¿Qué historia están haciendo los diputados en Sinaloa?

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Por primera vez en la historia legislativa de Sinaloa ha sido posible la división de poderes, porque el Congreso del Estado dejó de ser la oficialía de partes del gobernador, presume el Grupo Parlamentario de Morena, al hacer un recuento de sus logros en el primer año de trabajo.

El resultado más histórico lo ubican al haber rechazado no sólo las cuentas del gobernador, sino también las de los 18 municipios.

Al margen de ver este tema como un hecho histórico, el momento más importante en los últimos años, fue que la mayoría de los diputados no pertenecían al PRI, sino a la izquierda.

Aunque la llegada coalición “Juntos Haremos Historia” supuso al inicio una fuerza potente de la nueva camada de diputados, en los hechos ésta rápidamente se desmoronó. A la hora de votar, el PT, Morena y la otrora diputada del PES no están unidos, sino dispersos. La unión que se forjó en la coyuntura electoral se desintegró cuando llegaron los diputados a su curul.

La nueva composición de fuerzas políticas trajo consigo nuevas formas de operar el Poder Legislativo.

La eliminación de los excesos en el gasto de operación del Congreso del Estado y la transparencia en los ingresos de los diputados, así como la eliminación de la partida de gestión social, es otro de los logros que señala Morena como posible gracias a la Cuarta Transformación.

Mientras el PRI señala que la actual Legislatura tiene en la “congeladora legislativa” 454 iniciativas, está atrapada en el letargo y se ha dedicado fundamentalmente a aprobar pensiones, para Morena en cambio la productividad ha sido histórica.

Dos momentos han sido los marcados por Morena como los de mayor trascendencia, al convertirse en hechos inéditos: el rechazo a las cuentas del gobernador y los 18 municipios; y la reasignación del presupuesto de egresos de 2019.

Mención aparte merece el haber llevado al Pleno el tema de la reforma del Código Familiar para buscar el matrimonio igualitario en Sinaloa, iniciativa que anteriores legislaturas se habían resistido llevar a discusión.

Entre los hechos históricos no señalados, pero que pueden recordarse puede citarse en esta legislatura la toma de tribuna no por un grupo parlamentario, sino por agremiados a la Liga de Comunidades Agrarias para evitar se discutiera la “cuota liga”.

Para los actuales legisladores morenistas, no menos importante durante la actual legislatura ha sido la austeridad.

“A la casa del pueblo”, como ha sido llamada insistentemente el edificio del Congreso del Estado por los diputados de Morena, han llegado diversos grupos de ciudadanos para reclamar demandas, pero el PRI ha calificado el hecho como una estrategia de Morena para denostar todo aquello que no sea de la denominada Cuarta Transformación, incluso ha sido calificada como “violencia política”. En diversas ocasiones los diputados del PRI y sus aliados han sido objetivos de rechiflas, abucheos y epítetos de todo tipo.

Por un cambio, aprobado desde la anterior Legislatura, ahora las sesiones de comisiones son públicas, por lo que en el primer año fue inédito tener acceso a reuniones de trabajo de los diputados, como las realizadas por los de Fiscalización cuando discutieron el tema de las cuentas públicas.

El glamour de los diputados en la zona de curules se transformó. Entre las diputadas ya no se vieron este año los peinados salidos de estética, los collares suntuosos y accesorios vistosos. En los diputados quedaron atrás los trajes rigurosos, ahora entraron a escena los pantalones de mezclilla, los paliacates y sombreros.

 

Morena, la mayoría que se desmorona

A casi un año de haberse convertido en diputados locales, el Grupo Parlamentario de Morena se ha caracterizado por ser una mayoría frágil, dividida, vulnerable a ser seducida por otras fuerzas políticas.

Aunque numéricamente son mayoría, su fuerza es muy diferente a la que en el pasado ejercía el PRI a la hora de las votaciones. Lejos está de ser la denominada “aplanadora” legislativa.

Como evidencia de su vulnerabilidad están los fracasos para sacar adelante las reformas para hacer posible el matrimonio igualitario en Sinaloa, y el rechazo a las cuentas públicas del gobierno estatal con una votación apretada.

Desconocidos en su mayoría como personajes de la política estatal, los diputados de Morena llegaron al Congreso del Estado de Sinaloa arrastrados por la fuerza del triunfo en las urnas del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Aunque algunos argumentaron sí eran conocidos porque hicieron campaña y trabajaron en trabajos de afiliación de Morena en sus municipios, no tenían antecedentes en el servicio público menos en puestos de elección popular. Lo menos aceptaron que esta circunstancia no era una debilidad, sino una fortaleza.

Por una parte está el voto duro, leal a la coordinadora del Grupo Parlamentario de Morena, Graciela Domínguez Nava, y por otro un bloque de tres diputados morenistas que se han caracterizado por votar en contra las iniciativas impulsadas por la bancada. Uno de ellos, Fernando Mascareño, ya no llegó al primer año de la Legislatura como diputado de Morena porque fue expulsado y considerado que no era compatible con el proyecto de la Cuarta Transformación. Dos casos más son los de Mariana Rojo, y el de Jesús Palestino Carrera, a los tres se les sigue un expediente ante el Comité de Honestidad y Justicia de Morena en la Ciudad de México.

Otro caso es el de la diputada Victoria Sánchez, militante morenista, que ha sido ácida en sus reclamos de los rumbos que debe llevar su grupo parlamentario. Su mayor enfrentamiento con su bancada fue cuando se opuso como presidenta de la Comisión de Hacienda a la propuesta de reasignación de recursos.

El más reciente cuestionamiento fue por los formatos del informe legislativo y la expulsión que se aplicó a Fernando Mascareño, situación que calificó como arbitraria e ilegal.

En otras ocasiones, diputados de Morena han reservado su voto a favor de la causa de Morena en situaciones poco claras. Fue el caso de Florentino Vizcarra Flores que aceptó recibió 300 mil pesos, pero que luego los regresó para no seguir siendo presionado, y también el de Rosa Inés López Castro, que con el argumento de problemas de salud, aparece o desaparece a la hora que el grupo parlamentario de Morena necesita su voto para sacar adelante una iniciativa.

A todo ello se suma que dos diputados más, considerados dentro de los votos leales al Grupo Parlamentario de Morena, Flor Isela Miranda y Apolinar García, tienen expedientes abiertos en la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena por haber votado en contra del matrimonio igualitario.

Apolinar García renunció a su militancia con Morena, pero refrendó su deseo de seguir en el Grupo Parlamentario de Morena. Flor Isela Miranda está a la espera de la resolución de su caso y teme perder sus derechos políticos partidarios.

En su desempeño en tribuna, los diputados de Morena se han caracterizado por un bajo perfil y tener una dependencia de la lectura de discursos que les preparan sus asesores previamente.

La integrante más experimentada de Morena en tareas legislativas, Graciela Domínguez Nava, ha tenido que enfrentar no sólo a la fuerza política de otros grupos parlamentarios, sino al desafío de mantener unida a su bancada.

PANISTA. Jorge Villalobos.

PAN, ahora aliado del PRI

A diferencia de legislaturas anteriores, ahora los diputados del PAN han trabajado en alianza con el Grupo Parlamentario del PRI.

Reducido a sólo dos diputados, han votado en contra de las iniciativas de Morena y a favor de las propuestas del PRI, con quien han encontrado afinidades.

El coordinador del Grupo Parlamentario del PAN, Jorge Iván Villalobos, ha demostrado ser un diputado con dominio de la oratoria en tribuna, enemistado con el discurso de Morena y aliado con el PRI.

Su compañera de legislatura, Roxana Rubio Valdez, quien tiene su primera experiencia como diputada, se ha convertido en una experta en romper quórums. Lo mismo asume este comportamiento en temas del Pleno, que al interior de las comisiones en donde participa. Es una gran usuaria de su celular en los trabajos de comisiones y durante el Pleno, en donde funge como vicepresidenta de la Mesa Directiva.

PRIISTAS. Sergio Jacobo y Gloria Félix.

EL PRI, la minoría que busca aliados

Aunque el PRI es ahora minoría, su presencia y estrategia para cautivar a diputados de otras fuerzas políticas es de mayoría.

Desde la minoría han logrado sumar a sus votaciones a los diputados del PAN, PT, PRD y a los dos diputados sin partido.

Se han convertido en críticos severos de la forma de Morena de conducir el Congreso del Estado. Ahora como minoría han cambiado su discurso, y criticado los esquemas que el priísmo diseñó para su beneficio, pero que ahora va en su contra, como que la fuerza mayoritaria encabece la Diputación Permanente y la Junta de Coordinación Política. Su lucha actual más enérgica es lograr colocarse en la presidencia de la Mesa Directiva, de la cual se sienten han sido despojados.

Así mismo, el PRI se define como el Grupo Parlamentario con más de 80 propuestas legislativas.
Aunque son minoría, son defensores de los intereses del gobernador Quirino Ordaz Coppel, como cuando trataron de impedir se aprobara un exhorto para que el gobierno estatal siguiera cobrando la denominada “cuota liga”.

La integrante más experimentada y conocedora de la práctica legislativa, la diputada Gloria Himelda Félix, busca desde que inició la legislatura convertirse en presidenta de la Mesa Directiva.

El grupo es coordinado por Sergio Jacobo Gutiérrez, sin experiencia parlamentaria, pero elemento cercano y de confianza del gobernador Quirino Ordaz Coppel.

Para movilizaciones y mostrar que el músculo del priísmo está vivo, el diputado Faustino Hernández, líder de la CNC, es un activo importante del Grupo Parlamentario. En el debate parlamentario pueden echar mano de Ana Cecilia Moreno, exlíder de la CNC y de Guadalupe Iribe.

 

EL PT, un grupo que no es grupo

El caso del PT es singular. Es un grupo parlamentario que no lo es en los hechos. Está integrando por tres diputados: Mario Rafael González, Marco César Almaral y Eleno Flores, éste último coordinador.

Cada uno de los integrantes se mueve por un proyecto personal, más que por grupo. Eleno para su territorio en Guasave, Mario Rafael González concentrado en sus disputas y viejas rencillas con mandos de seguridad pública, y Marco César Almaral, como pieza clave y fiel de Morena, al ser el presidente de la Mesa Directiva.

 

El PAS y los diputados sin partido

La diputada del PAS, Angélica Díaz, presume que es la legisladora con mayor productividad por el número de iniciativas presentadas. Concentrados en la estadística, no hay sesión en la que el PAS no presente un posicionamiento sobre un tema.

Su voto generalmente ha sido aliado a Morena, salvo en ocasiones específicas como el matrimonio igualitario.

Los dos diputados que ahora se quedaron sin partido, Karla Montero, antes diputada del PES, y José Manuel Valenzuela antes PAS y PRD, se han sumado a las votaciones del PRI. En votaciones controvertidas es posible anticipar cuál será el sentido de su voto.

Artículo publicado el 22 de septiembre de 2019 en la edición 869 del semanario Ríodoce.

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