Se arremolinan. No les importa mucho en ese momento la sana distancia. Lo que ellos quieren es ser escuchados. Son un grupo de trabajadores médicos del Hospital General Regional número 1 del IMSS de Culiacán. En los pies de la escalinata de ingreso al nosocomio, sacan sus pancartas y protestan.
Le hacen falta palabras al diccionario. Adjetivos. La molestia e inconformidad la expresan en su manifestación en la exigencia de mejores condiciones de seguridad, y que los insumos para llevar a cabo sus labores sean asequibles y no un lujo. Así lo expresa uno de los manifestantes.
“Nosotros estamos comprando nuestro material, nosotros estamos atendiendo a los pacientes; en la televisión siempre es más bonito, siempre todo es mejor pero eso no es cierto, no es cierto”.
El temor de los trabajadores tiene su origen no sólo en lo que diariamente se observa en el hospital. El 31 de marzo el IMSS informó mediante un comunicado de prensa la muerte de un médico familiar que laboraba en la Unidad de Medicina Familiar (UMF) 57, de Zacatecas.
La muerte ocurrió la noche del día anterior, el lunes 30 de marzo en el Hospital General de Zona (HGZ) número 1, de la capital zacatecana, según el boletín oficial del IMSS. Luego del deceso, en el comunicado, el instituto informó que la Unidad de Medicina Familiar 57, donde laboraba, no había tratado hasta esa fecha pacientes por Covid-19.
El problema tiene su traducción en Culiacán y al igual que en Zacatecas esas versiones difieren de las de los trabajadores. La autoridad desestima el riesgo o no informan sobre la atención, y el trabajador se las ingenia para seguir adelante con su labor a pesar del riesgo que conlleva.
Hasta el sitio arriban el delegado del IMSS en Sinaloa, Rafael López Ocaña y el líder sindical, Alfredo Jiménez Noriega, a dialogar con los trabajadores y tratar de disipar la manifestación.
“Hemos invertido más de 5 mil pesos en material de protección por cada uno, cada vez que vamos otra vez a surtirnos ya no hay o está más caro, ¿o sea que toda nuestra quincena se nos va a ir en eso? No pedimos más que los recursos que necesitamos para nosotros y para nuestros compañeros”, acotó uno de los manifestantes al delegado, quien responde.
–Si fuera eso, una pregunta, ¿por qué no están todos los trabajadores aquí?
–Porque tienen miedo de represalias. Necesitamos que nos escuchen, todos somos IMSS, no queremos ser otro Monclova (donde murió un médico y se contagiaron decenas)… no podemos atender a la población con estas carencias.
En Culiacán, en el HGR1, el delegado Rafael López Ocaña habló únicamente de casos sospechosos pero los trabajadores tienen otra versión. A pesar de intimidaciones por parte del líder sindical, durante su protesta lo expusieron.
La cifra que manejan en el HGR1 es de 10 pacientes sospechosos de Covid-19 atendidos en el área destinada para ello, justo a un costado de urgencias médicas, y nombrada como TRIAGE respiratorio, instalada hace tres semanas, según el propio delegado.
Y eso es puesto en duda por gente del área médica del propio IMSS. El cuestionamiento suena lógico: “si se han reportado casos positivos en el ISSSTE, Hospital General en Culiacán e incluso privados como el Hospital Ángeles, ¿por qué en el HGR1 del IMSS ninguno, si aquí se atiende al 50 por ciento de la población?”.
Todo el control
La reserva de información no solamente del IMSS sino de la Secretaría de Salud estatal y del ISSSTE cobra una mayor relevancia a la hora de contrastar las versiones de trabajadores de hospitales con los de la autoridad.
Ya en las semanas anteriores trabajadores de salud del estado han manifestado su inconformidad no solamente por el tema de seguridad sino de desabasto y condiciones de infraestructura, llegando a manifestaciones en el Hospital de la Mujer en Culiacán y en el Centro de Salud de Mazatlán.
Cada noche, la Secretaría de Salud emite una tarjeta informativa y en ella se precisan algunos datos como la cantidad de pruebas realizadas, casos positivos, sospechosos y decesos. En algunos casos señalan cuántos pacientes están hospitalizados pero no en qué institución. La información, fluye, pero esta no puede ser contrastada.
Tampoco puede ser revisado el esquema bajo el cual el gobierno del estado aplicará los 85 millones de pesos emergentes para atender la epidemia. Apenas este viernes el Gobierno del Estado autorizó a la Secretaría de Salud realizar compras sin licitación durante la pandemia de Covid-19.
Publicado en una edición extraordinaria del Diario Oficial del Estado, el gobernador Quirino Ordaz Coppel dictó las medidas urgentes para llevar a cabo esta acción que consiste en adquirir todo tipo de bienes y servicios, a nivel local, nacional o internacional sin necesidad de llevar a cabo licitación pública alguna.
Ninguna organización no gubernamental o civil tiene injerencia para vigilar el destino de esos recursos.
Además, en Culiacán será operado por la Secretaría de la Defensa Nacional el nuevo Hospital General el cual será utilizado durante la contingencia para atender pacientes por Covid-19.
Y mientras el estado lucha por combatir una epidemia, los problemas que quedaron al desnudo en el sistema de salud siguen surgiendo.
Artículo publicado el 05 de abril de 2020 en la edición 897 del semanario Ríodoce.