Durante 2020, los Servicios de Salud de Sinaloa tuvieron irregularidades en el ejercicio de 189 millones 61 mil 642 pesos y además en plena pandemia devolvieron 34 millones 283 mil 489 pesos de recursos destinados a salud, revelan auditorías realizadas por la Auditoría Superior de la Federación y la Auditoría Superior del Estado.
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Los órganos fiscalizadores encontraron que hubo compra de medicamentos a precios en exceso, pagos improcedentes a trabajadores, retenciones no enteradas, pago de ISR en exceso y compras realizadas por adjudicación que debieron licitarse.
Las irregularidades fueron encontradas en una revisión y fiscalización realizada por la Auditoría Superior de la Federación y en otra realizada por la Auditoría Superior del Estado, ambas al ejercicio fiscal de 2020 durante el gobierno de Quirino Ordaz Coppel y cuando el titular de los Servicios de Salud era Efrén Encinas Torres.
Los resultados fueron notificados y entregados en enero pasado a las autoridades del Gobierno Estatal.
Entre las irregularidades se encuentra que en marzo de 2020 pagaron medicamentos con precios en exceso por 8 millones 80 mil 718 pesos y en diciembre, 32 claves de medicamentos fueron pagados 124 mil 623 pesos en exceso de acuerdo con el listado de referencia de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Los Servicios de Salud, señala la auditoría, destinaron 8 millones 181 mil 943 pesos del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud 2020 para el pago, por mandato judicial, de dos proveedores por adeudos de 2013 y 2018 del programa Seguro Popular, con lo que según la auditoría, no se cumplieron con los objetivos del fondo debido a que debieron ser reconocidas en los ejercicios fiscales correspondientes.
En plena pandemia, la dependencia devolvió 16 millones 352 mil 661 pesos de recursos no comprometidos y un millón 578 mil pesos de recursos no pagados del programa Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral.
Del INSABI regresaron 17 millones 930 mil pesos 828 pesos “incumpliéndose con los objetivos y metas del programa para destinarse a acciones orientadas a incrementar el acceso efectivo y la continuidad en la prestación de los servicios de salud que demanda la población de alta o muy alta marginación y sin acceso a la seguridad social, a través de los establecimientos fijo y móviles de las redes de servicios de salud de primer nivel de atención médica”, señala la auditoría.
Los servicios de salud tienen pasivos por 689 millones 252 mil 94 pesos y tiene insuficiencia financiera para pagar los pasivos a corto plazo por 76 millones 936 mil 741 pesos y 61 millones 896 mil pesos.
La dependencia omitió enterar 15 millones 128 mil 924 pesos de retenciones en ejercicios anteriores a 2020 de préstamo a corto plazo ISSSTE, ISR Día del Trabajador, fondo de ahorro, amortización Fovissste, seguro de retiro, responsabilidad FONAC, y ahorro solidario de pensiones.
Al verificar las retenciones efectuadas por ISR, la auditoría encontró que omitieron enterar al SAT 167 mil 957 pesos correspondiente a mayo de 2020 y enteraron en exceso 14 millones 489 mil 214 pesos de lo meses restantes de ese año derivado de una incorrecta supervisión y control en las obligaciones fiscales.
De ISR por honorarios asimilados a salarios, omitieron pagar al SAT 14 millones 268 mil pesos.
La cédula de resultados señala como irregular el pago de dos millones 243 mil pesos a 21 trabajadores eventuales debido a que no se localizaron los contratos de honorarios asimilables a salarios y a un prestador de servicios le pagaron 16 mil 430 pesos posterior a la fecha de baja y sin presentar justificación
La auditoría indica que en diciembre de 2020 adjudicaron la compra de monederos electrónicos por un monto de 92 millones 299 mil 500 pesos sin realizar licitación pública.
Con recursos federales hicieron pagos por 27 millones 291 mil pesos a 91 trabajadores con puestos no autorizados por la Subsecretaría de Administración y Finanzas de la Secretaría de Salud federal. Los puestos son de directores de área, soporte administrativo, verificadores, veterinarios, dentistas, trabajadoras sociales y apoyo administrativo.
En las oficinas centrales, el Instituto de Cancerología y Hospital de la Mujer encontraron 12 trabajadores con puestos en ramas médicas que realizaron labores administrativas y les hicieron pagos por 5 millones 368 mil pesos por realizar funciones distintas a su categoría.
Los auditores localizaron 10 bienes comprados en un millón 505 mil pesos durante 2020 que estaban en la bodega supuestamente descompuestos pero no hay documento que aclare el estado en que se encuentran. Los bienes son un ventilador para paciente adulto y pediátrico, un desfibrilador y ocho monitores de signos vitales.
En la revisión de los contratos de obra pública los auditores detectaron que no fueron equitativos en la distribución y otorgamiento de contratos, privilegiando el procedimiento de adjudicación directa para contratar obra pública ya que el 77.08 por ciento de las obras contratadas se adjudicaron de manera directa, el 21.53 mediante invitación a cuando menores tres personas y solo el 1.39 por ciento por licitación.
No se asegura a Servicios de Salud de Sinaloa las menores condiciones de precio y calidad para aumentar la eficiencia en el gasto efectuado, señala el documento.
De acuerdo con la auditoría, adjudicaron de manera directa 111 contratos a 49 proveedores.
Los contratistas con mayor cantidad de contratos adjudicados son Abel Antonio Gutiérrez Ibarra, Gloria Patricia Quevedo Valenzuela, Jesús Valentín Pérez Arredondo y Saúl Ignacio Torrontegui Ibarra, cada uno con siete contratos.
Tanto la ASF como la ASE pidieron iniciar procedimientos administrativos por las irregularidades.
Artículo publicado el 20 de marzo de 2022 en la edición 999 del semanario Ríodoce.
