En Sinaloa también se hace turismo de salud

En Sinaloa también se hace turismo de salud

La búsqueda desesperada de vacunas contra el COVID-19  antes de que les corresponda

 

Vamos a Tamazula. Vamos a Cosalá. Vamos a Pueblo Nuevo. Vamos. Es turismo de salud. Buscar vacunarse contra el COVID-19. Muchos sinaloenses han viajado a Durango, sobre todo a vacunarse. Al menos los que no pueden pagar un boleto de avión para ir a Tijuana y luego a San Diego o alguna ciudad pequeña del sur de California.

Alberto hizo una solicitud a su grupo de amigos. Organizaba un viaje a Tamazula, Durango, a unos kilómetros al oriente de Culiacán. Por carretera es posible llegar en menos de dos horas. La idea no se logró porque no logró llenar su carro. La idea era vacunarse en el sitio.

No es maestro, no es trabajador de la UAS, no tiene ningún tipo de privilegio. Sólo es un ciudadano más a la espera de la vacuna. Con menos de 40 años la idea no parecía mala. Tener que esperar meses para inmunizarse contra el coronavirus o aventurarse a la sierra para vacunarse.

Poblados de la frontera entre Durango y Sinaloa fueron los más frecuentados por los turistas de salud. Por ejemplo, en Pueblo Nuevo, comunidad turística perteneciente al municipio de El Salto en el vecino estado, ha tenido un constante flujo de este fenómeno.

En Durango la campaña de vacunación a adultos mayores dio inicio en febrero y para finales del mes se estimaba un remanente en las dosis, por lo que se incluyó a poblados menos densos en esa primera etapa, entre ellos Pueblo Nuevo.

El Secretario de Salud de ese estado, Sergio González Romero, declaró al Siglo de Durango que sí habría un sobrante que puede ser mayor a las 3 mil 200 vacunas las cuales eventualmente se destinaron a la comunidad mencionada.

“Esas vacunas se van a continuar aplicando a los adultos mayores, nosotros estamos proponiendo que sigamos con el municipio de Pueblo Nuevo, pero esa es la propuesta, falta que las autoridades federales la acepten”, dijo.

La dinámica se debió a que muchos adultos mayores originarios de esa zona dejaron sus comunidades para migrar a Sinaloa pero decidieron regresar cuando se enteraron de la vacuna, ya que en Durango la campaña comenzó en febrero mientras que en Sinaloa hasta abril.

Pero ese tipo de turismo es el menos frecuente entre quienes buscan aplicarse alguna de las vacunas contra el COVID-19. En Sinaloa, los municipios más cercanos a las grandes ciudades son los que tienen arriba del 100 por ciento de su cobertura en la aplicación del antígeno.

Es decir, sitios como Choix y El Fuerte, cercanos a Los Mochis y con una notable menor cantidad de habitantes, llevan el 125 y 112 por ciento de avance en vacunación según datos de la Secretaría de Bienestar, con corte al 30 de mayo.

Y son los municipios serranos los que mayor “avance” registran. Badiraguato, por ejemplo, lleva un conteo del 167 por ciento aplicado mientras que San Ignacio del 122. Pero esas son vacunas que se aplicaron sinaloenses en municipios diferentes a los de su ciudad de residencia.

Casos como el de Dinorah también sobran. Con 51 años y la incertidumbre de no saber cuándo llegaría al estado la vacuna para la gente del rango de su edad decidió buscar inmunizarse en California. Este fin de semana pasado recibió su segunda dosis en San Diego. Voló de Culiacán a Tijuana para posteriormente cruzar la frontera y ahí recibir la aplicación de la vacuna.

“Tenía el temor de que se retrasara el proceso acá en Culiacán”, explica. Parte de su trabajo es viajar entre Culiacán y Tijuana por lo que en uno de los vuelos aprovechó para cruzar la frontera y aplicarse la vacuna. Le tocó la de la farmacéutica Pfizer, cuya primera dosis fue hace tres semanas.

“Ese fue otro motivo por el cual decidí adelantarme, quería que se me aplicara una vacuna en la cual yo confiara y no una que estuviera solamente disponible”, dijo.

El padrón sobre el cual se destinan las vacunas a cada ciudad es salido del INEGI pero existiendo casos como el de Dinorah y muchos más sinaloenses, aquellas dosis que no se han aplicado, la autoridad federal asegura que son vacunas que se aplican en municipios donde sean requeridos.

“El plan nacional de vacunación establece que la vacuna es universal, es gratuita pero es voluntaria. Aquí lo que sucede es que hay mucha gente de más de 60 años que no quiso vacunarse, y eso hablamos de un 11 por ciento en un sondeo que se hizo vía telefónica, pero cuando comenzamos a vacunar la segunda dosis hubo muchas que se vacunaron y ahí sobrepasamos el registro”, explica.

Referente al turismo de vacunación, Montes Salas explicó que efectivamente el fenómeno se está dando pero que por la cualidad de universalidad en la aplicación de la misma, la coordinación entre estados vecinos ha sido tema de seguimiento.

“Los de Durango, por ejemplo los de Tayoltita, Pueblo Nuevo, de todas esas partes nos pusimos de acuerdo el delegado Edgar Morales y tu servidor en apoyarnos en todo, siempre hemos estado muy coordinados no solo ahí sino en Nayarit, Chihuahua, Sonora entonces nos coordinamos para que aquellas personas que les queda más cerca se les aplicara siempre y cuando entraran en el rango de edad”, señaló.

Sin embargo aún queda mucho trecho por avanzar. Gente del estado que busca la vacuna sigue a la espera para la aplicación de su primera dosis.

Artículo publicado el 06 de junio de 2021 en la edición 958 del semanario Ríodoce.

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