compartieron por Whatsapp, se escucha cuando agentes estatales, quienes viajaban en camionetas blancas, se encontraban en un enfrentamiento con una célula criminal en la carretera hacia Jesús María, señalan que están siendo atacados por un helicóptero militar.

“Nos están disparando desde los boludos”, dice un agente por radio. En ese momento se había perdido la comunicación y no había señal, lo que dificultó la coordinación entre las diferentes corporaciones.

En el convoy se encontraba Carlos Alberto Hernández Leyva, subsecretario de Seguridad. Ahí cinco elementos resultaron lesionados y uno de ellos falleció.

QUEMAN VEHÍCULOS EN LA CASETA DE MÁRMOL. Mazatlán asediado.

El “Culiacanazo 2.0” en Mazatlán y Ahome.

La segunda detención de Ovidio extendió la violencia del Cártel de Sinaloa a Mazatlán y Ahome, donde también se implementaron bloqueos y quema de vehículos después del mediodía, obligando a la población a refugiarse en sus casas, mientras los comercios tuvieron que bajar las cortinas.

En Mazatlán, la Sedena señaló que se realizaron seis bloqueos en la caseta de Mármol, carretera México 15-La Concha, carretera Internacional, la carretera estatal-aeropuerto de Mazatlán, en la Maxipista y la carretera Internacional el Venadillo-Los Zapotes.

BLOQUEOS EN SAN MIGUEL ZAPOTITLÁN.

En Ahome, los cierres fueron en carretera México 15-Libramiento, carretera México 15-San Miguel Zapotitlán y 5 de Mayo.

Al igual que en Culiacán, el aeropuerto del puerto también canceló todos sus vuelos. Y estados vecinos a Sinaloa también optaron por no permitir viajes hacia este estado.

Para entonces la noticia de la recaptura del hijo del Chapo hacía eco en diversos países, el gobierno de Estados Unidos emitió una alerta de viaje de Sinaloa a sus ciudadanos.

Las emboscadas en Escuinapa

En Escuinapa, dos batallones de infantería fueron atacados. El primero fue el 86, donde un oficial de tropa resultó herido y el segundo el 43, donde murió el coronel Juan José Moreno, un soldado de tropa y tres elementos más resultaron lesionados.

El coronel fue trasladado a un hospital de Nayarit, donde finalmente falleció debido a las lesiones.

LOS ENFRENTAMIENTOS. Saldo de la violencia.

Las bajas, cifras que no cuadran

Durante la jornada violenta del 5 de enero, la Sedena reportó que 29 personas fallecieron, entre ellas 10 militares y 19 agresores. Información extraoficial señala que la cifra real es de 33 muertos, pero podría haber más luego que pobladores de Jesús María aseguran que los militares se llevaron los cuerpos de varias personas.

En la refriega oficialmente también se menciona que hubo 35 militares heridos y 21 detenidos. Las autoridades no reportaron a ningún civil lesionado por arma de fuego.

“Diez militares, lamentablemente perdieron la vida en el cumplimiento de su deber, en aras de garantizar la seguridad de la ciudadanía y del pueblo sinaloense”, mencionó Luis Cresencio Sandoval durante la conferencia mañanera del viernes del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Las fuerzas castrenses además aseguraron cuatro fusiles Barrett calibre 50, seis ametralladoras calibre 50, 26 armas largas, dos cortas, cargadores, cartuchos, equipo táctico diverso, así como 13 vehículos operativos, y se 40 camionetas más, de las cuales 26 eran blindadas, las cuales fueron inutilizadas. También 1.4 kilógramos de mariguana, 150 gramos de cocaína y seis bolsas con pastillas de fentanilo.

Mientras en el Palacio Nacional el presidente enviaba ánimos a los sinaloenses, un día después del segundo “Jueves Negro”, Culiacán despertó todavía paralizada, entre la zozobra y el temor.

Artículo publicado el 08 de enero de 2023 en la edición 1041 del semanario Ríodoce.

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