Gerardo Vargas: su futuro en la basura

Gerardo Vargas: su futuro en la basura

Es una maniobra extraña la del alcalde de Ahome, Gerardo Vargas Landeros, de enviar una comisión de funcionarios y regidores a Londres, para verificar la existencia y operación de una empresa recolectora de basura con la que pretende contratar servicios. Extraña porque parece soborno. Y cara porque costará medio millón de pesos a la empresa interesada. Dice que el viaje se lo ofreció a él la propia empresa, pero que por problemas de agenda no pudo realizarse y que por ello ahora manda esa comitiva. ¿Alguien le cree?

Gerardo Vargas Landeros está enredado con el tema. Sabe que no está en la administración malovista donde ejerció el poder desde el segundo cargo al mando del estado y donde decenas de funcionarios se llenaron los bolsillos con dinero público a través de “mordidas”, comisiones, desvío de recursos, contratos amañados, empresas fantasmas…

Allá no tenían rienda. Él no tuvo rienda, empezando por el manejo turbio de las policías estatales y municipales para favorecer al Cártel de Sinaloa, como pudo confirmarlo Vicente Zambada Niebla, el Vicentillo, en su declaración jurada en el juicio en contra de Joaquín, el Chapo Guzmán, cuando afirmó que su padre, el Mayo Zambada, había puesto al frente de las policías a Jesús Antonio Aguilar Íñiguez.

¿De quién dependían las policías? Del secretario general de Gobierno. ¿Quién era? Gerardo Vargas Landeros. Y solo muy altos niveles de complicidad pueden explicar el porqué Gerardo se llevó a Chuytoño, al terminar la administración de Malova, a sus actividades privadas y hasta políticas, como si fuera su sombra. Hasta que supuestamente murió de Covid, en Mazatlán.

Es un político muy hábil. Tanto que estuvo a punto de ser el candidato a la gubernatura por Morena, después de ser el líder de un partido de paso, Redes Sociales Progresistas, fundado por la maestra Elba Esther Gordillo.

Pero está jugando en una cancha distinta. No en esa coalición amorfa que constituyeron PAN-PRD-PT y ex priistas para ganar la gubernatura y de la que se apropiaron él y Mario López Valdez. Tampoco bajo las reglas de la recién casada. Morena le dio la administración de una comuna que él no deseaba pero que aceptó para estar en el cauce del río y buscar luego una senaduría. Tampoco debe olvidar que llegó dejando los pelos en el portillo, con una oposición interna que no tuvo ningún otro aspirante y que se mantiene alerta para aprovechar cualquier tropiezo que tenga en su administración.

Ahora resulta que para verificar si la empresa que está buscando un contrato millonario existe o no, o trabaja bien o mal, hay que mandar una comisión al otro lado del mundo. Tan fácil hubiera sido ir a Ciudad Obregón a buscar al dentista que aparece como fundador de la empresa, o averiguar quién es ese chileno que aparece en el acta constitutiva, datos que publicó Ríodoce hace dos o tres semanas.

El alcalde no ha querido responder a los cuestionamientos sobre la empresa RCR-ReCycled Refuse International Limited, porque sabe que es irregular empezando porque no hay registro de actividad alguna en el país, lo cual la hace de suyo sospechosa. Como ocurre casi siempre en contratos fraudulentos, en el “domicilio fiscal” de la empresa se encuentra una clínica.

Algo muy parecido ocurrió con aquellos contratos que las alcaldías de Ahome, Culiacán y Mazatlán, hicieron en 2017 para adquirir un software que permitiría a personas con discapacidad, navegar más fácilmente por internet. Les costó casi 50 millones de pesos, la adjudicación fue directa en los tres casos y resultó que el mismo programa había sido adquirido por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en medio millón de pesos. Álvaro Ruelas pagó, en cambio, 15 millones. Mazatlán, bajo la administración del también priista, Fernando Pucheta, también compró el mismo software a la misma empresa, “Inklusión”, en 15 millones.

La compra más cara fue la del Ayuntamiento de Culiacán, con Jesús Valdez, pues hizo la misma maniobra pero por 18 millones. Es decir, con un sobreprecio de 3 mil 600 por ciento.

Todos los ayuntamientos lo hicieron a través de sus comités de adquisiciones. Y a pesar de que se hizo público el atraco, nadie fue juzgado por ello.

Bola y cadena
AHORA TANTO EL ALCALDE como los integrantes de la comisión viajera podrían enfrentar cargos. Ya veríamos quién los juzga, porque van en el mismo vuelo el secretario del ayuntamiento, Genaro García, la síndica procuradora, Cecilia Hernández, y el titular del Órgano Interno de Control, Fausto Ibarra.

Sentido contrario
SOBRE LA CONSULTA DEL DOMINGO pasado hay dos narrativas, la de Morena y el presidente que ven el resultado como un triunfo arrollador y la de los opositores que los festinan como un rotundo fracaso. Más allá de los datos
que irán saliendo para el análisis, por lo pronto lo que vemos no es más que el reflejo de esta polarización que estamos viviendo desde hace buen tiempo y que llevó a unos a violentar cínicamente la ley electoral y a otros a tratar de boicotear la consulta. Todos pensando en el 2024.

Humo negro
SI SE TRATA DE RESULTADOS ANTE el gran Tlatoani, al gobernador Rubén Rocha le fue muy bien, pues de los estados del norte fue el que reportó una mayor participación, poco más del 19 por ciento. Y, además, fue la cuarta entidad con mayor participación, lo cual le hizo ganar un elogio de Andrés Manuel López Obrador en su mañanera.

Artículo publicado el 17 de abril de 2022 en la edición 1003 del semanario Ríodoce.

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