Trabajadores del antiguo CCS piden que se les restituya un espacio de trabajo
Enero 2020. El gobernador del estado Quirino Ordaz Coppel inaugura el Museo Materia, espacio que significaba la remodelación del Centro de Ciencias de Sinaloa fundado para el desarrollo de la ciencia en 1992.
Fueron más de 200 millones de pesos lo que se invirtieron, además se contó con la participación del flamante arquitecto Alberto Kalach, creador de la Biblioteca Vasconcelos de la Ciudad de México. Resultó un edificio moderno y atractivo con exposiciones internacionales, pero con la consigna de: “No tocar”, salvo en espacios específicos.
¿Dónde quedó entonces la experimentación con la ciencia?… Y los 10 laboratorios, en los que se atendían más de 300 alumnos de primaria y secundaria por semana, la biblioteca, el planetario, los aparatos interactivos y los más de 100 trabajadores que han sido inutilizados, cuestionó Edgardo Molina.
El delegado sindical del STASE, añadió que lo más triste y trágico, es que los laboratorios se destruyeron con la promesa de volverlos a construir, en un espacio alterno al edificio que alberga al hoy Materia.
“Lo que ha sucedido es algo lamentable para el pueblo de Sinaloa, atendieron más los intereses de familias adineradas, es un desfile de modas. Se inauguró la que es la primera parte, pero falta la segunda que son las torres donde estarían los laboratorios y el planetario, eso no está contemplado ahora”, mencionó Molina.
“Los intereses eran privatizar el CCS, como lo hicieron con el Jardín Botánico, aprovecharse de toda la gran manzana. Es lamentable que entres y veas pura publicidad de Sukarne, Coppel, Panamá, es inconcebible que tengan tanta publicidad en un espacio para la ciencia y la tecnología”.
Este no es el Centro de Ciencias
El meteorito de Bacubirito fue encontrado en 1863. Es el quinto más grande del mundo y el segundo en América, que durante muchos años estuvo en el exterior del CCS, incluso en el Museo Regional de Historia. Hoy se encuentra en el interior del espacio y en un inicio era común que se subieran en él para la toma de fotografías.
Otra de las principales atracciones del que fue el CCS, era el Péndulo de Foucault, ubicado en la sala principal. La esfera tenía un peso de 400 kilos y estaba suspendida por un cable de 17 metros de largo, en el que se podía observar la forma en la que rotaba la tierra. Sus restos yacen en una bodega.
“Desde que se presentó el proyecto lo vimos inviable y el comité del STASE, se los hizo saber, vimos muchas fallas, no había condiciones, lo más obvio era modernizar el equipamiento, no la destrucción en sí, que fue lo que finalmente hicieron, que permitieran que la gente se subiera al meteorito es una ofensa muy grande para la comunidad científica”, detalló Molina.
“Se invirtieron más de 240 millones de pesos para construir un galerón donde solo hay una exhibición que traen de otra parte, nada pertece al CCS, no es didáctico, no hay experimentación, ni interacción. Este modelo que propusieron de contemplación basado en otras culturas, no es aplicable en todos lados”.
Molina añadió que la semana pasada optaron por manifestarse los trabajadores sindicalizados, en total 136 y 50 de confianza, que se quedaron sin su espacio de trabajo. A la fecha no cuentan con un espacio físico para desarrollar su labor, aunque les están ‘habilitando’ una bodega para instalarlos.
“Todos los espacios fueron destruidos, tenemos más de un año luchando porque se les regrese su espacio de trabajo, (tuvieron que adaptar sus casas para trabajar) pero la propuesta que nos dan, es arrinconarlos en el sótano, que no está adecuado para ello, no tiene ni ventilación. Optaron por contratar gente joven, eso es lo que hicieron”.
Lo que se fue
Con la marca de Puro Sinaloa y destitución de las placas de sus fundadores, hoy Materia, es un espacio que sepultó la historia del Centro de Ciencias.
“Se fueron millones de pesos en materiales, laboratorios de mecánica, neumática, electricidad, enseñanza computarizada, desmantelaron todo y se dice que está en bodegas ubicadas a la salida a Sanalona, pero eso no nos costa, sabemos que donaron algunas cosas”, dijo.
“Queremos recobrar un espacio físico para que se siga trabajando en torno a la ciencia y a la tecnología, con esto todos perdemos, no estamos generando el pensamiento científico, será tarea titánica para la administración que viene, pero tenemos que recuperar lo que acabaron con este proyecto”.
El activista Ernesto Saldaña, recientemente donó al Museo Materia un microscopio para que fomentaran el desarrollo de la ciencia en Sinaloa, a raíz de la que la Fundación Coppel donó hamacas y sombrillas para el espacio, que de manera permanente proyecta películas en sus jardines.
Artículo publicado el 10 de octubre de 2021 en la edición 976 del semanario Ríodoce.