A principios de julio, un hombre de 44 años que viajó a la Ciudad de México y durante su regreso al estado hizo escala en Guadalajara, se convirtió en el primer caso de viruela del mono en Sinaloa. La noticia fue dada a conocer el pasado 18 de julio por el secretario estatal de Salud, Cuitláhuac González Galindo.
“El paciente se encuentra estable y en este momento se encuentra en aislamiento en su casa, ya cuenta con las lesiones en la piel, se identifican las lesiones en cara, en mano, pie; pero es un diagnóstico ya confirmado por estudios de laboratorio PCR”, explicó.
Luego de su regreso a Culiacán, durante la primera semana de julio, el paciente presentó fiebre, y a los tres días lesiones en la piel.
“Por el momento no tenemos más casos sospechosos, sin embargo, recordemos que el contagio de este padecimiento es un contacto directo, es el momento en el que se presentan las lesiones cuando puede haber un contacto mayor, incluso, el hecho de tener lesiones en la cavidad oral también puede condicionar un contagio y se están investigando las personas que han estado en contacto y de las cuales no se ha reportado ningún dato”, dijo el secretario de Salud.
En el país hasta el 18 de julio, se confirmaron 48 casos de viruela del mono, lo que representa un aumento del 40 por ciento de contagios con respecto a los siete días previos.
Los contagios se registraron la Ciudad de México, Jalisco, Veracruz, Colima, Baja California, Nuevo León, Quintana Roo, Estado de México y Sinaloa. Hasta el momento no hay reportes de muertes por viruela del mono en el país.
A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud da cuenta de más de 11 mil casos, siendo Europa el continente con la mayor incidencia, con el 80 por ciento de los contagios, seguida de América con el 18 por ciento y al final, con el 2 por ciento, el continente africano. Actualmente el nuevo brote está presente en más de 60 países.
Qué es y cómo se contagia
El primer caso de viruela del mono en un humano se registró en 1970. Antes del brote de 2022, se había informado de casos en personas de varios países de África central y occidental y todos estaban relacionados con viajes internacionales a países donde la enfermedad ocurre comúnmente o a través de animales importados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la viruela del mono se propaga a través del contacto directo con una persona contagiada, es decir al tocar la erupción infecciosa, costras o fluidos corporales, secreciones respiratorias o durante el contacto físico íntimo con el paciente, al tocar artículos (como ropa o ropa de cama) que previamente estuvieron en contacto con la erupción infecciosa o los fluidos corporales.
Las embarazadas pueden transmitir el virus al feto a través de la placenta.
También es posible que las personas se contagien al ser arañados o mordidos por un animal infectado o al preparar o comer carne o usar productos de un animal infectado.
La viruela del mono se puede propagar desde el momento en que comienzan los síntomas hasta que la erupción haya sanado por completo y se haya formado una nueva capa de piel. La enfermedad suele durar de dos a cuatro semanas.
Es probable que las personas que fueron vacunadas contra la viruela tengan cierta protección contra la infección, y debido a que los jóvenes nunca han sido vacunados, son más propensos a contraerla.
Pueden sufrir síntomas más graves y de mayor riesgo de muerte los recién nacidos, los niños y las personas con inmunodeficiencias subyacentes, así como los trabajadores sanitarios debido a la exposición prolongada que tienen con el virus.
La viruela del mono está relacionada con la varicela, por lo que una persona que tuvo varicela también puede contagiarse.
Síntomas
Los síntomas de la enfermedad son: fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y de espalda, ganglios linfáticos inflamados, escalofríos, agotamiento.
Durante el primero o tercer día aparece en el paciente un sarpullido que puede parecerse a granos o ampollas en la cara, dentro de la boca y en otras partes del cuerpo, como las manos, los pies, el pecho, los genitales o el ano.
Los síntomas suelen durar entre dos y cuatro semanas y luego desaparecen por sí solos. A veces las personas tienen una erupción primero, seguida de otros síntomas. Otros solo experimentan una erupción.
Prevención
Algunas medidas para prevenir la infección son el lavado de manos con agua y jabón o usar desinfectante a base alcohol, evitar el contacto de piel con piel con personas que tengan un sarpullido que se parezca a la viruela del mono.
Si tiene contacto con una persona infectada evite tocar el sarpullido o las costras, no besarla, abrazarla y evitar las relaciones sexuales con el enfermo.
Además se recomienda no compartir utensilios para comer o tazas con el paciente, no manipular ni tocar la ropa de cama, las toallas o la ropa de una persona con viruela del simio.
En la mayoría de los casos, los síntomas de la viruela desaparecen por sí solos en unas pocas semanas, pero en algunas personas pueden provocar complicaciones médicas e incluso la muerte. Los recién nacidos, los niños y las personas con inmunodeficiencias pueden correr el riesgo de sufrir síntomas más graves y morir por la enfermedad.
Las complicaciones de los casos graves incluyen infecciones de la piel, neumonía, confusión e infecciones oculares que pueden provocar la pérdida de la visión.
Entre el 3 y 6 por ciento de los casos identificados en donde la viruela de mono es endémica ha terminado en defunciones. Muchos de estos casos son niños o personas que pueden tener otras afecciones de salud.
La OMS convocó el pasado jueves a una reunión del comité de emergencia para determinar si el actual brote amerita o no el nivel de alerta máxima.
Artículo publicado el 24 de julio de 2022 en la edición 1017 del semanario Ríodoce.
