Tras ser detenido por el asesinato de sus dos hijos, cuyos cuerpos fueron abandonados en Playas de Rosarito Baja California, el estadunidense Matthew Taylor Coleman confesó que los asesinó “para salvar al mundo”.
Ante la Corte Federal de Los Ángeles, California, el parricida dijo en sus primeras declaraciones que sus pequeños hijos tenían el “ADN de serpiente” y que su madre se los transmitió, informó Proceso.
Eran unos “monstruos”, aseguró el padre, según las revelaciones hechas por autoridades de la ciudad californiana y el Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés).
Taylor Coleman, quien viajó hasta Tijuana, Baja California, para cometer el doble crimen, aceptó que lo que hizo está “mal”, pero advirtió que lo hizo porque “era la única forma de salvar al mundo”.
Al preguntarle sobre cómo se enteró de que su esposa tenía ADN de serpiente, respondió que porque fue “iluminado por teorías de conspiración de QAnon e Illuminati”.
“Visiones y señales” lo impulsaron a acabar con la vida de sus hijos.
De acuerdo con los peritajes, los menores de edad fueron atacados en más de 12 ocasiones por su padre, quien se valió de una estaca y un arpón de pesca para herirlos hasta quitarles la vida.
Hasta el momento los cuerpos de los dos menores se mantienen en territorio mexicano. El Consulado de Estados Unidos en Tijuana debe concluir los trámites correspondientes para su traslado y entrega.