Un recuento doloroso del PAN-Sinaloa hecho por su dirigente Juan Carlos Estrada
La dirigencia encabezada por Juan Carlos Estrada Vega se marcha. Su administración al frente del Partido Acción Nacional (PAN) en Sinaloa finaliza, y del periodo que le tocó llevar las riendas blanquiazules marcan su paso la pandemia y los magros resultados electorales.
En entrevista con Ríodoce, Estrada Vega dice irse con la frente en alto, las manos limpias y la voz completa aunque deja un partido en medio de una nueva reestructuración luego de la alianza con el PRI que no los dejó muy bien parados a nivel estatal.
“Siempre que salgo de un cargo público tengo el honor de decir que salgo con la frente en alto, con las manos limpias y con la voz completa. ¿Me voy satisfecho? No. ¿Me voy contento? Menos. Pero me voy tranquilo. Tranquilo de que hice la parte que me tocaba, de que hice todo el esfuerzo de que las cosas mejoraran”, explica.
En el interior de las instalaciones del PAN en Sinaloa ubicadas en la esquina de Domingo Rubí y el Malecón Viejo en Culiacán, Estrada Vega advierte que gran parte de su plan de trabajo al frente de Acción Nacional quedó trunco por la pandemia.
“Hay que decirlo, no había condiciones de salir a la calle, no había condiciones para ir, reunir a la gente, manifestarse y poder cumplir con lo que teníamos programado en el plan de desarrollo institucional”.
Sin embargo, una parte toral en sus primeras intenciones al inicio de su dirigencia fue el dejar de administrar migajas.
En la legislatura pasada el PAN logró colocar únicamente dos plurinominales mientras que de las 18 alcaldías solamente lograron una, así como 20 regidurías en todo el estado. Migajas, dijo entonces el ahora dirigente.
La frase, expresada por él mismo en entrevista a este semanario en agosto de 2019, sale de nuevo. Regresar al PAN para consolidar, para reposicionar, para dignificar, para regresarle la voz al PAN y posicionarlo como el mejor partido en Sinaloa, dijo entonces.
“Qué bueno que tienes esa cita, fíjate, qué bueno. Yo te voy a decir que la mayor parte de lo que mencionas que su servidor dijo precisamente antes de asumir el cargo, cumplimos. Logramos generar otra vez confianza de tal forma que empezaron a regresar algunas gentes”, explica.
“Te comento, cuántos años tenía Manuel Clouthier sin venir a esta oficina, y vino; me acompañó en uno de los aniversarios luctuosos de su padre para colocar una ofrenda, me acompañó el año pasado, entonces eso de alguna forma logramos que la gente que ya se había ido se acercaran otra vez porque veían congruencia en el partido, veían hacer lo correcto, como bien lo dije que no era un simple eslogan, era regresarle a Sinaloa un partido de principios y valores, veían en esas acciones un partido que quería crecer, que quería reestructurarse, caminar hacia adelante, y en ese sentido pienso que sí cumplimos, sí avanzamos mucho”, añade.
Sin embargo, en el acercamiento también hubo deserciones. Entre la decisión de aliarse al PRI, la pandemia que cobró vidas y un proceso de reafiliación interrumpido por los tiempos, la militancia del PAN bajó de 8 mil 600 a 6 mil 700 y a ello se le suman los magros resultados electorales.
“Nos tocó dirigir al partido en un momento muy difícil. Por un lado la pandemia y por otro lado los poderes fácticos que estuvieron presentes en el proceso electoral, y todos los sabemos. Es algo que no podemos estar dice y dice pero está grabado en la memoria de los sinaloenses” justifica.
“Entonces todo eso limitó la posibilidad de que nosotros lográramos mucho de lo que nosotros dijimos. En ningún momento fuimos por las migajas de las pluris; fuimos a buscar las mayorías y tan fuimos a buscarlas que en las coaliciones incluso no llevar candidatos de nosotros, por ejemplo en Culiacán, el candidato no era de nosotros, era del PRI, pero llevábamos tres posiciones de mayoría… de haberse dado las cosas hubiéramos tenido posiciones de mayoría”, añade.
Sin embargo, la alianza con el PRI deja al partido otra vez con solo dos pluris, otros 20 regidores y ninguna alcaldía de las 18 en disputa.
“Me tocó administrar un período muy convulso, uno en el cual se viene primero esa necesidad de ponerle un dique al gobierno federal y tuvimos que coaligarnos con otros partidos, en este caso con el PRI que no se entendía el porqué de esta coalición y ya lo expliqué, no era por el bien del PAN sino por un bien mayor, así se le llama en el partido”, señala.
“En la etapa convulsa que me logró dirigir buscamos capear el vendaval, ¿salimos bien librados? No, no salimos bien librados pero nunca, repito y lo digo de manera categórica, nunca buscamos sacar provecho y que en las posiciones plurinominales nosotros tuviéramos algún beneficio, en lo absoluto, y cuando me dicen que pensaban que yo iba a ir en la uno o en la federal, no, porque cuando dije esas palabras era totalmente claro, yo venía a que el PAN se fortaleciera, no lo pudimos lograr como lo teníamos planeado pero hicimos todo el esfuerzo”, añade.
Finalmente explica que para calificar a un partido no se puede tomar únicamente el resultado electoral. En este caso, para el PAN fue muy malo. En total el partido logró menos de 89 mil votos en todo el estado, el 8.14 de los votos emitidos durante la elección.
Por ello, reflexiona sobre un futuro, uno donde otra vez el partido se reestructure.
“Todo esto no deja de ser alentador y un indicativo de que, bueno, no hicimos lo que teníamos planeado pero algo logramos y ahorita e PAN está en una posición electoralmente hablando en cuanto números, difícil, pero considero yo que nos seguimos conservando como un partido serio, responsable, congruente”.
-¿No queda un PAN en vías de extinción?
“Si lo comparamos con una estructura que estaba en decadencia, se tiene que quitar lo que no está funcionando. A lo mejor vas a quitar los cimientos pero vas a dejar nuevos cimientos, sólidos, ¿y en qué se basan esos cimientos? Se basan en que hicimos las cosas primero que nada de no venir un grupo a apoderarnos del partido y sus dineros.
Artículo publicado el 21 de noviembre de 2021 en la edición 982 del semanario Ríodoce.
