Especialistas urgen a crear un plan de manejo del lugar ubicado en el puerto de Mazatlán

Luego de que José Ángel Treviño Núñez, capitán de puerto, declarara que ante la contaminación que registra la Isla de Venados, en Mazatlán, podría restringirse o prohibir el paso de visitantes, el tema despertó el interés de propios y extraños.

Aunque se han vertido opiniones y deslinde de responsabilidades al respecto, como la del alcalde Luis Guillermo Benítez Torres, en el sentido de atribuir solo a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) su cuidado, Joel Bojórquez Sauceda, expuso que el interés y atención es de los tres órdenes de gobierno.

“Las tres islas de la bahía de Mazatlán son parte de la Reserva de la Biósfera de las Islas del Golfo de California, en ese estatus tienen un nivel de protección y además tienen un estatus estatal y municipal como área natural protegida, son tres estatus a los tres niveles de gobierno”, explicó el profesor investigador de la Facultad de Ciencias del Mar (Facimar).

El problema es que no tienen un plan de manejo y por lo tanto no están definidas las áreas susceptibles de aprovechamiento, las de conservación ni las actividades que se puedan realizar ahí, señaló.

Es necesario elaborar el plan de manejo.

-¿A quién le corresponde?

-A la Conanp porque es la que está jurisdiccionalmente a cargo de las islas desde la Reserva de la Biósfera de las Islas del Golfo de California.

-¿Qué problemas han observado ustedes ahí respecto a la invasión humana por la actividad turística?

-Que no hay control. La Conanp no tiene personal suficiente para hacer labores de inspección y vigilancia y no es un esquema como las Marietas donde va llegando el prestador de servicios y hay una embarcación de Conanp a donde tiene que reportarse y verificar cuantas personas llegan pago de derechos de uso etcétera…aquí no hay nada de eso.

-¿Es tierra de nadie?

-Tierra de nadie, y sí porque finalmente hay un prestador de servicios turísticos que tiene instalaciones ahí, que tiene prácticamente derechos de uso exclusivo sobre esa instalación

-¿Cuáles son las prácticas que más han estado dañando a las islas?

-Ahí es evidente que la capacidad de carga en la playa ya se rebasó. El número de turistas que pueden estar cómodamente y sin perturbar. Hay una metodología para determinarlo, depende del tamaño del espacio, los turistas y el tipo de actividad que hacen los turistas y obviamente el tipo de ecosistema, hay ecosistemas más resilientes que otros, entonces, ahí tendría que hacerse un estudio específico para determinar la capacidad de carga.

-¿Pero es evidente que se superó?

-Que es muchísima gente la que llega, desde aquí del malecón ves el montón de catamaranes, de mástiles que a simple vista se ven, hay fotos de fin de semana en las que se ve cómo está la playa llena. Para no contar con ningún tipo de servicio, es evidente que la capacidad de carga es mucha.

En Isla Venados no hay restaurantes ni hoteles donde la gente pueda hacer uso de los baños, ejemplificó.

“Ahí el fecalismo al aire libre en la parte terrestre se da, supongo que de igual manera en el mar”, comentó, “y habría que ver cómo está la corriente para ver si afecta o no los niveles máximos permitidos por las normas mexicanas para su uso recreativo”, dijo.

“No creo que sea tanto la calidad del agua, pero sí la parte terrestre, sí está siendo muy afectada, y la cantidad de basura que están dejando”, agregó.

Ninguna persona está obligada a sacar la basura.

-¿Y de manera voluntaria?

-De manera voluntaria hay algunos prestadores de servicios que intentan retirar la basura que llevan sus clientes, pero no es una práctica generalizada y como no están obligados…

-¿Qué prestadores de servicios son los que llegan a la Isla Venados?

-Catamaranes, lanchas, hay gente que llega en motos acuáticas, en kayaks y al parecer en los últimos días ya hay banana y esas cosas, ya establecidos ahí en la isla, y las caminatas, trazan recorridos. No hay guías, hay empresas que llevan gente a hacer el recorrido y llegar a la cima de la isla, pero igual, el cuidado depende de la conciencia del prestador de servicios y de la gente que llega, no hay forma de controlar hasta ahorita.

Lo único que tiene Conanp es un letrero con reglas que se deben de cumplir, como el no llevarse ni introducir especies, ni tirar basura, pero no hay nadie que las haga cumplir, dijo.

La isla no es un espacio público abierto, aclaró, como la playa del malecón, porque esa es un área natural protegida, sin embargo se le está dando ese uso público, y menos en la Isla de Pájaros, a donde ya empezaron a llegar porque la Venados ya está saturada.

“Ahí el acceso debería de estar mucho más restringido porque es una zona de anidación de varias especies de pájaros”, señaló.

Laura Rivera Rodríguez, profesora especialista en temas de manejo de zonas costeras, precisó que hay especies ibis blanco, obscuro, las garzas, pichichines y pelícanos.

Depende de la especie, la época reproductiva se puede extender de febrero a julio, y de agosto a diciembre llegan las migratorias.

“Siempre hay especies, hay algunas que son residentes y otras migratorias, y en la noche, cuando están haciendo sus actividades, las aves son afectadas por la gente que llega y hace escándalo o fogatas, su sitio es perturbado”, explicó.

Algunas especies se empiezan a alejar, por ejemplo, los ostreros están casi todo el tiempo cerca de la playa, y si la gente está acampando, ya no van a estar en esa zona.

Problema generalizado

Ante el arribo constante de turistas, sobre todo carreteros que llenan las playas, Bojórquez Sauceda consideró que se necesita la capacidad de carga turística no solo para la Isla Venados, sino para todas las áreas recreativas.

“El gobierno sigue promocionando Mazatlán, sigue construyendo infraestructura para atraer más turismo, sin embargo, no sabemos hasta qué punto podemos traer turistas, pero lo que es importante definir es la carga turística por playas y la carga para la ciudad porque tanto turismo nos ha trastocado la vida a los que vivimos en Mazatlán”, expuso.

Hay que definir hasta qué punto es socialmente aceptable que venga tanto turismo, reiteró, y el tipo de turismo.

Artículo publicado el 17 de julio de 2022 en la edición 1016 del semanario Ríodoce.